Del 24 al 29 de agosto tuvo lugar en Turquía una iniciativa de formación política de la Liga Internacional Socialista. El Campamento de Jóvenes que se llevó a cabo fue parte de las tareas de fortalecimiento político votadas en la Conferencia de Barcelona de mayo pasado. Un paso importante en la preparación de nuevos profesionales de la revolución.
Llegar a Turquía por Estambul es un impacto a los sentidos: país bi-continental (un poco europeo, mucho de asiático). Con algo de mágico en su explosivo colorido de todo. Lo especial, además, de haber alojado en una de sus islas a Trotsky en una fase productiva de su exilio forzado por Stalin. En la isla de Prinkipo, en esa casona frente al mar, hoy en ruinas, el compañero de Lenin escribió su autobiografía y la monumental “Historia de la Revolución Rusa”. Geografía milenaria. Tierra de varios imperios y una república, hoy ofrece un paisaje cuyo diseño urbano expresa a fondo relaciones de fuerza. Nunca como en la arquitectura en disputa hoy en Turquía fue tan patente que los edificios son síntomas de la lucha de clases. Por todas partes Kemal Atatürk, el fundador de la república laica. A la vez, Erdogan, el actual presidente, logró unificar todas las corrientes políticas islámicas y avanzar en “islamizar” Turquía. Las mezquitas enormes disputan protagonismo con los monumentos laicos del kemalismo. Sucede, por ejemplo, en Taksim, la plaza central de Estambul. Para llegar hasta el predio del evento de la LIS, viajamos 300 kilómetros hasta muy cerca de la península de Gallipoli, tumba deshonrosa del ejército británico repelido en las aguas del Mármara en la Primera Guerra Mundial. Al final, llegamos a nuestro lugar: un imponente predio sindical de una confederación obrera metalúrgica, que nos alojó casi una semana y sirvió de escenario para nuestras jornadas de formación.
Los debates y otras instancias
Obviamente, el Campamento tuvo un punto de presentación, en el que se abordó la situación política en Turquía, sus contradicciones, dinámica probable y desafíos para los socialistas. A la vez, se pudo abordar históricamente la experiencia del internacionalismo en la III° de Lenin y Trotsky, sus primeros congresos, el patrimonio político acumulado en ese período y los desafíos para hoy. Hubo conferencias centradas en el proceso del movimiento de mujeres a escala internacional, su impacto regional en Asia, las desigualdades y los debates en la vanguardia, definiendo como centro las batallas de las mujeres socialistas contra el feminismo reformista, liberal. Fue intenso el intercambio en torno imperialismo, sus implicancias, la tensión EEUU-China y sus tendencias, y a la vez debates sobre la naturaleza de países como el nuestro. Se discutió también sobre las versiones de socialdemocracia aggiornada, a la manera de Corbyn o Sanders, nuestra política, tácticas y estrategia. Hubo espacio para recorrer una breve historia de la cultura popular de Turquía y su relación con la protesta social. Hubo cine, actividad física y un potente recital promediando el evento. De conjunto, entonces, un éxito político.
La riqueza del internacionalismo
Hablar de la situación internacional no es difícil. Cualquiera lo puede hacer. Pero la fuerza del intercambio internacionalista en los debates y las experiencias entre organizaciones militantes insertas y activas en el proceso de lucha de clases de sus países, es cualitativo. No tiene precio. Por fuera de los planteos de la militancia del SEP de Turquía, la experiencia de la revolución catalana y el ascenso feminista en España, que transmitió la representación del SOL de ese país. O bien, lo motivador que resultó para todos, la presencia de La Lucha de Pakistán, una de las principales fuerzas nacionales de ese enorme país. Todo lo que el camarada vocero de esa organización en el Campamento, pudo desplegar sobre historia de su país y región, sobre la experiencia de construcción de una importante organización revolucionaria en condiciones muy complejas, jerarquizó el evento y le dio una gran vitalidad, mostrando como en un espejo el futuro de crecimiento que tiene como desafío el proyecto internacional. En simultáneo, nos pronunciamos en apoyo al pueblo de Cachemira que reclama el retiro de las tropas injerencistas y su derecho a la autodeterminación. También fue en el marco del campamento que elaboramos en equipo con la Coordinación de la LIS, una sólida declaración sobre los incendios en la selva amazónica. Por supuesto, fue especialmente reivindicada la revista “Revolución Permanente” de la LIS, que se distribuyó en español e inglés, y que resume lo más importante de nuestro proyecto en su fase fundacional y de plena expansión.
Nuestra intervención
Por supuesto llevamos el saludo de todo el MST al Campamento y participamos como expositores en paneles sobre “El proyecto internacional de la LIS” y una conferencia sobre Argentina. Sobre la LIS insistimos en la confirmación de hipótesis con las que salimos al mundo a explorar puntos de acuerdo programático con otras fuerzas internacionalistas, y lo nuevo es que estamos encontrando esas organizaciones, con vocación de confluir en un proyecto común. Pudimos explicar nuestra visión del mundo polarizado, contradictorio y a la vez, con múltiples chances de desarrollo, de crecimiento para lo nuestro. Señalamos el desafío de seguir apostando a converger sobre bases principistas con fuerzas provenientes de distintas tradiciones, y hacerlo con un marco de funcionamiento donde el centralismo democrático desequilibre su ecuación hacia el polo democrático durante todo un período. En definitiva, constatamos que no somos los únicos revolucionarios que combaten el escepticismo y que quieren hacer partido e internacional. Sobre Argentina, panel que reveló mucha avidez sobre América Latina y nuestro país, nos permitió graficar partiendo de la coyuntura, los trazos fundamentales de la historia contemporánea de esta parte del mundo. Apasionante todo.
El mejor cierre y la hoja de ruta: Campamento Internacional 2020 en Argentina
La clausura del Campamento no podía ser mejor: marchamos a un acampe en una región de montaña, no lejos de las históricas ruinas de Troya, para apoyar la lucha contra un proyecto megaminero en la región que impulsa Erdogan asociado a un holding de corporaciones canadienses, de la familia de la Barrick y Peter Munk. Nos movilizamos y participamos de un acto muy sentido en las puertas de ese emprendimiento. Emociona la unidad internacionalista en defensa de nuestros bienes comunes. Como síntesis, nos llevamos una experiencia muy estimulante de politización internacional, solidificamos lazos, construimos un evento de formación de cuadros para la revolución con balance positivo, y nos preparamos para un intenso cronograma que se viene para la LIS y que, en particular, tendrá como desafío para la juventud la realización del Campamento Internacional 2020 en Argentina. Será para todas las secciones de nuestra internacional una gran tarea a encarar y en especial, para el MST, sección anfitriona una movilizante responsabilidad que desde ahora nos vamos a abocar a planificar. En suma: internacionalismo militante, práctico, para la acción y una juventud que se prepara para efectivamente, dar vuelta todo.
Mariano Rosa