Aborto: la marea verde lo exige, Alberto lo calla

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Sin aborto legal no hay Ni Una Menos

En un contraste notorio, el 10 de diciembre la Plaza de Mayo estuvo llena de pañuelos verdes, como se ven a diario en las calles de todo el país, pero en su discurso inicial Alberto Fernández, cediendo a la presión clerical, silenció por completo el tema aborto.

Al asumir su cargo, por cadena nacional el nuevo presidente prometió: “En estos próximos cuatro años haré todos los esfuerzos necesarios para que estén en un primer plano los derechos de las mujeres”. Lógicamente, al empezar su mandato tuvo que referirse a las demandas de la ola feminista y disidente que sigue firme.

Pero en todo su discurso AF no dijo ni una sola palabra sobre el principal derecho que venimos reclamando con la marea verde: el aborto legal, seguro y gratuito. Esta omisión tan evidente causó decepción en muches activistas de sus propias bases. Antes de ir a ese debate, veamos otros temas de nuestra agenda.

Ni Una Menos, nuevo ministerio y protocolo

AF también dijo: “Ni una Menos debe ser una bandera de toda la sociedad y de todos los poderes de la república. El Estado debe reducir drásticamente la violencia contra las mujeres hasta su total erradicación”.

La situación en violencia de género es terrible. Los femicidios siguen a un promedio de uno cada 32 horas, con 259 casos en 2018. Además, por día se registran 263 denuncias de violencia física de género. En cuanto a violaciones, en 2018 se registraron 4.266 víctimas y en 2019 hubo un 9% más de denuncias que el año pasado. Son datos del Observatorio de la Mujer, a los que hay que sumar los casos no denunciados. Es decir, las políticas institucionales no están dando respuesta.

AF creó el nuevo Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, y nombró allí a Elizabeth Gómez Alcorta, quien reconoció que la nueva cartera es “una conquista de la calle”. Veremos si hay avances concretos o sólo es doble discurso. Porque no basta crear un área y nombrar a una ministra feminista: la clave es si se asignan o no los fondos necesarios para cumplir la ley anti-violencia: sin plata es letra muerta. Esto se verá al rehacer el Presupuesto nacional 2020.

En sus primeras declaraciones, junto a prometer una “gestión abierta”, Gómez Alcorta reiteró una ambigüedad: las “políticas transversales”. Es obvio que desde Salud, Educación y Desarrollo Social también hay que aplicar políticas de género, pero eso no diluye la necesidad urgente de un presupuesto suficiente para la tarea concreta y específica del nuevo Ministerio, que es implementar la ley 26.485 anti-violencia y todos sus dispositivos: casas-refugio, asistencia jurídica e integral gratuita, subsidios de reinserción habitacional y laboral, campañas masivas, etc. Si no, no habrá Ni Una Menos.

En Salud, cartera en la que asumió Ginés González García, que fue uno de quienes en el Congreso expuso a favor de la ley de aborto, no podía menos que reinstaurar el protocolo nacional de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) que Macri había derogado. Pero todes sabemos que ese protocolo no obliga a las provincias y por eso hay que legalizar el aborto.
En cuanto a alivianar el trabajo doméstico femenino no remunerado, tema que AF mencionó, lo que hace falta no es convenios con el sector privado sino un plan estatal nacional para abrir cientos de guarderías, jardines infantiles y geriátricos de calidad.

Y otra gran deuda es la aplicación efectiva de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral. Según informó días atrás el propio Ministerio de Educación, la mayoría de los colegios da un enfoque biologicista y sólo una minoría aborda la prevención del abuso sexual y del embarazo no deseado y el aborto1. Una primera medida elemental debería ser anular los subsidios del Estado a todo colegio religioso que no dé ESI como debe ser: con criterio integral, científico, moderno y sin dogmas.

La Campaña,en un cruce de caminos

El 7 y 8D, en CABA, con unas 150 compañeras de las regionales de casi todo el país, se realizó la plenaria nacional de la Campaña por el Derecho al Aborto para debatir el nuevo contexto político, la estrategia para lograr la ley de IVE y temas de organización.
Por más que en su texto de balance la Campaña se diga “ni oficialista ni opositora”, la mayoría de su conducción (comisión de articulación) y de la comisión que hace lobby en el Congreso (cabildeo) se referencia políticamente en el nuevo gobierno. Esto no sería un problema en sí mismo: el problema es que tienden a ceder a las presiones oficiales, que incluyen las de la Iglesia Católica y otros sectores antiderechos. El activismo más joven de la Campaña comparte nuestros alertas y resiste esa tendencia, pero la conducción impone un equivocado rumbo conciliador.

La Iglesia no sólo integra el “pacto social” del gobierno para frenar los reclamos sociales, sino que incide en los temas de género y está presionando abiertamente contra la ley de aborto. Ante el anuncio de AF de que presentará un proyecto de ley, lo que abrió expectativas, ¿qué debe hacer la Campaña? ¿Esperar los tiempos oficiales, como planteó la conducción, lo que implica dejar correr la presión celeste y que así el proyecto de AF sea un retroceso, o reclamarle que presente el proyecto de la Campaña, como propuso en la plenaria nuestra delegación?

Según la conducción, nuestra propuesta “no es posible”, es “abstracta” y “hay que esperar a ver qué dice su proyecto”. En nombre de “lo posible”, algunas hasta plantearon “apoyar cualquier proyecto que AF presente”, aunque incluya la objeción de conciencia y otros retrocesos.

Es un error grave. Primero, porque el proyecto de IVE de la Campaña es colectivo, recoge lo mejor de lo legislado en otros países, es el que la marea verde apoya y es la base de la ley que ya se aprobó en Diputados. Si AF realmente quiere reconocer ese derecho, que lo presente sin recortes. Además, dos hechos confirman que la presión celeste sigue. Uno es el silencio de radio de AF en su discurso. El otro es la reciente declaración de su jefe de gabinete, Santiago Cafiero, íntimo amigo del Papa: “Vamos a tener la posibilidad de ir trabajando progresivamente el tema sin perder de vista lo que el presidente ha dispuesto de orientar el aborto como una cuestión de salud pública y después a buscar la despenalización pero queremos que sea con tiempo y con diálogo”2. ¿Tiempo y diálogo para qué? ¿Para despenalizar, que no evita las muertes? ¡Otra vez corren el arco para atrás!

La postura capituladora de la dirección de la Campaña, más sus maniobras burocráticas contra las comisiones y redes que hacen críticas (como la de prensa y la colectiva de disidencias), generan mucho malestar. Así como impulsaremos el pañuelazo federal del 19F, desde Juntas y a la Izquierda-MST seguiremos batallando para democratizar las decisiones y reafirmar la razón de ser de la Campaña: que sea ley nuestro proyecto.

¡Basta de muertes por aborto clandestino!

La semana pasada en La Plata, murió una joven mujer por aborto clandestino: V.V.G., madre de dos hijes, que estaba vinculada a nuestro Movimiento Teresa Vive del barrio Los Hornos. Junto a seguir acompañando a sus familiares, el jueves 12D con Cele Fierro participamos del pañuelazo que convocó la regional platense de la Campaña ante el municipio. El mismo día también estuvimos en la protesta ante la Casa de la Provincia, en CABA.

Según el dato oficial, cada año se realizan en el país al menos 354.627 abortos inseguros: 29.000 por mes, 985 por día, 41 por hora. Y cada año mueren unas 200 mujeres, en su mayoría jóvenes y pobres. No va más. El derecho al aborto debe ser ley. Para dar esa pelea, sumate a Juntas y al MST. Organizades podemos hacerlo posible.

Andrea Lanzette

1. Clarín, 5/12/19. Hay más educación sexual en el aula pero aun se prioriza el enfoque biológico.
2. Página 12, 15/12. Santiago Cafiero sobre la legalización del aborto: «Es una cuestión de salud pública»

 


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