Después de 7 años de no convocar a elecciones, la conducción Celeste y Blanca de Daer, llamó de un día para otro a elecciones en el Hospital Italiano. El propósito de recuperar el principal establecimiento del gremio, no resultó. Sigue en manos del clasismo antiburocrático: La Bordó de Sanidad ganó con más del 62 % de los votos.
El Hospital Italiano es la institución privada de Salud más grande de la Argentina. Con más de 7.000 trabajadores en su sede central y más de 10.000 contando el segundo hospital de San Justo y su centros periféricos. Cuenta con más de 150.000 afiliados a su propia prepaga y una facturación en blanco de más de 18 billones de pesos durante el 2018-2019. Dirigido por los Macri, el grupo Techint, Paolo Rocca; proveedor del Ministro de Salud del macrismo (Rubinstein) y el actual de Larreta (Quiroz).
Desde los ’80 el Hospital Italiano es dirigido gremialmente por el clasismo de izquierda de nuestra corriente, una verdadera herida abierta que la burocracia de Daer nunca pudo cerrar. Siempre fue el centro del armado de las listas opositoras a la dirección del gremio y postulado de un modelo alternativo al burocrático de la agrupación Celeste y Blanca. Por más que intentaron “cortar la cabeza de la serpiente” en distintas oportunidades, con la complicidad de la patronal y con los gobiernos de su lado, no han podido.
En estos últimos 7 años intentaron de todo, se jugaron a un desgaste de la Comisión Interna y es por lo cual no llamaban a que se realicen las elecciones. Pero cuando se consolidó el resultado electoral de Fernández idearon un plan de convocatoria express a dos días de la asunción presidencial. Pretendían capitalizar las expectativas en el nuevo gobierno, pero una vez más, se encontraron con una muralla: 62% de los votos y 21 delegados en la nueva Comisión Interna para La Bordó.
Dos modelos en ATSA, dos resultados
Las conquistas de lxs trabajadorxs en el Hospital Italiano de CABA lo distinguen del resto de los establecimientos de Sanidad. Tanto en condiciones laborales y salariales, como de “adicionales”, son la “marca registrada” entre los trabajadores del gremio. Algunas de las más significativas conquistas son:
- Adicional único de lavado y planchado del 18,25%.
- Premio por asistencia flexible que representa un 21% del salario.
- Pago de guardería en todos los turnos.
- Comedor con tres menúes diarios y opción de refrigerio.
- Adicionales en todas las categorías del convenio.
- Adicional del 15% en el turno noche.
- Sistema de franqueros en la gran mayoría de las categorías.
- Reparto de útiles escolares y juguetes para el día del niño.
- Colonia de vacaciones para lxs pibxs.
- Pago de horas extras al 200%.
- Lactario para las madres trabajadoras.
Todos estos logros fueron posibles por el modelo de democracia sindical llevado adelante durante años, lo cual permitió un nivel de participación y compromiso del conjunto de lxs trabajadorxs que se organizaron para tener estos avances. Con asambleas de sectores, generales, consultas con urnas y todo tipo de búsqueda de expresión de la voluntad mayoritaria ante cada paso. Este método, de consulta permanente y democracia sindical también es algo único en el gremio. No existe en ningún otro lugar justamente porque es lo opuesto por el vértice del modelo verticalista y digitado de la Celeste y Blanca.
Este modelo, independiente, democrático, plural y de lucha nos permitió en el último período lograr conquistas incluso en medio de la ofensiva patronal que se ha jugado a arrebatarnos derechos en medio de la tregua de Daer al gobierno de Macri. Sin embargo, hasta ahora no han podido, y el resultado electoral demuestra de manera contundente la gran dificultad que tendrá esta patronal para llevar adelante su plan y el riesgo que le significa seguir por la misma senda.
En pocas palabras: dos modelos sindicales, el de la CyB que es repudiado por la mayoría de lxs trabajadoxs y el de La Bordó que es mirado como la alternativa por el conjunto de lxs laburantes del gremio.
La fórmula Bordó: experiencia, tradición de lucha y renovación
La Bordó, como heredera de la histórica Naranja de la década del 80 que reivindicamos y que llegó a dirigir el gremio en CABA, esta vez expresó en la dura disputa por la Comisión Interna y los delegados generales, una síntesis de experiencia y tradición, y una renovación generacional y militante con nuevos delegados y delegadas de los sectores más representativos y masivos del hospital (enfermería, mucamas, administrativos, técnicos, preparadores), con equidad de género y en todos los turnos.
Esa renovación, de un contingente de nuevos y jóvenes delegados antiburocráticos, sintoniza con la nueva situación mundial que tiene a la juventud como protagonista en grandes acontecimientos de la lucha de clases en el mundo. Una juventud que quiere dar vuelta todo, porque es consciente de que las cosas como están no van más y se rebela contra todo, incluyendo los burócratas sindicales. Esa energía y la intervención de nuestro partido, el MST como puntal clave en la construcción de La Bordó, terminaron siendo factores concluyentes para ratificar un rumbo.
Consolidar un bastión independiente, extender la experiencia
Por lo pronto, frente a la nueva etapa del país y con la patronal a la ofensiva, amparada en el nefasto acuerdo de Daer con el macrismo, tenemos en lo inmediato la lucha por un bono de fin de año. Pretenden sacarnos una conquista que tiene una década. Ahora, debemos aprovechar la fortaleza de la nueva interna que tiene más delegadas y delegados, y que cuenta con un apoyo enorme entre lxs trabajadorxs.
Es la primera prueba concentrada de lucha contra el “Pacto Social” en el sindicato. Patronales con ganancia extraordinaria que quiere ajustarnos a lxs trabajadorxs. Vamos a dar pelea. Y es por ello que este jueves 19/12 realizaremos una asamblea general, que seguramente va a ser muy importante, para demostrarle a la patronal que no nos vamos a quedar de brazos cruzados. Exigiremos un bono que tenga una cláusula de ajuste automático, que constituya medio básico en mayo y medio más en diciembre para terminar con los vaivenes generales y asegurar nuestro derecho.
A la vez, nuestra orientación consiste en multiplicar el modelo “Bordó del Italiano” en el conjunto de los establecimientos del gremio, donde Daer y su agrupación, pactan con los patrones y se dividen la tarea de superexplotar a lxs trabajadorxs. Por eso, el año que viene, en el contexto del “Pacto Social” contra los de abajo, nos proponemos fortalecer la Bordó en el conjunto de ATSA y a la vez, potenciar la coordinación en ANCLA con las demás agrupaciones antiburocráticas y clasistas que construimos en decenas de gremios. Más Bordó que nunca, más comprometidos con todo lo que nos falta y la democracia sindical.
César Latorre, Delegado General del Hospital Italiano