Otro discurso, más de lo mismo

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La puerta giratoria… sigue. Después de padecer cuatro años de Macrismo, muchos argentinos desarrollaron grandes expectativas en que el gobierno de Alberto Fernández provocara una clara ruptura con las políticas anteriores y generara cambios sustanciales. El discurso que Alberto empleó en la campaña electoral también alimentó estas expectativas. Pero desde que asumió hasta ahora, ha mostrado más puntos de continuidad que de cambio. Durante la campaña, Alberto criticó la puerta giratoria de la deuda con Macri, resaltando cómo gran parte de los fondos recibidos del FMI terminaron fugados por los amigos de Macri. Pero ahora convalida esa estafa y se compromete a pagarla. La Ley de Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Externa obtuvo media sanción en Diputados y ya tiene dictamen en el Senado. Los diputados macristas, cipayos consecuentes, acompañaron el proyecto. Sólo los diputados del FIT Unidad votaron en contra de esta nueva entrega que le da vía libre al gobierno para negociar la deuda con los acreedores y a modificar el presupuesto a su antojo para pagarla.

El ajuste… sigue. Durante la campaña, Alberto aseguró que iba a meter plata en el bolsillo de los trabajadores y el pueblo. Específicamente, aclaró que cuidaría a los jubilados, expresando que entre ellos y los bancos, priorizaría a los jubilados. Pero el primer proyecto importante que impulsó el gobierno, la ley de emergencia económica cínicamente llamada “Solidaridad Social y Reactivación Productiva”, hizo lo contrario. Congeló la movilidad jubilatoria, efectivamente reduciendo lo que cobrará una mayoría de nuestros jubilados. ¿El objetivo? Achicar gastos fiscales para contar con más fondos para… la deuda. A la par, le pidió a los trabajadores “mesura” en sus pedidos salariales y ordenó sacar de las paritarias cualquier cláusula “gatillo” de actualización automática de los salarios ante la inflación, que supera el 50%. También se “olvidó” del proyecto de prohibición de despidos que el PJ había impulsado cuando estaba en la oposición. En su lugar, introdujo una medida de doble indemnización que las patronales apoyaron y celebraron. Es decir, la “solidaridad social” que pregona Alberto vendría a ser la “solidaridad” que debemos tener los trabajadores y los jubilados con los bancos, el FMI, los acreedores de la deuda y los empresarios. Suena mucho a tiempos de globos amarillos.

La sumisión… sigue. En política internacional, muchos esperaban un distanciamiento radical de la vergonzosa sumisión del macrismo al imperialismo. Sin embargo, estamos viendo una nítida continuidad de esta política. Alberto arrancó su gestión reuniéndose con la misión diplomática yanqui y viajando a Israel para abrazarse al criminal de guerra y genocida Benjamin Netanyahu. Profundizando su apoyo al sionismo justo cuando Trump y Netanyahu revelan el “acuerdo del siglo” con el que pretenden liquidar a los palestinos (ver p. 14 y 15), el gobierno argentino firmó el Comunicado Conjunto de la III Conferencia Ministerial Hemisférica de lucha contra el Terrorismo el 27 de enero en Colombia. Como escribió Telma Luzzani en Página 12, “No es un error decir que fue el canciller norteamericano (Secretario de Estado y ex director de la CIA Mike Pompeo) y no el presidente colombiano Iván Duque quien comandó esa reunión”. Entre sus 24 puntos, el documento identifica al Hezbollah libanés como organización terrorista activa en la región y compromete a sus firmantes a combatirla. Para muchos que esperaban el resurgimiento de un bloque progresista en la región, tal vez con Alberto y AMLO a la cabeza, también fue un baldazo de agua fría la ratificación de Fernández de que Argentina se mantendría como miembro pleno del Grupo de Lima. Todas señales claras de la disposición de Alberto a ordenarse sumisamente a las necesidades y las políticas del imperialismo yanqui en la región. Y para no dejar cabos sueltos, Alberto se reúne con Merkel y la troika del imperialismo europeo estos días para asegurarles que sus intereses también serán garantizados por el nuevo gobierno.

La Iglesia… sigue. Como parte de su gira europea, Alberto se reunió con el Papa Francisco (ver p. 7). ¿La agenda? Deuda y aborto. Para aclarar cuál es prioridad y cuál no es prioridad. Las idas y vueltas con un supuesto nuevo proyecto de ley de aborto, cuando lo único que hay que hacer es aprobar el proyecto de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, contrasta con la seguidilla de leyes, medidas y gestiones express que el nuevo gobierno ha hecho ya en pos de ajustar para pagar la ilegítima y fraudulenta deuda externa a expensas de los trabajadores y el pueblo argentino.

Los presos políticos… también siguen. Como era de esperar, las causas judiciales contra Cristina y otros funcionarios del anterior gobierno kirchnerista han bajado siete cambios, pero con una alarmante desigualdad. Mientras el asesino corrupto de De Vido, responsable por la masacre de once, es puesto en libertad, dirigentes sociales como Milagro Sala o Luis D´Elía siguen presos. La nueva embajadora en el Vaticano María Fernanda Silva dijo que esto “habla peor de nuestro espacio que del espacio que la tiene presa (a Sala) … Los dos pagan con prisión su lealtad y su color de piel también, porque el racismo es estructural en el Estado argentino”. Los corruptos son liberados; los dirigentes que fueron presos para intimidar a los movimientos sociales, siguen encerrados. Otra señal de continuidad que obliga a reafirmar nuestro compromiso con la libertad de todos los presos políticos y la necesidad de una comisión independiente para investigar todos los casos de corrupción.

Hora de rupturas, no continuidades. Los viejos partidos que se alternan en el poder comparten un mismo núcleo, una misma relación orgánica con los distintos sectores del establishment. Ocupando distintos sectores del espectro y ajustando sus discursos. Más allá de los estilos, las tácticas y determinados matices, Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, aunque no son lo mismo, se empiezan a parecer. La última votación sobre la deuda en el Congreso demostró que solo el Frente de Izquierda Unidad está por una salida alternativa y al servicio de los intereses de los trabajadores y el pueblo. Hay que repasar sino el resultado de esas leyes claves que encontraron a todo el espectro patronal unido (con la inestimable ayuda de fuerzas que se reclaman progresistas y de izquierda como el PCR o Patria Grande). Frente a esto y para llevar adelante las tareas aquí planteadas, te invitamos a hacer una experiencia con la izquierda que siempre defiende tus derechos, en la fábrica, en el hospital, en la escuela y en cualquier repartición estatal, en el barrio y en la facultad. Organizate con el MST en el FIT Unidad.

 


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