En la presentación del ministro Guzmán quedó en evidencia que, a pesar del discurso contra el FMI y la denuncia de la responsabilidad que tiene el organismo ante la situación económica que padece hoy el país, el centro de su exposición fue mostrar cómo van a lograr pagar una estafa. Esa política alimenta la creencia de distintos sectores que aún creen que las deudas se honran, por más que sean fraudulentas y condenen a la mayoría. Desenmascarando la política del gobierno, estamos quienes levantamos el no pago de la deuda, como única salida soberana.
Negociaciones abiertas
En la exposición Martín Guzmán planteó que estamos ante “un proceso complejo. Están los bonistas, que decidieron apostar a un modelo que fracasó, y el FMI, que realizó el préstamo más grande en su historia, que no se utilizó para aumentar la capacidad productiva del país. que se utilizó para pagar deuda y para la salida de capitales. El FMI es también responsable de la crisis de Argentina”, si escuchamos esto creeríamos que vamos a un enfrentamiento con los bonistas y el Fondo para desconocer la deuda, pero, aunque la negociación aún no está cerrada de lo que hay certeza es que el gobierno:
Va a pagar, quizás con la modificación de los plazos, toda la deuda que ellos mismos denunciaban cuando eran oposición como una estafa.
Ya está haciendo las tareas que el Fondo quiere para avanzar en la negociación: ajuste a les jubilades, volver a aplicar el IVA a los productos de la canasta de alimentos, avisar que las tarifas de servicio no se mantendrán congeladas, hacer propuestas de sumas fijas de aumento, insuficientes y eliminando la cláusula gatillo, abrir la puerta a la suba de la edad jubilatoria. Es decir: El FMI pide, el gobierno cumple, les trabajadores pagamos.
Hechos, no palabras
Por más que Cristina hable de quita, como forma de enfrentarse al Fondo, Alberto da garantías de pagar todo; y mientras desde el mismo gobierno plantean que el FMI ha cambiado, con quien ahora se puede tener un “diálogo constructivo”, los dichos de Cristalina Giorgieva aclarando que no habrá quita, defendiendo sus intereses. La única verdad es la realidad, que muestra que el gobierno por más “críticas discursivas” organiza toda la economía para convalidar una usura, y seguir garantizando los intereses del capital financiero.
Pagar o crisis
La política que lleva adelante el gobierno y la oposición patronal, avanzar en acordar con el FMI y los bonistas, tiene eco en los medios de comunicación que intentan instalar que la única salida es pagar. Aunque en muchos casos se plantea que la deuda contraída durante el gobierno de Macri es ilegal e impagable, la única opción que barajan es pagar, argumentando que, si no se profundizaría la crisis. La realidad es que poner la economía al servicio de pagar la deuda, es lo que aumenta la situación de precarización en la que vivimos. Poner la economía al servicio de pagar es impulsar como motores económicos Vaca Muerta con fracking y megaminería, que generarían dólares a costa de saqueo y contaminación; no aumentar los presupuestos para salud y educación; es avanzar en ajuste a les trabajadores que por más que lo dibujen como políticas “solidarias”, como mostramos arriba significan más ajuste.
No al pago de la deuda
Ante la falsa creencia de pagar o pagar, desde la izquierda planteamos con claridad: hay otra salida y comienza desconociendo esa deuda odiosa, no pagando ni un peso más, rompiendo con el FMI, haciendo una auditoría total de la deuda y castigando a quienes la generaron y destinando los millones que tienen ese fin a terminar con las necesidades acuciantes que tiene nuestra población. Y ante las amenazas de bloqueos y sanciones, avanzar en una política soberana: nacionalizando el sistema bancario y el comercio exterior; expropiando propiedades y activos de los capitalistas que accionen contra esta política soberana. Hoy se hace necesario profundizar la campaña unitaria por el no pago, contra el FMI y la política del gobierno, tenemos que ser miles en las calles.
Cele Fierro