“Sin memoria, verdad y justicia la Argentina no se puede poner de pie”, dijo AF el 1º de marzo. Pero días antes llamó a “dar vuelta la página” de la dictadura, aunque tras el repudio general debió disculparse. Es que, bajo doble discurso, busca la reconciliación con los genocidas. En cambio, desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia el 24 de Marzo vamos a marchar por cárcel a todos ellos y también contra el FMI, la deuda externa y el ajuste.
Escribe: Pablo Vasco, CADHU-MST
Tanto fue el rechazo que generó su llamado a “dar vuelta la página”, no sólo entre los organismos de derechos humanos afines al gobierno sino también entre su propia base social, que en su discurso ante el Congreso AF tuvo que mencionar los derechos humanos: “Su defensa no es la columna vertebral de un gobierno, sino la columna vertebral de la República Argentina en su conjunto”. Pero a renglón seguido únicamente anunció que el Estado recobrará un rol activo en los juicios de lesa humanidad -rol que el gobierno de Cristina y aún más el de Macri habían abandonado- y que se hará un sitio de memoria en Campo de Mayo. Punto.
Si bien el presidente definió los derechos humanos como la “columna vertebral” de nuestro país, sus restringidos anuncios son menos que la pequeña punta de una vértebra. Ese doble discurso tiene una explicación: elogia los derechos humanos porque mantienen una alta legitimidad social, pero no es consecuente con ellos porque su estrategia apunta a otro objetivo.
Buscan la reconciliación
Antes de 1982, en nuestro país las Fuerzas Armadas eran un evidente factor de poder político: cada vez que se desgastaba un gobierno peronista o radical, venía un golpe militar. Pero la revolución democrática que volteó a la última dictadura genocida cortó de cuajo ese ciclo pendular. En Semana Santa de 1987, la amplia movilización social contra la intentona golpista carapintada reafirmó esa dura derrota de las FF.AA.
Entre otras luchas, esa derrota política después la volvieron a ratificar: el Argentinazo de diciembre de 2001, la poderosa rebelión popular en la que los milicos no pudieron reprimir(1); la anulación de las leyes de impunidad en agosto de 2003, que permitió reabrir los juicios a los genocidas; y la masiva marcha a Plaza de Mayo en mayo de 2017, que en menos de 24 horas liquidó el intento de la Corte Suprema de beneficiar a los represores con el “2×1”.
En ese marco, a fin de recomponer un régimen político burgués “normal” en donde las FF.AA. tengan el prestigio suficiente para reprimir, para la burguesía argentina y el imperialismo la tarea estratégica de reconciliar al pueblo con los militares todavía sigue pendiente. Por eso, una y otra vez vuelven los intentos. Como el negacionismo de Macri y sus funcionarios hacia el genocidio, como el desguace de las causas judiciales, la lentitud de los juicios y el privilegio de las prisiones domiciliarias a genocidas. Como los rosarios bendecidos que el Papa les envió hace poco a decenas de represores condenados, y como los llamados a “dar vuelta la página”.
No fue “inconducta”:fue genocidio
AF reivindicó a las FF.AA. en un acto para despedir a tropas argentinas a una “misión de paz” de la ONU en Chipre. Primero, convalidó esas intervenciones militares imperialistas, como también lo es la de Haití. Segundo, llamó “inconducta de algunos” a la institución militar que consumó el genocidio(2), o sea a la dictadura cívico-militar-empresarial y eclesiástica que asumió la suma del poder público, aplastó al pueblo trabajador, cerró el Congreso, prohibió los partidos políticos, intervino los sindicatos, disolvió los centros de estudiantes, censuró a la prensa y al arte, se apropió de cientos de bebés, y persiguió, secuestró, desapareció, torturó y asesinó a 30.000 activistas. Y luego su disculpa fue por “no usar las palabras pertinentes”, o sea por la forma y no por el contenido de lo que dijo.
Ante su “vuelta de página”, el 25F organizaciones del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia hicimos público nuestro repudio(3). Entre otros puntos, señalamos: “No es posible dar vuelta ninguna página ni pretender reconciliarnos con instituciones que ocultan el destino de casi 400 hijas e hijos de nuestras compañeras y compañeros. No es posible ocultar por más tiempo los archivos que tiene el Estado bajo el cuidado de dichas instituciones armadas sobre los represores que participaron del genocidio que se extendió sobre todo el territorio argentino. Alberto Fernández está abonando el posicionamiento de la obediencia debida cuando manifiesta ‘la inconducta de algunos’, pues niega la participación del conjunto de las Fuerzas Armadas en la represión al pueblo”.
A su vez, el 1º de marzo AF anunció que abrirá los archivos de la AMIA. Lo que nunca explica es por qué si “todos nuestros oficiales han salido de la democracia”, según dijo, las FF.AA. y él mismo -como su comandante en jefe- se siguen negando a abrir todos los archivos de la dictadura, que contienen información imprescindible sobre el destino de las y los detenidos-desaparecidos y los bebés apropiados.
Debates en el Encuentro
Desde el EMVJ, que integramos, se viene preparando la marcha del próximo 24 de Marzo a Plaza de Mayo. Hay pleno acuerdo en convocar a una marcha independiente del Estado y de todos los gobiernos, ya que el oficialismo hará la suya. También acordamos en que vamos a movilizar con dos reclamos centrales: cárcel a los genocidas y contra el FMI y la deuda externa.
No obstante, en la plenaria del martes 25, citada para definir la formulación de las consignas, se produjo una crisis: en vez de aportar a ese debate colectivo, el PCR y sus agrupaciones afines (Liberpueblo y EATIP), que ahora apoyan e integran el gobierno de AF, intentaron abrir un equivocado balance sobre el supuesto “curso sectario del Encuentro”. Es lo opuesto: el EMVJ hizo unidad de acción con los organismos y sectores K cada vez que correspondió, como ante el “2×1” o los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, pero siempre mantuvo la independencia que lo caracteriza. Ante las refutaciones a su postura, el PCR se retiró de la reunión (a la siguiente volvió). La plenaria siguió y definimos las consignas para la marcha y acto del 24, que reproducimos abajo.
Con más fuerza que nunca, y frente a un gobierno nacional que dice y se desdice pero busca la reconciliación con los genocidas, el 24 marcharemos a Plaza de Mayo y en todo el país para repetir: No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.
1. El Estado Mayor de las FF.AA. informó públicamente que sólo actuarían si el Congreso lo pedía mediante una ley, que fuera aprobada por mayoría absoluta e incluyera “las reglas de empeñamiento”, o sea, qué hacer en concreto. Como no había ninguna condición de que el Congreso votara una ley así, era la forma de decir que las FF.AA. no intervendrían en la represión.
2. El terrorismo de Estado no empezó en 1976, sino en 1974, con el Operativo Independencia y la Triple A, la CNU, el CDO y otras bandas parapoliciales de ultraderecha, que al amparo del gobierno de Juan Domingo Perón asesinaron a casi mil activistas populares.
3. Junto a decenas de organizaciones populares, lo firmamos los siguientes organismos de derechos humanos: APEL, CADEP, CADHU, CeProDH, CMM, CORREPI, Encuentro Militante Cachito Fukman (EMCF), Herman@s de Desaparecidos por la Verdad y la Justicia, HIJOS Zona Oeste, Madres Víctimas de la Trata y SERPAJ.