Estamos muy cerca de cumplir tres meses de la detección del primer caso de Coronavirus en Argentina. Pero para quienes somos del sector salud, los meses son años. Siempre en la primera línea.
Escribe: Mariano Veiga, Secretario General Adj. AGIHM
Al inicio de la pandemia, empezamos los reclamos por los Equipos de Protección Personal (EPP) en todo el país. Nuestra agrupación Alternativa Salud (ANCLA/MST), impulsó junto a trabajadores del equipo de salud los primeros amparos del país para que se garantice esas mínimas condiciones de trabajo necesarias para enfrentar la pandemia. Salieron favorables, y en muchos hospitales comenzaron las entregas de los equipos a la semana siguiente.
Todavía sigue siendo una lucha el acceso a los equipos, y en muchas provincias es una pelea diaria. Esta fue la razón de por qué las/os trabajadores de la salud representamos más del 15 % de los contagios de todo el país, superando ampliamente a países con estadísticas de contagios diametralmente superiores.
Testeos y bono que no llegan, protocolos desde arriba
Las otras peleas que estamos dando son la de los testeos masivos entre las/os trabajadores de la salud y por protocolos de actuación construidos democráticamente desde abajo. En el caso de la Provincia de Buenos Aires, CICOP logró con la lucha que se realicen los Comités de Crisis con participación efectiva de las/os delegadas/os de cada hospital; pero esa es una realidad que no se cumple en todos lados. En la CABA los CDC son una pantomima donde el GCBA baja protocolos que no aplica o aplica tarde, como es el caso del Hospital Borda, que ya tiene múltiples contagios.
A su vez, nuestro reclamo de la primera hora por testeos masivos aún no se cumple. ¿Qué esperan? La lógica de entender a la salud como un gasto se olfatea a la legua. A pesar de que Fernández promete y propagandiza los avances en testeos, eso no se observa en los hospitales.
Para colmo, el problema del salario y la precarización laboral continúa barranca abajo. Ginés prometió el bono de 30 mil pesos para abril. Luego de 3 cuotas de 10 mil. Finalmente lo rebajó a 4 cuotas de 5 mil. Y aún no lo cobramos! En la mayoría de centros de salud del país seguimos esperando esa insuficiente cifra. Esto termina siendo insulto cuando vemos como subsidian a las grandes corporaciones por millones.
Es clave por ello continuar organizando esta lucha desde las asambleas con los sindicatos combativos de salud, como CICOP, UTS, AGIHM y otros; en los lugares que sea posible, y en los que no, tomar la posta que no toma la burocracia sindical, que se dedica a hacer la plancha. Se viene el pico de contagios y no podemos vacilar. Nuestra vida está en juego y los gobiernos y patronales solo quieren ahorrar gasto y mantener una buena imagen pública. Por ello, estamos preparando una jornada nacional de lucha en unidad.
Sobre el sistema de salud, polémicas necesarias
El derecho a la salud está cuestionado y amenazado desde hace años por los sucesivos intentos de los gobiernos de aplicar las recomendaciones del Banco Mundial y el FMI, por favorecer al subsector privado en detrimento de lo público, hasta la privatización definitiva. Nuestro sistema de salud, hoy está organizado de forma tripartita al igual que en la mayoría de los países de Latinoamérica. Administran la salud el Estado, los privados y la Seguridad Social (en nuestro país los dirigentes de los sindicatos). Y existen un paquete de herramientas impositivas, presupuestarias, jurídicas, mediáticas y sociales; que apuntan a beneficiar permanentemente al sector privado.
Estas políticas se acentúan desde la publicación en 1993 del Informe sobre el Desarrollo Mundial “Invertir en salud” con recomendaciones sobre política sanitaria elaborado por el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y otras instituciones y organismos bilaterales.
Desde nuestra perspectiva, es imposible pensar un sistema de salud público, gratuito y de calidad en un escenario de coexistencia con el sistema privado y de Seguridad Social. Estamos convencidos que en esa tensión, siempre sale perdiendo el sistema público. Esto lo pudimos ver en un gesto de hace unas semanas, cuando el Gobierno amagó con utilizar camas del sector privado para el bien común, y retrocedió rápido cuando las prepagas le pegaron un grito.
Este es un debate importante dado que muchos de los teóricos en materia sanitaria de este gobierno, defienden este modelo tripartito. Desarrollan diferentes estrategias y planes, para explicar que es posible esa coexistencia, fortaleciendo el subsistema público. Ginés en su trabajo “Las reformas sanitarias y modelos de gestión”, desarrolla la importancia de la competencia entre los servicios privados y públicos de salud, haciendo centro en la importancia de “gestionar”.
¿Por qué pensamos que resulta imposible esta vía, para enfrentar una pandemia como la que vivimos? En primer lugar porque las Obras Sociales son la caja grande de la burocracia sindical, que deglute millones en detrimento de la salud de sus afiliados. En segundo lugar porque el subsistema de salud privado en el marco de un modelo económico capitalista, ya sea “capitalismo bueno” o “neoliberal”, siempre tendrá como fin el lucro con la salud. Y en tercer lugar, porque con los recursos del Estado que hoy se utilizan para el sistema público y los aportes que hacen millones de trabajadores a las obras sociales o prepagas; se podría realizar un shock de inversiones en salud. Eso sin considerar que se debería dejar de pagar la deuda externa usurera, que hoy aplasta al presupuesto público de salud.
Campaña internacional por un sistema único de salud
Resulta utópico pensar que este sistema tripartito de salud nos garantizará algún día calidad, gratuidad y un abordaje efectivo de esta pandemia. Por el contrario, en el marco de un Sistema Único Público de Salud, eso sería posible. La historia demuestra que en países como Cuba, los sistemas de salud funcionaron con mejores índices que muchos países que aplican las recetas del Banco Mundial. El problema radica en cómo se administra y cuál es el modelo económico que lo sustenta. ¿Es la burocracia sindical? ¿Es el gobierno de turno? La única garantía de que funcione, es si se financia de rentas generales y se sostiene mediante un control democrático de sus usuarios y trabajadores, en el marco de otro modelo de país. Nuestra organización se ha sumado y junto a miles de dirigentes de Argentina, Brasil y otros lugares, estamos impulsando una campaña internacional por el sistema único de salud. Acompañanos con tu firma.
Sumá tu firma a la campaña por un Sistema Único de Salud
Desde hace varias semanas, venimos impulsando junto a compañeras y compañeros de diversos países, una campaña de firmas en apoyo a la declaración común que hemos realizado y que podés leer completa en www.mst.org.ar y www.lis-isl.org.
Al día de hoy, son miles las firmas de organizaciones y referentes políticos, sociales, sindicales, intelectuales, de la cultura y los DDHH, que apoyan esta declaración. Podés comunicarte con nosotros para sumar la tuya. Hacelo a través del whatsapp 1154729002. O escribirnos a: mst.peru.envios@gmail.com
Nuevas firmas
Alicia Massarini, Bióloga de la Maestría en Gestión de la Ciencia (UBA); Miguel Mirra, Guionista, director de cine y docente; Héctor «Cacho» Bidonde, Actor, director y docente de teatro; Comisión Interna, Fábrica FELFORT, Sindicato de la Alimentación (Argentina); Hilda Agueda, Secretaria de Actas Junta Interna ATE Min. Trabajo Pcia. Bs. As.; Carlos Ghioldi, Secretario gremial CTA de los Trabajadores y Comisión Gremial de “La Toma”; Hugo Jerez, Secretario Gremial, CTA Santa Cruz; Juan Pablo Casielo, Secretario Gremial de AMSAFE Rosario; Dra. Graciela Balderrama psiquiatra; Dra Laura Figueroa abogada de derechos humanos, Tucumán; Cristina Leal Lic. en enfermería. Presidenta de Jubilados de la Plaza, Tucumán; Martínez Joao, APROSLAR, La Rioja; Agüero Rolando, APROSLAR, La Rioja; Gómez Enzo, Precarizados de la Salud, La Rioja; Gutiérrez Lorena, Hospital de la Madre y el Niño, La Rioja; Maldonado Javier, Hospital Enrique Vera Barros, La Rioja; Molina Nahuel, Hospital Enrique Vera Barros, La Rioja; Galleguillo Esperanza, Hospital Enrique Vera Barros, La Rioja; Pinto Brenda, Hospital Enrique Vera Barros, La Rioja