El Encuentro Internacional de Jóvenes Socialistas realizado el sábado 20 de junio pasado superó todas nuestras expectativas. Literalmente tuvo representaciones de un extremo a otro del planeta. De Oceanía a Centroamérica, de Europa del Este a Sudamérica, de EEUU a Medio Oriente, África y Asia del Sur. Más de 30 países presentes, 5 continentes, muchos idiomas para una bandera común: dar vuelta todo.
Escribe: Mariano Rosa
Cuando la pandemia empezó provocó en pocas semanas una impresión muy fuerte en la conciencia de millones. Los gobiernos capitalistas usaron el virus para el recurso típico de polarizar con un enemigo que unifique a las mayorías detrás de los oficialismos. Hubo un primer momento donde lograron, confinamiento mediante, sacar de las calles a la gente. El eje de atención se concentró en sopas de murciélagos y pangolines. En ese contexto, polemizamos con la tesis del congelamiento de las luchas por COVID, e hicimos un pronóstico: como en las grandes guerras, pasado el primer efecto de “unidad nacional” contra el enemigo, se van a retomar multiplicadas las acciones de masas. Los sufrimientos sanitarios, económicos y sociales de la crisis que la pandemia amplifica, iban a recaer sobre la clase obrera y especialmente, sobre la juventud. El último mes, la rebelión histórica en EEUU, la interminable revolución en el Líbano y las protestas crecientes en Brasil confirman aquella hipótesis que planteamos. Aunque los poderes políticos del capital no tienen un liderazgo estratégico claro, aunque improvisan y las acciones masivas de lucha, los desorientan, tienen un instinto de clase y supervivencia básico. La respuesta ahora, y en todas las crisis mundiales del sistema, es una: más explotación obrera, más reforzamiento de opresiones variadas, más represión. La juventud está en la mira de los que mandan, y a la vez, despliega una vitalidad de rebeldía emocionante. La Liga Internacional Socialista prepara su mensaje programático y propuesta de organización consciente para ese activismo internacional que cava trincheras, que no tiene miedo.
Las banderas de las rebeliones, nuestro plan
El Encuentro Internacional del último sábado mostró diversidades nacionales con testimonios de Pakistán, Turquía, Australia, Líbano, EEUU, Brasil o Centroamérica, pero a la vez dejó en evidencia banderas comunes de la juventud a escala global. Porque el capital ejerce “su internacionalismo” precarizador, racista, depredador de la naturaleza y machista contra todos los jóvenes del mundo. A ese programa le tenemos que oponer el nuestro. Porque las rebeliones masivas, de calle, son el motor de los cambios de fondo, pero sin GPS pierden el rumbo, se diluyen. Y entonces, el rol estratégico de los socialistas de la LIS consiste en agrupar a las y los mejores luchadores de esas protestas en una organización militante que contribuya a presentar un plan de reorganizar todo lo que está mal:
- Contra todas las precarizaciones: en el plano laboral, luchar para trabajar todos, menos tiempo y con un ingreso suficiente. En el terreno educativo, por la universalidad del acceso, la permanencia, el carácter laico y la democratización en todo.
- Contra el racismo y todas las opresiones: la juventud, la clase obrera, es internacional, multi-étnica y elige su identidad. El racismo, el chovinismo, el machismo son recursos del 1 % para dividirnos. ¡Hay que desmantelar los aparatos de represión estatales! Y claro: separar Iglesias de Estados y desfinanciarlas.
- Contra la depredación ecocida: porque la matriz de producción y consumo del sistema es el verdugo de la naturaleza y la salud colectiva. Hay que arrebatarles a las corporaciones todos los resortes de la economía, planificar todo en base a las necesidades sociales, no de la rentabilidad privada.
- Contra las falsas ideologías anti-obreras: ni la clase obrera desapareció, ni dejó de ser clave por la ubicación que tiene en la economía. No hay robotización ni inteligencia artificial que la reemplace. Por eso, nuestra bandera es la unidad de toda la clase trabajadora, para dirigir la sociedad de conjunto.
- Contra la “pandemia” del escepticismo: los derrotados, los cobardes, nunca se presentan así. Claro, inventan una justificación para su rol amigo de los capitalistas. El planteo de “reformar el sistema”, de “humanizarlo” o las versiones “progresistas” de proyectos políticos como el kirchnerismo en Argentina son el peor virus: el descreimiento en la revolución que hace falta. Los combatimos, organizados, conscientes, con propuestas.
- Contra las derechas, y los proto-fachos: la polarización va ganando peso. Como respuesta a la acción de masas, y frente a la debacle de los reformismos que prometen concesiones pero no tienen margen, las derechas más reaccionarias se preparan y donde pueden, actúan. Tienen un programa: un salto en la barbarie explotadora. Todavía no ganan vitalidad, pero la clave es derrotarlas de forma implacable. En las calles, políticamente y con medidas contundentes anticapitalistas y socialistas.Estas y otras causas que emergen de las rebeliones, la LIS internacionalmente y el MST en Argentina las levantan como sus bases principistas para dirigirse a miles y miles de jóvenes.
Un Manifiesto que diga
Toda reunión de revolucionarios tiene que resolver acciones prácticas para hacer avanzar la organización militante. Es una premisa. El enorme Encuentro que construimos, la riquísima deliberación que lo atravesó, deja un motivación muy fuerte y elementos para organizar los próximos pasos. Por lo pronto, en lo inmediato, queremos que los cientos de activistas independientes que participaron del Encuentro para conocernos, se incorporen en Argentina al MST. Es la prioridad de toda nuestra militancia desde Jujuy hasta la Patagonia. Ya sabemos que se están realizando decenas de reuniones de balance con esos participantes a los cuales estamos planteando militar. Entre las tareas de la Liga Internacional Socialista que dejó el evento del sábado, está la elaboración de un Manifiesto para llegar a centenares de miles de activistas con la perspectiva, propuestas y convocatoria a ser parte de la LIS a través de sus organizaciones. También, el resultado exitoso de esta primera experiencia de asamblea internacionalista deja como desafío convocar a nuevos eventos para abordar todos los temas que debate la juventud a escala mundial. Y en el mismo sentido, ser los primeros impulsores de cada campaña y todas las tareas que hacen a la construcción de la organización internacional y sus partidos en cada región del planeta. En la Comuna de París, hubo un poeta de izquierda, militante de esa revolución, Rimbaud, que escribió unos versos que decían que cuando las masas toman el poder “la primavera se hacía evidente”. Bueno, la LIS, el MST, su juventud imparable se prepara para concretar muchas primaveras evidentes en todos lados.
Leer también: Voces del Encuentro Internacional de jóvenes socialista