Para defender las fuentes de trabajo
La empresa LATAM, una de las principales compañías aéreas de América Latina hizo pública su decisión de dejar de operar vuelos de cabotaje en nuestro país, lo que significa el cierre de 12 destinos y el despido de más de 1700 trabajadorxs. El día 17 de junio, presentó ante el Ministerio de Trabajo un Procedimiento Preventivo de Crisis por el que busca, encima, abonar el 50% de las indemnizaciones correspondientes.
Escriben: Aeronáuticxs del MST
LATAM opera en nuestro país desde el año 2005, cuando desembarcó de la mano del gobierno de Néstor Kirchner. Entonces aún era LAN Airlines, empresa de capitales chilenos y cuyo mayor accionista era el actual asesino del pueblo chileno: Sebastián Piñera. En 2010 se fusionó con la brasilera TAM para dar origen a LATAM, transformándose en la principal operadora aeronáutica de nuestro continente.
En nuestro país, la empresa opera 12 destinos internos y 4 internacionales, y llegó a controlar casi el 30% del mercado aeronáutico nacional.
En los últimos años, a partir del desembarco de las compañías low-cost, sus operaciones se fueron reduciendo. Vale aclarar que LATAM nunca se opuso a la «revolución de los aviones» impulsada por el macrismo, sino que apoyó con entusiasmo su gobierno, lo que tuvo su expresión en el nombramiento como vice jefe del gabinete macrista de Gustavo Lopetegui, quien fue durante casi diez años CEO de LAN argentina.
Miserables
LATAM es una de las empresas que con mayor desparpajo demostró lo que significa la voracidad capitalista: a pesar de haber obtenido durante los últimos tres años ganancias record; en plena pandemia despidió a más de 4 mil trabajadorxs de sus filiales chilena, colombiana, ecuatoriana y peruana. Muchxs de ellxs habiendo aceptado reducciones salariales.
En nuestro país, descontó compulsivamente la mitad del salario a sus trabajadorxs, y ahora toma la decisión de dejar sin empleo a más de 1700 familias en medio de la Pandemia.
Mientras, sus accionistas se reparten dividendos por 57 millones de dólares y reciben compensaciones multimillonarias de los Estados, como el ATP en Argentina, el millonario y cuestionado salvataje del gobierno de Piñera, y otro tanto en Brasil.
Pero nada es suficiente para la sed de ganancias de estos empresarios. Las posibles dificultades para seguir avanzando sobre los derechos de sus trabajadorxs llevan a la trasnacional a suspender las operaciones de su filial argentina.
Las razones de LATAM
En un documento de 60 páginas presentado ante el Ministerio de Trabajo, la compañía deja en claro sus razones: imposibilidad de aplicar políticas de ajuste y flexibilización sobre sus trabajadorxs.
La mayor parte del documento enumera los objetivos que LATAM se impuso en los últimos años y que no pudo lograr: fusionar tareas, ampliar horarios, comprimir turnos, reducir francos y feriados, cerrar dependencias, etc. Todo con el objetivo obvio de reducir drásticamente el personal. Medidas que contaron con la resistencia de lxs trabajadorxs.
En palabras de la empresa «Cada iniciativa asociada a estos objetivos [aumento de productividad, competitividad, y eficiencia] fue consistentemente resistida.»
Aunque la empresa pudo avanzar en algunos: cierre de call centers, de oficinas comerciales, de bases en Bahía Blanca y San Juan, tercerización de sectores, etc. Y en el último año, la implementación del Interchange.
Pero nada es suficiente. La Pandemia de COVID-19 fue la excusa perfecta para avanzar en su agenda, comenzando por la reducción del salario a sus trabajadorxs, apelando a aprietes y extorsiones. Al no contar con las garantías necesarias para seguir avanzando en su agenda precarizadora, se van.
Un caso testigo
Lo dicho muestra que se trata de una extorsión lisa y llana por parte de una trasnacional que exige, para operar en el país, avanzar sobre los derechos y conquistas de sus trabajadorxs.
Significa, que estamos ante un verdadero «caso testigo», ya que como el conjunto de la patronal argentina, se prepara para descargar la crisis en los hombros de lxs trabajadores. Ya vemos despidos, suspensiones, reducciones salariales, pérdidas de derechos y conquistas, etc. Y se preparan para profundizar esto en la Argentina pos-pandemia.
De ahí la importancia de la respuesta a esta situación. Hasta ahora, el gobierno de Alberto Fernández, a través del Ministerio de Trabajo, ha dejado correr a la empresa. Como decíamos en un artículo anterior:
«El Gobierno Nacional, que había prometido ‘mano dura para con el empresariado que incumpla’, sin revisar siquiera los libros contables, y muy lejos del ‘les toca ganar menos’, aplicó el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), dándole subsidios millonarios. Así, mientras millones de personas buscan con que subsistir la cuarentena, la CEO de la compañía cobra subsidio ATP. Así de indignante y ridículo como se lee.
A pesar de que el Ministerio de Trabajo finalmente publicó un dictamen dándole a la compañía tres días para pagar el monto salarial descontado, al día de hoy la empresa no ha cumplido y sigue sin recibir ningún tipo de sanciones.»
Para colmo, en medio de un conflicto ya declarado, y pese a la advertencia de algunos sindicatos, se le permitió retirar del país varias aeronaves, que con la excusa de un servicio técnico fueron trasladadas a Chile en lo que constituyó un comienzo claro de vaciamiento. Por eso exigimos en su momento: «para evitar el vaciamiento de la empresa: que toda su estructura, incluida flota de aviones y cuentas bancarias se declaren de utilidad social.»
No se dieron pasos en ese sentido. Lo que sabemos a través de la prensa es que el gobierno intenta convencerlos de que no se vayan. Vale preguntarse bajo qué condiciones, puesto que ya han declarado sus exigencias para continuar operando y aun así hablan de una «decisión tomada».
Nacionalizar LATAM con control de lxs trabajadorxs
Ante esta situación, para lxs aeronáuticxs del MST la única forma de mantener los empleos de las 1700 familias es la nacionalización de LATAM, tomando el Estado nacional posesión inmediata de sus bienes, cuentas bancarias, rutas y absorbiendo al conjunto del personal, integrándolxs al sistema aerocomercial público.
Se trata hoy de la única posibilidad de mantener las fuentes laborales. Es hora de que el gobierno deje de utilizar el dinero de la ANSESS para rescatar a los grandes empresarios que han estafado al país y que tome la decisión política de «rescatar» a lxs trabajadorxs.
Es necesario poner en pie una campaña nacional por la estatización de LATAM y el mantenimiento de la fuente laboral de las 1700 familias.
Organizarse desde abajo
Desde el anuncio mismo de la empresa lxs trabajadores comenzamos a organizarnos a través de asambleas virtuales. Transformando la angustia en fuerza, mostramos la disposición a movilizarnos para enfrentar este atropello. Lamentablemente hasta ahora no fue esa la política de los sindicatos. Muchos de ellos ni siquiera han hecho declaraciones, y otros en lugar de comenzar a organizar la lucha unificada que necesitamos se borran, generan temor, no informan sobre los pasos que dan y mantienen en la incertidumbre al conjunto de lxs trabajadores.
Si algo se demostró en estos noventa días, es que no hay ninguna negociación favorable para lxs trabajadorxs apoyada en la pasividad y la inacción. Sólo la participación de todxs y la lucha unificada puede darle a este conflicto una salida favorable para lxs trabajadorxs.