El discurso de Alberto Fernández marcado por no “hacer un ajuste que pague la gente”, se desmorona ante los índices que mes a mes marcan la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, las jubilaciones, programas sociales, en fin, los ingresos de la mayoría. Las medidas que marcaron la agenda presidencial, sin excepción alguna, mostraron una orientación de un gobierno pro patronal. En el horizonte, el plan pospandemia, una estrategia que profundiza el curso actual. Promesas y acciones cada vez más disociadas.
Nicolás Zuttión
Cuando inició el gobierno del Frente de Todos, muchos militantes honestos esperaban ver el funcionamiento de una gestión opuesta por el vértice a lo que fue el macrismo. Pero, antes y después de que se comience a desarrollar el drama de la pandemia del Covid – 19, Alberto Fernández fue mostrando acciones dignas de comparación con el gobierno anterior. Entre ellas podemos mencionar una de gran relieve, como la suspensión de la movilidad jubilatoria, contrapuesta por el aumento por decreto que al día de la fecha le quitó 8 puntos porcentuales, en lo que va del año, a las jubilaciones. Dejando así la jubilación mínima en $18.128 contra una canasta jubilatoria que supera los $45.000.
El sentido de este artículo es tratar de examinar las medidas que figuran en la marquesina del gobierno de Fernández, como políticas que buscan resguardar una vida digna para las grandes mayorías, pero que han hecho todo lo contrario.
Menú para el 1%
Comenzando por la deuda externa se inicia la radiografía del gobierno de Alberto. El canje realizado este lunes, en el que el 93% de los bonistas aceptó la última propuesta, significó la primera arrodillada ante los intereses del capitalismo financiero por parte del presidente. Cedió a todas las presiones de los buitres, a tal punto que entre la primera y última oferta aumentó casi U$S 16.500 millones; sólo redujo en un 1,9% el capital de la misma; no consiguió ningún tipo de plazo de gracia, ya que se va a comenzar a abonar en 2021, y ató al país a pagos que finalizan en 2047.
En el mismo punto podemos decir que nunca cortó los pagos hacia el FMI, los dos últimos, en menos de seis meses, fueron de U$S 329 millones y U$S 305 millones. Y esto cuando el mismísimo presidente denunció que la deuda tomada por Macri iba contra la carta orgánica del FMI, ya que todo el dinero prestado fue fugado instantáneamente. Este robo al pueblo, ahora va a sumar un episodio más con el inicio de las nuevas negociaciones con Kristalina Georgieva, presidenta de la entidad, para reestructurar los futuros pagos. Reformas estructurales son las condiciones del fondo para patear la fecha de los vencimientos. Pero Fernández, antes de volver a entregar al país, no es capaz de plantear una investigación sobre un mecanismo fraudulento que denunció antes de asumir.
Los condimentos para que el círculo rojo se contente con el programa de Alberto, no terminan acá. También sumó el programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), para aminorar el pago de salarios a patronales que no se han cansado de tener ganancias siderales los años anteriores. Tal es el caso de Techint (de la familia Rocca), Clarín (Héctor Magnetto), Coca-Cola y algunas más. Así, $155 mil millones de la ANSES han sido utilizados para proteger las arcas de estos multimillonarios que, en medio de la pandemia, no se han cansado de despedir y suspender trabajadores.
Para coronar, el “Aporte solidario y extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia”, que llega tarde, no compromete a las grandes corporaciones y es por única vez. Tampoco asegura que los fondos recaudados vayan para las urgencias que se necesitan atender, si no que, el porcentaje más importante (25%) va a ser utilizado como inversión para YPF. O sea, se le va a dar el dinero a una de las empresas que más facturó, y todo para profundizar el modelo extractivista en el país, con nuevas prácticas de fracking.
La teoría del derrame, de la pobreza
Mientras se destinan grandes cantidades de dinero para la clase capitalista, los de abajo recibimos migajas. La explicación de esto se encuentra en el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de $10.000 (por familia), que sólo se entregó en 3 oportunidades a lo largo de 6 meses. Así, monotributistas, trabajadores informales y desocupados tuvieron como única política un ingreso de miseria que ayuda a engrosar los porcentajes de pobreza. El IFE se termina este mes y no hay una próxima medida que se piense para los casi 9 millones que lo solicitaron. Lo único propuesto por el ministro Arroyo, es un ingreso universal de un salario mínimo ($16.875) que no aparece y encima es insuficiente si lo comparamos con el estudio de la comisión interna de ATE-INDEC, que estimó en $70.000 un salario mínimo real.
En sintonía a la miseria del IFE, encabezado por Grabois, en compañía de algunos sindicatos y organizaciones sociales, se prepara el Plan de Desarrollo Humano Integral General San Martín1, que ya fue entregado a Sergio Massa. El mismo se propone construir 4 millones de puestos de trabajo social y 170 mil empleos registrados, para distribuir en un 30% del primero y un 70% del segundo, los planes de construcción de obra pública. Dispone de esta forma, con salarios de miseria (se piensa en la cifra de los salarios sociales, de un valor 3 veces menor a la canasta básica), entregarle mano de obra barata, sin derechos laborales, al Estado para desarrollar las nuevas obras planificadas. En cuanto al número total de puestos a crear no resuelve para nada el problema de la desocupación estructural del país. Al día de hoy ya se han perdido 1.090.000 puestos de trabajo y todavía existe un piso de 600.000 desempleados permanentes sin ningún tipo de ayuda del Ministerio de Desarrollo Social2.
Una salida para los de abajo
Trayendo a colación la siguiente cita de la novela de Robert Louis Stevenson, El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, “Cada día que pasaba, y en ambos lados de mi mente, el moral y el intelectual, me fui acercando más a aquella verdad por cuyo conocimiento parcial fui condenado a tan aterrador naufragio: que el hombre no es uno realmente, sino dos”, podemos hacer una analogía con los discursos del presidente Fernández y sus medidas concretas. Vocifera ser un dirigente que pelea por reconstruir un país que no esté atado a deudas, que no tenga destrucción de puestos de trabajos y no sea Argentina un país de excluidos, pero se transforma en su opuesto a la hora de tomar medidas concretas.
A quienes pensaban que con la asunción del Frente de Todos, el destino del país iba a ser totalmente distinto al del gobierno de cambiemos, los invitamos a formar una alternativa totalmente opuesta, de izquierda, antiimperialista y anticapitalista. Una propuesta política que tiene como horizonte el cambio radical del sistema social que impera en nuestro país. Ante el proyecto de una economía reprimarizada, que orienta toda actividad económica para juntar dólares en pos de pagar deudas, planteamos una sociedad que atienda las urgencias de las mayorías trabajadoras. Reemplazando la producción anárquica que liquida nuestra naturaleza y esclaviza el trabajo humano por salarios de miseria, por una economía planificada democráticamente por los trabajadores según las necesidades humanas.
Si compartís esta hoja de ruta, te invitamos a sumarte al MST en el FIT Unidad para dar la pelea.
1 Plan de Desarrollo Humano Integral General San Martín ; en la web plandedesarrollohumanointegral.com.ar.
2 Plan de Desarrollo Humano Integral: Insuficiente y ficticio; en la web mst.org.ar.