El 4 de agosto de 2020 será una fecha muy difícil de olvidar en Beirut, en todo el Líbano, y también para nosotros. Ese día, la explosión de 2.700 toneladas de explosivos, depositados en forma negligente y corrupta en el puerto de Beirut, cambió para siempre la fisonomía de la capital del país y la vida de sus habitantes.
Pasaron casi dos meses de esa verdadera tragedia humanitaria donde hubo más de 200 muertos, más de 7.000 heridos y unas 300.000 personas quedaron sin hogar. Se trató de la explosión más poderosa que soportó la capital del Líbano, una ciudad atravesada por una guerra civil que finalizó hace tres décadas y que hoy sufre una crisis económica gigante en medio de la pandemia del Coronavirus. Casi un 10% de la población del país está tratando de emigrar para encontrar una forma de rehacer sus vidas.
Desde el mismo momento de la explosión, nuestros compañeros del Movimiento por el Cambio, que integran la Liga Internacional Socialista (LIS), algunos de cuyos militantes y simpatizantes fueron heridos por la explosión, se pusieron al hombro la ayuda a la población en las tareas de rescate, recolección de alimentos, agua potable y elementos de higiene y limpieza para distribuirlos entre los sectores del pueblo más afectados. En la misma Plaza de los Mártires en pleno centro de Beirut, donde en octubre del 2019 instalaron varias carpas para sumarse a la rebelión popular y enfrentar al gobierno de Harari, ahora volvieron a instalarlas para juntar donaciones y repartirlas entre los más necesitados de Beirut.
Una gran campaña internacional. ¡Líbano no puede esperar!
Cuando el humo de la explosión todavía no se había disipado y la población buscaba desesperadamente entre los escombros a los desaparecidos, desde la Liga Internacional Socialista y las compañeras y compañeros del Movimiento por el Cambio, se lanzaba una gran iniciativa solidaria, humanitaria e internacionalista. La propuesta de juntar en todo el mundo, 1 dólar, 1 euro o el equivalente en la moneda nacional, a través de una gran colecta solidaria, “Líbano no puede esperar”.
Los compañeros del Movimiento por el Cambio nos hicieron llegar un audio que días después retumbó en fábricas, hospitales y lugares de trabajo. Allí nos decían: “este sistema nos mata, este país nos mata con su estupidez y sus fracasos. Hoy lloramos a las víctimas y unimos nuestras manos para salvar a Beirut de la destrucción. Beirut está herida y su gente está entre los escombros y en las calles. ¡Nosotros vamos a ayudarlos! Ahora necesitamos de los trabajadores y las juventudes del mundo una tarea impostergable: el apoyo solidario al pueblo libanés”
En medio de esas tareas sufrieron otro duro golpe: el asesinato del compañero Abd Abbas, un abnegado militante.
El MST de Argentina en la primera fila de la campaña internacional
Desde el MST nos sumamos con fuerza y entusiasmo a esta campaña internacional. Apelamos a todas y todos nuestros militantes a lo largo y ancho del país, y todes colaboraron, a pesar de la grave situación económica de la pandemia. Llevamos la campaña a nuestros simpatizantes, amigos, familiares, a los lectores de Alternativa Socialista, a las compañeras y compañeros con los que compartimos luchas en el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, en la FAGBLT, en la Campaña Nacional por el derecho al Aborto, en organismos de derechos humanos, sindicatos, comisiones internas, cuerpos de delegados y otras organizaciones.
Llevamos la campaña internacional a las fábricas y lugares de trabajo. Explicamos con un volante a la entrada de los trabajos lo que estaba pasando en el Líbano e íbamos después con alcancías a la salida para recoger las colaboraciones. Y hubo una extraordinaria respuesta de los trabajadores. Nuestras alcancías, nuestros volantes, nuestro audio con la voz de los compañeros del Líbano llegaron a las grandes fábricas como Volkswagen, FATE, Mondelez, Bed Time, línea 60, Pirelli, La Serenísima, Coca Cola, Felfort, La Nirva, Mercedez Benz y muchas otras en Capital y Buenos Aires. A Iveco, Fiat, Epec y otras de Córdoba, Santa Fe y muchas provincias. A los parques industriales de Paraná y Mendoza, a hospitales de Neuquén, Salta, Tucumán y a todo el país.
Nuestras alcancías de solidaridad con el Líbano estuvieron también en las marchas y actividades de docentes en todo el país, en la gran marcha por justicia para Facundo Astudillo Castro, en las jornadas de lucha ambiental del 25 S en todas las provincias y en las actividades por el derecho al aborto legal del 28 S.
Y lo mismo hicieron los demás partidos y grupos integrantes de la LIS en sus respectivos países. Estamos terminando la campaña internacional y hemos alcanzado los objetivos que nos propusimos. Hemos enviado a nuestras compañeros y compañeros del Movimiento por el Cambio del Líbano todo el dinero recaudado y este ha sido de enorme utilidad para ellos y las tareas de solidaridad en Beirut. A todas y todos los que colaboraron les queremos decir, en nombre del MST y en el de los compañeros del Líbano: ¡Muchas gracias por su solidaridad!