35º Encuentro plurinacional y con las disidencias
Por la cuarentena, este año el Encuentro feminista será muy diferente. La ruptura de la comisión organizadora en San Luis. Las posiciones en debate. La convocatoria a movilizar el domingo 11 en todo el país.
Juntas y a la Izquierda
Con la participación de decenas de miles de mujeres y disidencias sexuales y de género, organizadas en un amplio arco de agrupaciones e independientes, el Encuentro anual es un evento inédito en el mundo y marca rumbos para el movimiento feminista del país. Cada año en una ciudad distinta como sede, a lo largo de tres días de octubre el Encuentro siempre expresa el grado de movilización del movimiento, los principales temas y demandas de nuestra agenda y a la vez la relación de fuerzas entre las corrientes que participamos en él.
Ya en los dos o tres últimos Encuentros (Resistencia 2017, Trelew 2018 y La Plata 2019) se vino expresando cada vez con más fuerza una polémica política acerca del nombre: si mantenerlo como sólo nacional y de mujeres, igual que desde que nació en 1986, hace ya 34 años; o si cambiarlo y reconocer de una vez por todas la realidad de su carácter plurinacional y en donde además de mujeres también participan miles de personas que se identifican como lesbianas, bisexuales, travestis, personas trans y no binaries.
Los debates de fondo
Este debate sobre el cambio de nombre chocó contra la cerrada negativa del PCR, corriente que desde hace años hegemoniza la comisión organizadora (CO) de los Encuentros. Así como años atrás se oponían por ejemplo a la participación de mujeres trans en el Encuentro, lo que finalmente fue derrotado, o se niegan a que el Encuentro sea en CABA para presionar en forma directa y masiva al gobierno de turno, luego se negaron a cambiar el nombre.
Pero lo peor no es eso, porque aun siendo muy equivocada su posición tienen derecho a sostenerla, sino que siempre rechazaron que el cambio de nombre -o toda otra decisión colectiva- se resuelva mediante algún mecanismo democrático de consulta o votación en los talleres, que son la instancia más participativa de todo el Encuentro. Nosotrxs, en cambio, siempre sostuvimos otra alternativa: si todas y todes asistimos, todas y todes decidimos.
Este constante aparateo del PCR, a través de las sucesivas CO, está directamente asociado a su política frentepopulista, es decir de colaboración de clases, y por lo tanto funcional a la Iglesia Católica. Por esa razón de fondo siempre se niegan a que los Encuentros resuelvan un plan de lucha para el resto del año y a que la tradicional y masiva marcha final pase frente a la catedral, símbolo de los anti-derechos. Esta postura política y metodológica de freno a la lucha feminista y disidente se vino acentuando en la medida en que el PCR tomó la decisión de integrarse al Frente de Todos que hoy es gobierno nacional.
En San Luis surgió una CO alternativa
Las divergencias en torno a cómo organizar el próximo Encuentro llevaron en los últimos meses a la ruptura de la CO en San Luis: el PCR y sus sectores aliados por un lado y otra serie de agrupaciones feministas y políticas por el otro. Las primeras sostienen el viejo nombre de Encuentro Nacional de Mujeres y sólo harán algún evento virtual. Las segundas, entre las cuales también hay organizaciones que se referencian en el gobierno, reconocen la voluntad mayoritaria de cambiar de nombre e invitan a realizar el 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Bisexuales, Travestis-Trans y No Binaries, con acciones virtuales y presenciales.
Entre otras, integran esta última CO la Campaña Somos Plurinacional, Feministas de Abya Yala, Pañuelos en Rebeldía, Campaña Nacional contra las Violencias hacia las Mujeres, Campaña Federal por la Separación Iglesia/Estado, FOL, Marabunta, Frente Popular Darío Santillán (Corriente Plurinacional), MTL San Luis, La Casa Violeta San Luis, Socorro Rosa San Luis, Red de Profesionales por el Derecho a Decidir (San Luis), Red contra la Violencia Valle del Conlara (San Luis), Mujeres del Evita (San Luis), Frente Igualdad del Movimiento Evita, Federación Juvenil Comunista San Luis y otras agrupaciones puntanas y del país.
Su texto, que llama a la “resistencia antipatriarcal, anticapitalista y antirracista”, señala: “Somos miles quienes repudiamos la violencia sistemática y las prácticas burocráticas, divisionistas, de algunas organizaciones políticas como el PCR (Partido Comunista Revolucionario) y su corriente afín, la CCC (Corriente Clasista y Combativa) que, junto a algunas de sus fuerzas aliadas, pretenden apropiarse partidariamente de los Encuentros. Con argumentos racistas, xenófobos y transodiantes buscan desacreditar a la CO de San Luis, dividiendo el Encuentro si fuera necesario. Nosotras y nosotres no aceptaremos la profundización de la discriminación, la desigualdad, la exclusión y la violencia verticalista y antidemocrática que imprimen estos sectores que, con posiciones reaccionarias, operan contra la transformación social, cultural e histórica que encarna una inmensa mayoría”.
Y finalizan con un llamado concreto: “Nos autoconvocamos a construir activa y colectivamente Pre-Encuentros Regionales y confluir en una gran y emblemática movilización pluridisidente el próximo 11 de octubre a las 17 hs. en cada territorio”.
El 11, de nuevo por el aborto legal
Ante este panorama, en nuestra última asamblea nacional de Juntas y a la Izquierda, en la que participamos más de 600 militantes y activistas, y sabiendo que los Pre-Encuentros virtuales dependerán de acuerdos locales, resolvimos adherir a la convocatoria a movilizar el 11 por varias razones. Primero, porque recoge la voluntad de cambio de nombre del Encuentro que viene dando vueltas hace rato. Segundo, porque compartimos su crítica a las prácticas antidemocráticas del PCR. Y tercero, porque con los cuidados y distanciamiento necesarios, nos parece correcto no dejarle las calles a la derecha y movilizar el 11 de octubre a nivel nacional para visibilizar el Encuentro y levantar nuestras banderas.
En todo el país, Juntas y a la Izquierda, Libre Diversidad y el MST venimos de participar con gran protagonismo y grandes columnas en las acciones del lunes 28 de septiembre, Día de Acción Global por el Aborto Legal. En CABA, hicimos un acto previo ante la Casa de la Provincia de Buenos Aires en apoyo a las mujeres de la toma de Guernica que defienden su derecho a tener un lugar en donde vivir. Luego marchamos al Congreso, en donde con Cele Fierro a la cabeza y junto a las demás fuerzas de izquierda que integramos el FIT Unidad participamos de la radio abierta y el pañuelazo unitarios por el aborto legal y por la separación de la Iglesia del Estado. Y lo mismo hicimos en Córdoba, Rosario, La Plata y todas las capitales del interior.
Nos parece positivo que la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto por fin reclame que se apruebe nuestro proyecto de ley, sin las limitaciones ni la objeción de conciencia institucional que incluiría el proyecto de Alberto Fernández que sigue sin aparecer. No obstante, lamentamos que -salvo ejemplos como las regionales La Plata y Noroeste del GBA- la articulación nacional de la Campaña no haya llamado a movilizar, como propusimos en las asambleas previas.
La negativa del gobierno de les Fernández a avanzar con la legalización del aborto, más la visita del Papa Bergoglio a nuestro país que sería a mediados de 2021, que encima es un año electoral, son claras presiones en contra de nuestro derecho. Como ya sabemos, sólo reactivar la movilización de la marea verde nos permitirá la victoria. El 11 de octubre es, entonces, la oportunidad de volver a levantar con fuerza en las calles la exigencia de aborto legal ya y todas nuestras demás demandas de género. ¡Te invitamos a que te sumes a preparar estas acciones con nosotrxs!