El país atraviesa una profunda crisis. El gobierno no soluciona los graves problemas sociales y se ata de nuevo al FMI. La derecha aprovecha el momento y lanza banderazos y críticas. Los grandes medios alimentan la llamada grieta. Por abajo las luchas sociales van en aumento y la izquierda las apoya e impulsa. Falta un salto mayor del FIT Unidad en su aparición como alternativa. ¿Qué hacemos para lograrlo? Compartimos las propuestas el MST.
Escribe: Sergio García
Estamos ingresando al mes de octubre con una larga pandemia a cuestas y un horizonte donde este flagelo no parece culminar. La crisis sanitaria, que hace meses el gobierno decía controlar, hoy se despliega por todo el país dejando cientos de miles de contagiados y un triste tendal de víctimas fatales.
En el plano económico y social la crisis es tanto o más profunda que en el terreno sanitario. La economía manifiesta un derrumbe a niveles similares y en algunos rubros peores a la crisis de 2001. El PBI retrocedió a saltos, la desocupación dio otro salto pero hacia adelante, superando el 13%. La pobreza toca sus peores cifras en paralelo a la pérdida de puestos de trabajo y al retraso salarial en sectores informales y formales.
La crisis del dólar, que generó nerviosismo y tensiones financieras días atrás, refleja la salida brutal de dólares del país mediante fuga y millonarios pagos de deuda externa ilegítima, y a la vez la existencia en el país de gran cantidad de dólares que el gobierno quiere controlar, mientras impulsa todo tipo de agronegocios y extractivismo destructivo, a la espera de nuevos y más que dudosos ingresos de billete verdes. De ahí que terminó poniendo el super cepo para empeorar su relación con parte de las franjas medias y generar más incertidumbre incluso en franjas burguesas. Cómo sea, toda la crisis e inestabilidad económica alimenta una tensión financiera y social que va en ascenso.
El gobierno de Fernández y el Frente de Todos, que llegó supuestamene para terminar con Macri y su modelo de derecha económica y política, rápidamente se fue inclinando por la continuidad del ajuste. Arrancó antes de la pandemia contra los jubilados y pagando al día deuda externa ilegítima. Pandemia mediante mantuvo salarios y jubilaciones de miseria, nuevos pagos de deuda, ayuda a grandes empresas y se encamina a acordar con el FMI millonarios pagos bajo auditoria económica del Fondo. El malestar social que todo esto trae es evidente y aumenta mes a mes.
Frente a cada fracaso del gobierno y cada retroceso como la no expropiación de Vicentin, la no presentación del proyecto de aborto legal o el ceder frente a lo peor de la Bonaerense, la derecha percibe su debilidad, se envalentona y retoma iniciativa política y de calle.
En este contexto vivimos y surge evidente que la política del Frente de Todos no solo no derrota a la derecha sino que le da oxigeno y nuevas oportunidad de actuar fuerte. Cómo ya ha sucedido en nuestro país y en otros del continente, cuando los gobiernos que se dicen progresistas no solo no toman medidas de fondo sino que aplican ajustes con mucho de continuidad, lo único que logran es perder base social, generar mayor descontento y de esa forma permitir que la derecha política y económica se sienta avalada para salir con fuerza a la lucha política. En nuestro país, este año esto se combina con la decisión de referentes de Juntos por el Cambio y de sus bases sociales, de salir a la calle como expresión social de la polarización que ya venía de antes y se profundiza.
Hacia un salto de las luchas genuinas
Cómo sucede muchas veces, en un mundo y continente convulsionado económica y socialmente, paralelo al salto en la crisis comienzan a expresarse cada vez más luchas sociales genuinas. En los primeros meses de la pandemia lógicamente las mismas hicieron cierto impasse, hubo pocos meses de un interregno de existencia de luchas reales pero muy parciales y por lugar. Esto ya comenzó a cambiar.
Arrancó hace semanas un nuevo proceso social, salarial por un lado entre estatales, docentes y otros gremios en medio de paritarias. Las y los trabajadores de la salud, la primera línea volviendo a tomar las calles en CABA, el Gran Buenos Aires y distintas provincias del país. Lo hicieron la semana pasada y lo volverán a hacer este jueves, muy probablemente en un proceso de reclamos que continuará las semanas siguientes con nuevas acciones.
A la par se viene desarrollando un proceso de tomas y recuperación de tierras con Guernica como símbolo, en una muestra evidente del aumento de la pobreza y con sectores populares movilizados por el derecho a la vivienda. La juventud también se viene expresando en la lucha ambiental, como días atrás se reflejó en una nueva acción mundial que tuvo fuerte existencia en nuestro país y con la pelea de Córdoba y el Litoral contra los incendios y agronegocios. También las y los jóvenes precarizados siguen con sus acciones. Y el movimiento de mujeres se expresó también este 28S en la calle por aborto legal, retomando su lucha como parte de este momento de nuevas luchas.
Una primera y gran tarea de la izquierda, del FIT Unidad y de nuestro partido el MST, es apoyar e impulsar con fuerza todos estos procesos genuinos. Ponernos a disposición de cada lucha, rodearlas de solidaridad. Llevarles junto con el apoyo nuestras opiniones y propuestas, tanto para la lucha específica como la visión del país, de porqué estamos viviendo esta situación y con qué política y programa podemos cambiar.
Sacar conclusiones políticas en cada lucha social es decisivo, no solo para intentar ganar la pelea concreta sino para sumar a lo mejor del activismo y la vanguardia a una perspectiva de lucha política en todos los terrenos. En este sentido unir y no dividir las luchas sociales y sindicales con la izquierda política, es una tarea primordial.
Con el FIT Unidad la izquierda puede ser alternativa
Entramos entonces a otro debate, crucial, imperioso. ¿Qué hacemos desde la izquierda frente a la grieta y dos bandos políticos que aún con diferencias entre sí, representan intereses de clase burgueses? Lo primero es comprender eso, que hay un gobierno y una oposición de derecha que ocupan, ayudados por los grandes medios, toda la escena política. Y que está faltando que aparezca con mucha fuerza y visibilidad una tercera voz política y social desde la izquierda independiente de todos los poderes capitalistas y burocráticos.
El FIT Unidad puede y tiene que jugarse entero a ocupar ese espacio político vacante, tiene que aparecer como un tercer polo en la realidad ya que tendremos, en el marco de la crisis en curso, cada vez más oportunidades políticas de ser escuchados por miles y miles de descontentos. A esas franjas de trabajadoras y trabajadores, de jóvenes y sectores populares y de parte de las franjas medias tenemos que demostrarles que somos una alternativa real frente a la crisis capitalista.
Hacia ese objetivo venimos debatiendo al interior de la Mesa Nacional del FIT Unidad, sin ponernos todavía de acuerdo en cómo hacerlo. Semanas atrás tuvimos diferentes visiones de qué hacer con los compañeros de PO e IS, que manifiestan una posición más sindicalista, limitada a acciones más parciales y de no postulación política frente a la crisis. Lo cual motivó que en común el MST y el PTS, diéramos un primer canal de expresión en la calle entre la izquierda y sectores en lucha el pasado 17 de septiembre en el Obelisco, evento que fue muy positivo y logró ayudar a que la izquierda se ubique por esos días como parte de la realidad política.
Ahora tenemos que ir por nuevos objetivos. Estamos debatiendo cómo mejor hacerlo. Nuestra propuesta es que el FIT Unidad convoque a una nueva y gran acción política, abierta a otros sectores en lucha, con el mejor y más atrayente y dinámico formato que podamos acordar, con una convocatoria programática profunda que cuestione este capitalismo decadente. Una gran acción política y de calle, con medidas sanitarias necesarias, pero en el marco del objetivo de lograr una acción política y social grande, que golpee fuerte en la realidad, atraiga a sectores y sea una un hecho político nacional que visibilice una tercera opción potente, frente al gobierno del PJ y la derecha reaccionaria.
Propuestas hacia adelante
Mientras debatimos todo esto se hace evidente la necesidad de repensar como superar el estadio actual del FIT Unidad. Lo peor que podríamos hacer es conformarnos con la situación actual y no darnos objetivos superiores.
De nuestra parte queremos que esta gran unidad de la izquierda anticapitalista y socialista se plante a fondo y abra sus puertas. Que trascienda los temas electorales para disponerse a darse objetivos mayores. Podríamos impulsar un gran movimiento político común, o un partido de tendencias donde cada cual actúe con su independencia pero se fortalezca el debate común sobre la lucha de clases y todo tipo de lucha política y social. Donde prime el debate de estrategia conjunta para intervenir en la realidad y no las disputas permanentes. Un gran movimiento político donde además de los cuatro partidos integrantes puedan tener lugar sectores independientes que apoyan al FIT-U, intelectuales, referentes sociales, sindicales, de DDHH, ambientales, feministas y de otros sectores en lucha. Un gran espacio político donde quienes quieran aportar puedan hacerlo aunque no sean parte de los partidos que hoy conformamos el FIT-U.
En resumen, tenemos que pensar propuestas para hacer mucho más grande, fuerte y abierto nuestro frente de izquierda. Con la solidez de nuestro programa común, conviviendo con acuerdos y matices o diferencias lógicas, y sobre todo con la perspectiva de demostrarle a millones de trabajadoras y trabajadores, jóvenes y sectores populares, que acá hay una alternativa de izquierda unitaria, que cree en el socialismo y que se juega a disputar en serio el poder político de nuestro país con todas sus fuerzas.