Pandemia, crisis capitalista, luchas en alza, rebeliones y polarización. Frente a las derechas no hay posibilismo que valga. Es tiempo de socialismo, si queremos soluciones verdaderas. El MST en el FIT-U te invita a sus actos del 19D.
Escribe: Sergio García
Volviendo la mirada hacia comienzos de 2020, nos encontramos con cuestiones inocultables. Recordaríamos que se venía incubando un nuevo capítulo de crisis capitalista internacional. Sus aspectos económicos y sociales lo preanunciaban y también las enormes rebeliones que se fueron sucediendo hacia la segunda mitad de 2019. Entre la combinación explosiva de crisis capitalista y fuerte ascenso, irrumpió la pandemia, dando inicio a una crisis sanitaria global que hasta hoy nos afecta.
Así como hemos dicho que la crisis internacional no inició con la pandemia, sino que ésta la visibilizó mucho más y le dio un nuevo carácter, también decimos que el propio surgimiento del Covid19 y otros flagelos reflejan la decadencia e irracionalidad del sistema. No es el problema de un murciélago ni de un habitante chino, sino de todo un andamiaje económico social, que por sed de ganancias destruye el ambiente, liquida zonas enteras con deforestación y desmontes, generando una relación crítica entre especies animales y entre estos y los seres humanos, creando más posibilidades de enfermedades zoonóticas, virus y otros males. La destrucción ambiental, la mala alimentación producto del negocio capitalista, la producción extractiva y contaminante de corporaciones, la degradación de zonas enteras del mundo, las relaciones laborales altamente precarias, la pobreza creciente y los sistemas sanitarios olvidados desde los Estados, son el cóctel que evidencia la crisis integral de un sistema capitalista que es una traba absoluta para el desarrollo de la humanidad.
Argentina y la crisis capitalista
Nuestro país transitó el 2020 con la misma crisis profunda y sus particularidades. Hoy parecen lejanas las declaraciones irresponsables de funcionarios de gobierno, que en febrero decían que la crisis y la pandemia no llegarían hasta aquí. Lo cierto es que llegando al final de año la crisis sanitaria nos encuentra llegando a las 40.000 muertes y cerca de un millón y medio de contagios, con un supuesto plan de vacunación todavía incierto en tiempos y efectos y una no descartable nueva ola tras las vacaciones.
La crisis capitalista golpea muy fuerte a nuestro país también en otros terrenos. Estos días se conocieron los nuevos datos de pobreza e indigencia, los más altos de los últimos años, orillando los 20 millones de personas, el 45% de la población y el 62% de les niñes.
La desocupación alcanza bastante más de un dígito, sin contar que una gran parte de trabajadores lo hace en trabajos no registrados y en situaciones de alta precariedad. Los planes de trabajo e impulso de empleo genuino no existen, aunque sí se escuchan en las negociaciones del nuevo acuerdo con el FMI, pedidos de nuevas reformas y baja del costo laboral para no “espantar a los inversores”. Viejo verso liberal para esclavizar y reducir salarios.
Tampoco cesa la destrucción ambiental, los agronegocios y el extractivismo, impulsados desde planes oficialistas que repiten el modelo más regresivo; acuerdo del Estado con grandes corporaciones para liquidar el suelo, el agua, más la entrega de nuestros bienes comunes.
El capitalismo argentino, conducido hoy por un gobierno del PJ, partido tradicional del régimen burgués, muestra toda su decadencia e irracionalidad, y preanuncia hacia 2021 nuevos escenarios de crisis, sin ninguna posibilidad de soluciones reales y un horizonte de nuevas luchas sociales. ¿Es el gobierno responsable de todo esto? Claro que sí, pero no el único, es todo el sistema imperante; cambian los gobiernos, los administradores del Estado, pero al defender la misma matriz económica, productiva y de clase burguesa, los graves problemas sociales de las mayorías se realimentan y profundizan. El pronóstico en manos de ellos es de una vida peor para millones, de más ascenso y lucha de clases y más polarización política y social.
Posibilismo del sistema o alternativa socialista
En esta situación y con sectores derechistas y retrógrados activando fuerte, surgen desde el seno del Frente de Todos voceros políticos y mediáticos, que intentan demostrar que quieren un camino progresista, que entendamos que hay una lucha en curso, una pulseada con las corporaciones y con el FMI. Intentan convencer a trabajadores y jóvenes que hacen lo que más pueden, que no se puede cambiar todo de un día para el otro. Que hay que negociar con el mundo financiero y los imperios porque no queda otra.
Para esta nociva tarea no se ahorran ataques a la izquierda. El periodista oficialista Eduardo Aliberti dice en Página 12: “no se trate de caer en extravagancias infantiles, del tipo de pudrir todo, animarse a romper con el Fondo, nacionalizar la banca y otros mandobles, vaya a saberse con cuál volumen animoso de quiénes, y etcéteras radicalizados de los valientes del compromiso fácil que nunca gobernaron nada en ningún lado”. Así se justifican, quienes tienen la triste tarea de defender desde una nota el ajuste brutal en curso y el robo a los jubilados.
También Emir Sader, intelectual del posibilismo decía: “Cada país tiene sus propios caminos, pero, al estar inserto en la dinámica del capitalismo internacional, tiene que seguir formas de lucha y gobierno que se adapten a esta dinámica. Lo que significa que la lucha contra el neoliberalismo sigue como eje central, que sigue siendo la opción predominante de la derecha en el mundo y en nuestros países. Por tanto, nuestros gobiernos tienen su orientación fundamental en la lucha contra el neoliberalismo”. Así explica su negativa a superar los marcos del capitalismo y que “sus gobiernos” se “adapten a esa dinámica”. Su limitada visión le da apoyo a gobiernos progresistas que detrás del discurso igualmente ajustan. Este y otros intelectuales abogan por una mayor relación con China frente a EEUU, aunque su gobierno “progresista” de Argentina, se acaba de reunir con Biden alentándolo a recuperar protagonismo en nuestro continente. Rara forma de combatir al neoliberalismo e imperialismo mundial.
Mal que le pese a estos voceros del “no se puede”, y de la “adaptación al capitalismo” no hay solución posible para las mayorías dentro del marco de este sistema que sus lógicas políticas pretenden mantener. Quienes no quieren romper con el Fondo, te dicen que no se puede romper. Quienes no quieren nacionalizar la banca, te dicen que no se puede nacionalizar. Quienes no quieren prohibir el extractivismo, te dicen que no se puede prohibir. Quienes defienden un sistema decadente y desigual te dicen que no caigas en “extravagancias infantiles”.
Las teorías-justificación posibilistas juegan un papel regresivo y desmoralizador y niegan la realidad y la historia revolucionaria de la humanidad. Si hubieran seguido consejos posibilistas los esclavos jamás se hubieran liberado, la revolución francesa no hubiera existido, Bolívar o San Martín no se hubieran animado a enfrentar y derrotar a la corona, la clase obrera rusa y los bolcheviques no hubiera tomado el cielo por asalto, los pueblos de Europa no hubieran derrotado al nazismo. El pueblo cubano no hubiera expropiado las refinerías yanquis dando inicio a la liquidación de la estructura capitalista de la isla, Vietnam no se hubiera plantado y derrotado al más grande ejército del mundo. En el argentinazo la gente no hubiera salido por miles a Plaza de Mayo cuando De la Rúa decretó el Estado de Sitio, las masas árabes no hubiera hecho ninguna primavera tirando dictaduras, los indignados de España no se hubieran indignado, ni el pueblo de Chile hubiera salido por millones para terminar con la constitución pinochetista.
El no se puede no es producto de ninguna realidad, sino un arma política de dirigentes e intelectuales reformistas, defensores vergonzantes del capitalismo moderno y sus gobiernos, y para defender ese status quo inundan las redes y espacios periodísticos de ideas nada novedosas, con propuesta de aceptación del mal vivir, más una leve dosis de una precaria ayuda social e intervención estatal. En resumidas cuentas, intentan convertir en “no se puede” su “no querer que se pueda”.
Frente a estas ideas falaces solo la izquierda anticapitalista y socialista levanta un programa alternativo, y un rumbo socialista. Por eso insistimos desde el MST en la necesidad política de que el FIT Unidad se postule políticamente con fuerza, apareciendo en cada debate nacional con nuestras propuestas, impulsando y unificando las luchas sociales con la lucha política.
Como parte de esta necesidad política proponemos avanzar hacia que el FIT-U se transforme en un gran movimiento político común, en un gran partido con corrientes o tendencias internas, donde todo se discuta en común y a la vez nadie tenga que disolverse, sino que podamos seguir organizados. Un gran movimiento político que se apoye y parta de todos los acuerdos programáticos socialistas, anticapitalistas y por el gobierno de los trabajadores. Que también debata sin problemas las diferencias o matices y supere el formato de ser solo un limitado acuerdo electoral, y podamos debatir y actuar a fondo en todos los hechos políticos, con intervención común cotidiana en la realidad política nacional y en toda la lucha de clases. Si queremos de verdad ser alternativa tenemos que jugarnos a este camino y construir un proyecto común donde además todos los temas políticos, de lucha y electorales, se resuelvan democráticamente. Peleando por ganar más visibilidad y presencia política hacia el objetivo de transformarnos en una verdadera opción de poder, contra todas las derechas y los progresismos que administran el ajuste de la mano del Fondo.
Es imprescindible fortalecer una voz independiente del sistema que se proponga romper con el FMI, nacionalizar la banca y el comercio exterior, terminar con las privatizadas en los servicios públicos, prohibir el trabajo precario y los despidos, nacionalizar bajo control obrero toda empresa que cierre o despida, eliminar el extractivismo y los agronegocios, no pagar deuda externa ilegal y usar esos recursos para trabajo y vivienda digna, separar la Iglesia del Estado y tantas otras propuestas que, apoyadas en la movilización de millones y con una dirección que las impulse y defienda, se pueden lograr.
Es tiempo de socialismo
Sí, es así de sencilla la conclusión, lo cual no implica que sea fácil. Nada lo es, todo es una lucha. Pero es necesario saber que, sin socialismo, no habrá ninguna solución verdadera a todos nuestros males. La tarea política de esta etapa, en el mundo y en nuestro país, es luchar contra el capitalismo en todas sus formas y por un gobierno de los trabajadores que abra paso con su programa a una sociedad socialista. Cada crisis capitalista recurrente, demuestra lo urgente y vigente de hacer grande un proyecto político revolucionario y socialista.
Lejos del reformismo y conformismo posibilita, desde el MST en el FIT Unidad queremos ganar e impulsar a miles para la lucha por el socialismo. Ese es nuestro norte, nuestra estrategia. Las enormes luchas que recorren el mundo nos muestran que sí se puede pretender avanzar por ese camino.
Queremos una sociedad socialista donde haya trabajo para todes y donde todes trabajemos menos y en condiciones dignas.
Donde la relación entre el trabajo, la producción y nuestro planeta se decida por las necesidades sociales de las mayorías y la defensa y cuidado de la tierra, el agua y todos nuestros bienes comunes.
Una sociedad socialista donde realmente el acceso a la salud pública de calidad y a la educación y todos los saberes sean púbicos, gratuitos y universales, mediante sistemas únicos nacionales.
Una sociedad socialista con igualdad en todos los planos, sin diferencias de clases sociales, donde les trabajadores decidamos todo democráticamente, y donde cada cual aporte a la construcción de la sociedad y reciba lo necesario para vivir dignamente.
Luchamos por lograr una sociedad donde lo normal sea tener tiempo para conocer, saber, para la cultura, el arte, la ciencia o el deporte, para estar con nuestras familias, con amigues y compañeres, disfrutando la vida en un proyecto colectivo e igualitario.
Una sociedad socialista en el país, en el continente y en el mundo.
Como bien definía Lenin en su Proyecto de Programa casi iniciando el siglo XX; “Hay un solo medio para poner fin a la explotación del trabajo por el capital, a saber; liquidar la propiedad privada sobre los instrumentos de trabajo, poner todas las fábricas, talleres, minas, así como también todas las grandes haciendas, en manos de toda la sociedad y organizar una producción socialista común, dirigida por los propios obreros. Los productos obtenidos por el trabajo común serán destinados entonces en provecho de los propios trabajadores y lo que ellos produzcan como excedente de lo necesario para su mantenimiento servirá para satisfacer las necesidades de los mismos obreros, para desarrollar plenamente todas sus aptitudes y para dar igualdad de derechos en el usufructo de todas las conquistas de la ciencia y el arte”. En este siglo XXI no tenemos ninguna razón, para luchar por menos que eso.
Creemos en esa sociedad socialista y luchamos por conseguirla. Sabiendo que nadie nos la dará de regalo ni los capitalistas se irán por buena voluntad. Como muy bien explicaba León Trotsky en su texto El marxismo y nuestra época; “Para liberar a la técnica de la intriga de los intereses privados y colocar al gobierno al servicio de la sociedad es necesario “expropiar a los expropiadores”. Únicamente una clase poderosa, interesada en su propia liberación y opuesta a los expropiadores capitalistas es capaz de realizar esa tarea.
Únicamente unida a un gobierno proletario podrá construir la clase calificada de los técnicos una economía verdaderamente científica y verdaderamente racional, es decir, una economía socialista. Sería mejor alcanzar ese objetivo de una manera pacífica, gradual, democrática. Pero el orden social que se ha sobrevivido a sí mismo no cede nunca su puesto a su sucesor sin resistencia… La teoría y la historia enseñan que la sustitución de un régimen social por otro, presupone la forma más alta de la lucha de clases, es decir, la revolución. Ni siquiera la esclavitud pudo ser abolida en Estados Unidos sin una guerra civil. La fuerza es la partera de toda sociedad vieja preñada de una nueva. Nadie ha sido capaz hasta ahora de refutar este principio básico de Marx en la sociología de la sociedad de clases. Solamente una revolución socialista puede abrir el camino hacia el socialismo”.
A plaza de Mayo y a los actos de todo el país
Como decíamos al inicio de estas notas, estamos terminando un año de fuerte crisis capitalista, rebeliones y grandes procesos de lucha. Y vamos a iniciar en pocos días un nuevo año que estará signado por el mismo proceso y donde nuestro partido y la Liga Internacional Socialista, tendremos enormes desafíos.
En la estrategia de fortalecer y engrandecer un proyecto revolucionario y socialista, tendremos este 19 de diciembre una nueva cita en Plaza de Mayo, adonde invitamos a las trabajadoras y trabajadores, a la juventud, y a todes quienes nos vienen acompañando en cada actividad o con quienes coincidimos en muchas luchas. Vamos a vestir Plaza de Mayo de banderas y rojas ideas socialistas. Queremos compartirlas con vos y que seamos miles con el MST en el FIT Unidad. Lo mismo haremos en plazas de todo el país. Queremos que se sienta toda esta fuerza en una gran jornada nacional que ayude a postular y visibilizar a la izquierda.
Y vamos a cerrar este año dándole impulso a la construcción de nuestra fuerza política. Como el mismo Trotsky decía en un texto dirigido a los jóvenes; “Los vacilantes, los confundidos, los centristas, los pacifistas vegetan durante largos años, publican periódicos, realizan conferencias y también, inclusive, logran éxitos organizativos temporales. Pero los grandes virajes históricos -guerras, revoluciones- los derriban como si fueran castillos de naipes. En cambio, las organizaciones que han alcanzado la auténtica claridad y conciencia revolucionaria desarrollan su mayor fuerza en épocas de crisis histórica”. Haremos hoy y el tiempo que viene, nuestro mayor esfuerzo y experiencia, para estar a la altura que la situación indica. Te esperamos en Plaza de Mayo el 19D, como un nuevo paso en esta tarea.
Actos en todo el país
Viernes 18
- Neuquén: a las 18, en el Monumento a San Martín.
- Santiago del Estero: a las 19, en Plaza Libertad.
- Tucumán: a las 19, en la Casa Histórica.
- Jujuy: a las 12, en Anfiteatro Las Lavanderas (Yrigoyen esq. Junín).
Sábado 19
- Córdoba: a las 18, en Bv. Las Heras esq. Roque Sáenz Peña.
- Rosario y Santa Fe: a las 17, en Plaza San Martín, Rosario.
- Paraná: a las 18, en Plaza Alvear.
- Mendoza: a las 19, en Plaza Alte. Brown (Garibaldi al 600).
- Salta: a las 18, en Plaza 9 de Julio.
- Catamarca: a las 17, en Plaza 25 de Mayo.
- La Rioja: a las 18, en Carlos Gardel Nº 4 (zona sur).
- Santa Rosa y Gral. Pico: a las 18, en Santa Rosa.
- Bariloche: a las 18, en Beschtedt y Gral. Antonio Tiscornia.
- Río Gallegos: a las 17.30, en Mariano Moreno 547.
- Esquel: a las 17.30, en Plaza San Martín.
- Comodoro: a las 17.30, en Plaza Kompuchewe.
- San Juan: a las 18, en Plaza 25 de Mayo.
- Mar del Plata: a las 17, en Plaza España (Av. Libertad y La Costa).
- Bahía Blanca: a las 12, en Plaza Central.