Al cierre de esta edición, en CABA y otras capitales del país aún siguen abiertas las definiciones hacia el 8M. A diferencia del año pasado, cuando todxs pudimos converger en un documento unitario con reclamos y definiciones claras, un año después se acentúan las divergencias entre los sectores peronistas y aliados al gobierno por un lado, que irían a Congreso, y la izquierda y los sectores combativos por el otro, que nos inclinamos por Plaza de Mayo, el centro del poder político.
Obviamente todas reivindicamos, pese a sus limitaciones, la ley de IVE que conquistamos con nuestra marea verde. Pero la unidad no es un tema de “plazas”, sino político: sólo se podría dar si se respetan los acuerdos del anterior 8M, que por ejemplo cuestionaban a la justicia clasista, exigían aumento salarial, el no pago de la deuda externa, la separación de Iglesia y Estado e incluso definían al movimiento feminista como antiimperialista, anticapitalista, antipatriarcal, anticlerical y antirracista.
Nada de esto plantean ahora las propuestas del peronismo político y sindical. En cambio, nuestra opinión del gobierno es muy crítica, ya que ante los crecientes problemas de género -el primero, los femicidios- sólo responde con discursos, “ministerios” y “consejos” vacíos y formales. Por eso, más allá de que se concreten o no acciones unitarias, te invitamos a impulsar juntxs el paro internacional de mujeres y, sobre todo, a que te sumes a las fuertes columnas que estamos preparando para marchar el 8M.
Basta de femicidios, de justicia patriarcal, represión policial y verso oficial. Hay que elegir lxs jueces y fiscales por voto popular, disolver el aparato represivo y aumentar el presupuesto para la Ley 26.485. Ante denuncias graves: detención preventiva del violento y pericia psicológica inmediata.
Aplicación efectiva de la ley de aborto en todo el país, sin restricciones. Producción pública de misoprostol y mifepristona. ESI en todo el sistema educativo, con perspectiva de género y diversidad. Separar la Iglesia y el Estado, y anular los subsidios a la enseñanza religiosa y privada.
Basta de inequidad salarial y acoso laboral. Aumento de salarios, jubilaciones y planes sociales. No al ajuste, el saqueo y la represión de los gobiernos. La deuda es con nosotras y nosotres, no con la Iglesia ni el FMI. Ley integral trans, igualdad real a las disidencias y basta de crímenes de odio.
El patriarcado no terminó: hay que derrotarlo junto al capitalismo, porque son un mismo sistema. Organizate con nosotrxs para fortalecer este feminismo socialista y revolucionario, para dar vuelta todo.