La conformación de una nueva conducción del PJ encabezada por Alberto Fernández, reproduce los mecanismos de siempre de este histórico partido burgués argentino y cabeza directriz del actual frente de gobierno. El tema actualiza debates con quienes dicen pelear un cambio desde adentro del PJ (como plantea La Cámpora) o desde dentro del Frente de Todos, tal cual hacen otras organizaciones. Compartimos nuestras opiniones críticas a esta política en dos notas. En esta ocasión sobre quienes integran el Frente de Todos. Y en otra nota de próxima edición, abordaremos sobre La Cámpora.
Escribe: Sergio García
Como repetidas veces sucedió en nuestro país, cada presidente surgido del PJ necesita rápidamente pasar a conducir el partido. Así comienzan las negociaciones con gobernadores, sindicalistas, funcionarios y demás sectores. Uno a uno, se van encolumnando tras la máxima pejotista de que “el que gana conduce”. Sobre esa base se reparten pedazos de poder político en los cargos siguientes. Cómo siempre, los sectores más influyentes de gobernaciones, el Parlamento y la CGT se acomodan en los mejores lugares, los cuales serán clave para las tomas de decisiones. Nos referimos a los sectores más conservadores de este viejo partido, que mantendrán el centro de su conducción política, en acuerdo con CFK.
Partimos de este ejemplo reciente, no para un análisis en sí mismo, sino tan solo por un elemento clave a saber: toda decisión política, económica y social de relevancia a futuro, solo se tomará por decisión de unos pocos: entre Fernández y su equipo de gobierno y su nuevo equipo de conducción del PJ. Por fuera de esto, todo cambio que se prometa es solo fantasía.
Podríamos decir que la centralidad verticalista del PJ no sorprende, siempre ha sido así. Sin embargo, hay sectores políticos provenientes de la autodenominada izquierda popular o la centroizquierda, que integran el Frente de Todos y desde 2019 desarrollan la idea de que están allí para cambiar las cosas desde adentro, modificar cosas importantes, disputar el rumbo, marcar agenda y otra amplia serie de objetivos no cumplidos.
Este espectro político, donde destaca el Frente Patria Grande, el PCR, las CTA´s y movimientos de desocupados, de conjunto continúan hoy apoyando cada una de las medidas centrales de gobierno. Es decir, son parte responsable de lo que acontece, al no desmarcarse en lo esencial, ni romper con la política oficial.
El argumento, muchas veces dicho, de no hacerle el juego a la derecha, tiene muchos límites y a la vez esconde nocivas políticas propias. Está claro que Juntos por el Cambio merece el mayor de nuestro repudio y que hay que enfrentar su proyecto, la pregunta es ¿Cómo hacerlo? Y dónde.
La Patria no es Grande, si es con corporaciones y FMI
Quienes ingresaron al Frente de Todos desde Patria Grande, podrían decir que enfrentan a la derecha, por ejemplo, luchando desde adentro contra el FMI, el ajuste y las grandes corporaciones. Sin embargo, no es lo que hacen. Las votaciones de diputados como Itai Hagman, fueron de apoyo al ajuste a los jubilados, al pago de una deuda externa ilegal y a favor de la continuidad del FMI en Argentina. También apoyó el presupuesto de gobierno 2021 que redujo partidas de salud y eliminó el IFE. En sus declaraciones, siempre encuentra motivos para simular que está votando a favor de un proyecto popular y de las mayorías, aunque su gobierno venga reafirmando un acuerdo con grandes corporaciones mineras, petroleras y con las agroexportadoras. Mientras las mayorías no viven con los altos sueldos de diputados y funcionarios, sino con un salario mínimo de pocos miles de pesos, algo de lo cual el gobierno que integra Patria Grande es responsable hoy, como antes lo fue Macri al tenerlos en igual situación de precariedad y retraso salarial. La dirección del Frente Patria Grande no resiste una pregunta obvia; ¿por qué denunciar el ajuste si gobierna Macri y votar a favor del ajuste si gobierna el PJ? ¿No será que desde adentro más que luchar por imponer agenda propia se termina adoptando las medidas y agendas de quien manda en verdad?
Una historia repetida
Otro sector que integra el gobierno y acompaña sus políticas es el viejo partido maoísta, el PCR. También se sumó bajo el argumento de sacar a Macri y desde entonces, impulsa el grueso de las políticas oficialistas. Las apoya desde el Congreso y sobre todo las apoya liberando la calle. Su poder de fuego callejero no se usa ni siquiera para una supuesta presión por izquierda. El resultado de su integración es visible en hechos concretos: ni desde los gremios que integra ni desde la CCC se impulsa ningún tipo de medida de lucha contra el ajuste en curso. ¿Es entonces válida esta política para enfrentar a la derecha?
En el caso de este viejo partido maoísta, recordemos que su lógica política no es nueva.
Su teoría fundacional los llevó siempre al apoyo de sectores burgueses en el gobierno, bajo el supuesto argumento de enfrentar a otro sector burgués considerado peor. Así lo hicieron con su apoyo a Isabel y López Rega, o luego llamando a votar por Menem en los 90. En su política actual, en el afán de dar apoyo, hasta han votado a favor de que EEUU pueda hacer ejercicios militares en nuestras aguas. A eso conduce el seguidismo a un gobierno patronal conducido por el PJ.
Las CTA´s hermanadas con la CGT
En el plano del mundo sindical, pareciera que detrás de supuestos modelos antagónicos, en la realidad se han unido los planetas. Hecho que repercute negativamente en la vida cotidiana de millones de trabajadores. La CTA nació en los 90 denunciando a la burocrática CGT y llamando a conformar un nuevo sindicalismo.
Sin embargo, con el correr de los años y más allá de algunas diferencias, no construyó nada realmente opuesto en el plano sindical ni en el político. Eso explica porqué hoy puede compartir con los jerarcas millonarios cegetistas un frente (F de Todos), un partido (PJ) y un gobierno común. En la nueva lista del PJ que hablábamos al inicio de esta nota, serán directivos Daer, Moyano y Yasky. Unidos bajo un plan de gobierno y una estructura política arcaica y tradicional. Mientras que desde los dos principales gremios que conducen las CTA´s (docentes y ATE) se viene dejando correr el ajuste en curso sin ningún tipo de plan de lucha ni consulta a las bases. Las CTA´s ya no hablan de la independencia de los gobiernos, ni de sacar al FMI, no denuncian la estafa de la deuda externa más que en tibios comentarios al pasar. Mientras sigue apoyando desde adentro y afuera, a un gobierno que propone seguir atado al Fondo y pagando ese robo, a costa de los derechos laborales y salariales de millones.
Administrar el ajuste, desde el barrio
Cada vez que el gobierno anuncia sus intentos de pacto en las alturas, de unir a empresarios y sindicalistas, de acuerdos de precios y salarios, suma también a la mesa a las llamadas organizaciones sociales de desocupados. Y allí se evidencia un rol muy equivocado de estas organizaciones, entre ellas un sector de Barrios de Pie, el Evita, la CCC y un sector de La Santillán, entre otras. Sus cuadros integran como funcionarios el Ministerio de Desarrollo Social junto a Arroyo. Y son los mismos que conducen sus organizaciones que, lógicamente, no salen a la calle a reclamar sus derechos ni a exigirse, así mismo, soluciones verdaderas.
El papel que juegan, al ser parte del gobierno, es de ayudar con promesas falsas a tratar de contener a las familias más carenciada de los barrios populares, para que no salgan a luchar por sus derechos. No enfrentan el ajuste en curso, sino que lo administran en sus territorios. Ahora, por ejemplo, invitan a la gente a anotarse para ser vacunada, sin decirle que en realidad no hay vacunas para ellos. Hablan de apoyo social del gobierno, pero hacen silencio ante el atraso de la entrega de comida a comedores populares y la continuidad de miles de planes sociales en miserables $10.000, en un país con más del 40% de pobreza. En resumen juegan, por integrar el gobierno, el lamentable rol de frenar los reclamos bajo un manto de insuficiente ayuda social.
Desde adentro hay solo complicidad
La lógica política que conduce a integrar un frente y un gobierno de carácter capitalista, no juega ningún rol positivo. Y como ha pasado repetidas veces, a la larga es tan solo un factor de frustraciones provocadas desde adentro y el conducir a honestas y honestos jóvenes y trabajadores a un camino equivocado. Entendemos perfectamente el anhelo de millones que en su momento querían sacarse de encima a personajes tan nefastos como Macri. Más eso no es motivo de querer convencer a esa misma gente, de que un gobierno del PJ se animará a transformar la realidad, cuando salta a la vista que, en la estructura de fondo, mantiene mucho de continuidad y muy poco de cambio.
Quienes desde su integración al Frente de Todos proponen luchar adentro para cambiar el rumbo, te invitan a un camino sin salida. El rumbo y el carácter de clase del gobierno del Frente de Todos lo da el partido que lo conduce, el PJ, su programa y la clase social y sistema que defiende.
Por eso te invito a que hagas un ejercicio sencillo y claro, de preguntas y respuestas.
Las corporaciones que destruían y saqueaban bajo Macri; ¿siguen muy activas y con sus negocios bajo el gobierno de Fernández o se fueron? ¿Se recibió o no muy amistosamente días atrás a la Mesa de Enlace sin ponerle más retenciones? El FMI; ¿se está yendo del país o se está negociando que siga muchos años más monitoreando y digitando la economía? Vicentin; ¿no sigue adelante sin que hubiera expropiación alguna? Y las multinacionales agro exportadoras; ¿perdieron poder y hay soberanía alimentaria, o más bien siguen conduciendo el negocio millonario de siempre? ¿Se acabaron los curros privados con nuestros derechos cotidianos, o por decisión política oficial los servicios esenciales como luz, gas y agua siguen en manos privadas y con tarifas caras? ¿Ya te dejaron de robar cada día las concesionarias privadas de los peajes, o sigue siendo tan indignante hoy, como bajo el macrismo? ¿Hay políticas concretas y efectivas contra la violencia de género y los femicidios, o los mismos avanzan mientras se anuncia, ridículamente, el fin del patriarcado?
Podríamos seguir con preguntas que evidencian en sus respuestas, todo lo que no cambió, ni cambiará. En cada uno de estos hechos está la esencia del gobierno de Frente de Todos y el PJ. Negarlo, es negar la realidad de los hechos. Y los hechos, como siempre, son la única verdad.
Salir de la grieta por izquierda
Vendrán en el país muchos y nuevos debates políticos. También luchas sociales de envergadura y una lucha política y electoral. En cada una de estas peleas desde la izquierda nos encontramos muchas veces con votantes o simpatizantes del Frente de Todos. También con militantes de base de algunas de sus organizaciones, muchas y muchos de los cuales hoy ven críticamente la situación y se plantean qué hacer.
A todas y todos les invitamos a dar un paso sólido, a sumarse a la construcción de una fuerza política unitaria y de izquierda, independiente de todos los sectores patronales y burocráticos. Desde el MST en el FIT Unidad estamos convencidos que no hay mejor estrategia, para enfrentar a la derecha, que fortalecer un proyecto de izquierda y socialista. Con un programa que de verdad se anime a dar vuelta todas las injusticias y desigualdades de clase, comenzando por romper con el FMI y nacionalizar la banca y el comercio exterior. Y que impulse la mayor movilización y democracia para conseguir todos nuestros derechos. La pelea no es fácil ni se logra en poco tiempo. Pero es el único camino que no conduce a más frustraciones que lo único que logran, al final, es que las derechas se recompongan y vuelvan.
Para evitar ese desenlace no se trata de hablar de “hacerle el juego a la derecha” mientras se apoya un ajuste similar y la continuidad de un sistema decadente. Se trata de salir por izquierda, hacia un proyecto soberano, realmente emancipador, donde las y los trabajadores gobernemos, bajo otras bases económicas y sociales, y cambiemos todo.