MST - Movimiento Socialista de los Trabajadores Lunes 27 de Agosto, actualizado hace 4 hs.

Vacunas en Argentina. Producir se puede, pero no quieren

Spread the love

La escasez marcada de vacunas y el crecimiento en los contagios, obligó a que funcionarios del gobierno tengan que responder a nuestro planteo sobre la producción pública nacional y la eliminación de las patentes para multiplicar la misma. Nosotros sostenemos que es posible, pero el gobierno no quiere porque defiende los negocios capitalistas.

Escribe: Gerardo Uceda

El reclamo de acelerar los ritmos de vacunación es masivo. No se trata de una sensación o humor particular de la población, es un dato irrefutable. Según el sitio oficial «Monitor Público de Vacunación» del Ministerio de Salud, hay distribuidas hasta el domingo 4/4/21 5.893.445 dosis. Y vacunados con una sola dosis hay 3.567.150, es decir que el 8% de la población recibió una sola dosis. Sin embargo, el principal problema es que menos de 700 mil personas (1,6% de la población) han recibido las dos dosis para la inmunización efectiva probada en los estudios. Los problemas persistirán y se agravarán en el invierno, por la segunda ola y por los contagios con variantes mutantes que ya circulan en el país y son más virulentas. Desde el propio gobierno surgen propuestas, aun sin aval científico, como vacunar con una sola dosis, o separar más de 3 meses entre dosis o aplicar vacunas diferentes. Todo sea para no contradecir las reglas del mercado que indican que las vacunas sólo las pueden producir los 8-10 laboratorios que las patentaron, aunque eso signifique que hoy a principios del cuarto mes del año, el 30-40% de los agentes de salud (estatales y privados) aún no esté vacunado, tampoco la mayoría de los docentes y, menos del 20-25% de los mayores de 65 años. Entonces, por la presión de la gente a ser vacunada y porque prevén un panorama similar o peor, es que en los últimos días desde el gobierno se vieron forzados a pronunciarse sobre el planteo de la izquierda sobre la producción completa a nivel de vacunas. Lo cual indudablemente nos permitiría acelerar los ritmos de vacunación y garantizar millones de dosis para nuestro país en los próximos meses.

Por supuesto que desde el gobierno la primera e inmediata respuesta fue salir a negar que se pueda, e intentaron ridiculizar nuestra posición. Lo mismo hicieron cuando fuimos los primeros en exigir testeos masivos, diciendo primero que no eran útiles, ni necesarios, para finalmente reconocer que no tenían dólares para comprar los suficientes y terminar aceptando que eran imprescindibles, aunque ya tarde. También, se niegan a la unificación del fragmentado sistema de salud para contar con todos los recursos humanos y de infraestructura de manera coordinada y bajo control del estado. Las razones son siempre las mismas, esgrimir la falta de plata o proteger algún negocio capitalista.
En el caso de la producción de vacunas pasa lo mismo. Sus argumentos terminan demostrando que el posibilis-mo de Alberto termina haciendo imposible cualquier medida necesaria para enfrentar la pandemia.

¡Mienten! Es posible la producción pública nacional

Las vacunas se podrían hacer íntegramente en el país, pero se niegan.
El 14 de agosto de 2020, hace ya más de siete meses, el gobierno presentaba con bombos y platillos que un laboratorio nacional, mAbxience, estaría en condiciones de elaborar entre 150 y 250 millones de vacunas en un año, según anunció su dueño Claudio Sigman.

Es decir, sabiendo desde entonces que podríamos disponer de dosis suficientes de la vacuna de Oxford para vacunar a toda la población, el gobierno no actuó en consecuencia para garantizarlo. Eligieron someterse a la política del imperialismo, que dispuso que la vacuna se produjese aquí, pero se envasara en México. A sabiendas que el capitalismo siempre actúa igual dividiendo la producción, lo que le garantiza primero su autoabastecimiento. Fue por eso que hace unas semanas saltó a la luz que se habían encontrado 30 millones de vacunas en Italia, pero cuyo destino era la vacunación en Inglaterra. No es nuevo que los imperialismos acaparen riquezas, armamento y todo lo necesario para garantizar contener a sus pueblos en función de asegurar sus ganancias y hegemonía. Esto es lo que ha llevado a que, hoy ante la pandemia más grande del siglo EEUU, por ejemplo, acumule el 40% de los individuos efectiva y completamente inmunizados en el mundo. O que, Canadá acapare dosis suficientes para vacunar cinco veces a su población.

El gobierno y sus socios nos dicen que no hay en el país frasquitos para envasar las vacunas. Esto muestra no solo la imprevisión y falta de voluntad política para lograr una producción propia e independiente de los intereses imperialistas, es también una falacia. La verdad es lo opuesto a lo que dicen.

El 75% de la producción mundial de estos frascos de vidrio inerte de borosilicato (que garantiza la indemnidad del contenido biológico envasado) está en manos de tres empresas imperialistas, Schott de Alemania, Corning de Estados Unidos y Nipro Pharma Corporation de Japón. Todas tienen filiales en Argentina desde hace años y con capacidad de producción. Y esto es así, porque la Argentina es un país que dispone no sólo de la arena necesaria para la fabricación del vidrio sino que también tiene minas de boratos en Salta (informe del CONICET de 2012), imprescindibles para la fabricación de viales de vidrio inerte precisamente para la producción de estos viales y frascos.

Sólo la alemana Schott garantiza producir 2 mil millones de frascos en un año en el mundo. Schott está en Argentina desde 2009, en 2011 certificó normas ISO y está en capacidad de producir en el país 300 millones de frascos. Pero además hay otras fábricas en Munro y en CABA, dedicadas a lo mismo.

En estos siete meses, como mínimo, se podrían haber instrumentado las medidas necesarias para su producción integral en el país. Si no se hizo, fue por la decisión política de aceptar el juego capitalista y no enfrentarlo.
Lo mismo podríamos decir de la tecnología para la división y dosificación. En la Argentina hay varios laboratorios (Sidus, Bago, Richmond) que ya disponen de esta tecnología y producen todo tipo de vacunas. Incluso se ha señalado que Richmond podría producir la Sputnik V en la Argentina.

Avanzar con la anulación de las patentes

Con el FIT Unidad presentamos un proyecto de ley para declarar de utilidad pública el Laboratorio de Sigman y movilizamos a su planta de Garín, como parte de la pelea por vacunas para todxs.

También, aunque a los posibilistas del gobierno les pese, los socialistas del MST decimos que no nos alcanza con garantizar la producción y disponibilidad de vacunas para nuestro país. Es necesario enfrentar la estrategia de acaparamiento de los países ricos, que al final resulta en escasez absoluta del bien más preciado y esencial que hoy tiene la humanidad.
Por eso decimos que para lograr que todos los países del mundo, sean ricos o pobres, dispongan de la cantidad suficiente de vacunas es necesario avanzar en la anulación de las patentes que protegen a las grandes farmacéuticas en detrimento de la salud de los pueblos del mundo. Si se anularan las patentes a nivel mundial se multiplicaría por 100 la producción mundial. Y no solo los socialistas del MST lo proponemos: más de 100 países lo han propuesto a la OMC y hasta Alemania lo sostuvo ante la escasez que afrontaba el principal país de Europa.