Neuquén: la rebelión de “los elefantes” de la salud

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Una lucha ejemplar por su radicalidad, autoorganización y desborde a la burocracia de ATE, que debemos seguir apoyando desde esta provincia y desde todo el país.

Escribe: Priscila Ottón Araneda

Es un conflicto sin precedentes en nuestra provincia: casi dos meses, con 21 días de cortes de ruta bloqueando el acceso a Vaca Muerta. El pueblo de Añelo y las comunidades mapuches garantizan agua, comida y baños para lxs autoconvocadxs. Miles de familias apoyan cada marcha de antorchas, en las que se rodeó el Hospital Castro Rendón. La emoción del saludo en cada vereda a lxs trabajadorxs que mantuvieron sus guardias, el funcionamiento y la atención a lxs pacientes de riesgo…

Las y los elefantes lograron que el gobierno tenga que hacer una propuesta que implica un aumento al básico, aunque no los convocó a ellxs sino a ATE, cuya conducción es aliada suya. Pero como la primera línea desconoció y desbordó a esa conducción -que lidera el burócrata Carlos Quintriqueo-, ésta también se vio obligada a llamar a un plenario de delegadxs y resolver un paro.

Quintriqueo, ATE y el salvataje a Gutiérrez

Obligado por las circunstancias y ante un fuerte repudio de gran cantidad de trabajadorxs y vecinxs de Neuquén tras haber aceptado sin chistar el miserable 12% que el gobierno ofreció en febrero, Quintriqueo tuvo que convocar a un plenario de delegadxs. Muchxs fueron bajo coerción, ya que la conducción amagó con dejar afuera del pase a planta a los temporarios y suplentes que no asistieran.

En ese plenario sobraron las intervenciones contra lxs autoconvocadxs: los descalificaron por estar fuera del gremio, subestimaron su capacidad de autoorganización y responsabilizaron a la izquierda de fogonear el conflicto con la supuesta intención de “quebrar el sindicato”.

En ese contexto, el secretario general de ATE y de la CTA de los Trabajadores planteó: “Somos la única entidad gremial capaz de solucionar el conflicto” e impedir que termine siendo “un cementerio de elefantes”. Así, convocó a un paro y movilización el 22 de abril, que luego se convirtió en paro por tiempo indeterminado. De las demandas de lxs autoconvocadxs, ATE sólo se hizo eco del pase a planta de los eventuales.

Como ya es sabido en nuestra provincia, más que defender los intereses de lxs trabajadorxs a quienes dice representar, la conducción de ATE hace muchos años que actúa como salvavidas del gobierno de turno. Por eso, en sintonía con versiones que circularon el día previo al plenario sobre una supuesta solución del gobierno del MPN al conflicto, Quintriqueo pidió un nuevo endeudamiento provincial para poder dar aumento a todos los estatales y llamó a un paro y marcha para el 22.

Esperaban una marcha masiva, pero fue muy pobre. Por eso la burocracia tuvo que montar un nuevo acting: convocar a paro indeterminado. El mismo 22, en cambio, lxs autoconvocadxs y la comunidad movilizamos unas 10.000 personas. El gobierno estaba acorralado por la determinación de los elefantes de seguir con el paro y los cortes de ruta, con apoyo y solidaridad popular. El empresariado y burócratas como el “Caballo” Pereyra (Petroleros) pedían desalojar las rutas. Con grietas dentro de su propio partido, el gobernador Omar Gutiérrez convocó a ATE a una mesa de negociación el 23.

El acuerdo era sentarse a negociar bajo “la institucionalidad de la representación gremial” y no con lxs autoconvocadxs. Buscaban destrabar el conflicto, que para la gobernación representa perder regalías por $ 7 millones al día y cerrar la producción de 10.000 barriles de petróleo y 3,5 millones de metros cúbicos de gas por día, por la imposibilidad de transportarlos. Además de la pérdida económica, la caída de la producción generó un sinfín de problemas, como el desabastecimiento de combustible en varias localidades neuquinas y de la Patagonia chilena.

Mesa va, mesa viene…

Desde el viernes 23 se sucedieron varios cuartos intermedios. ATE fue postergando la asamblea general para resolver sobre la propuesta del gobierno, en tanto que éste tuvo que terminar haciendo una propuesta concreta de aumento salarial al básico.
La primera versión, entregada el domingo 25 a media tarde a la conducción de ATE, ofrecía un aumento escalonado en cómodas cuotas, cada dos meses, llegando a marzo de 2022 con un acumulado del 53,09%. No olvidemos que durante todo 2020 la salud no recibió ningún aumento.

Mientras para la conducción de ATE esa propuesta era “aceptable”, para lxs elefantes no. Según se iban haciendo las asambleas en los distintos piquetes, hospitales y centros de salud, la indignación y el rechazo fueron creciendo. Así, en la interhospitalaria del lunes decidieron seguir adelante con todas las medidas de fuerza y hacerle una contrapropuesta a Gutiérrez: aceptar el 53%, pero en sólo dos cuotas, mayo y junio, y rediscutir el salario en el segundo semestre, más el resto de los reclamos. Como también dentro de la propia ATE fue creciendo la posibilidad de rechazar, teléfono mediante el gobierno se volvió a sentar con el gremio el lunes 26 para ofrecer un nuevo acuerdo: finalizar las cuotas en diciembre, tres meses antes de su primera oferta.

Una nueva traición de Quintriqueo

Finalmente, el martes 27, la conducción de ATE llamó a una nueva asamblea general donde planteó aceptar el acuerdo con el gobierno. Otra vez desconoció el mandato de las asambleas de lxs autoconvocadxs de salud, que rechazaron por unanimidad esa propuesta, y a sectores como el EPAS o Desarrollo Social en Junín de los Andes, que también rechazaron.

Adjudicándose de nuevo ser el salvador de no dejar un “cementerio de elefantes” en la provincia, con esta traición queda claro que quien compró boletos de ida al cementerio de lxs gremialistas es el propio Quintriqueo, cada vez más pelele del MPN. Y quizás algunxs más se vayan con él porque el abandono del resto de los gremios que salieron públicamente a defender la “institucionalidad” y la “representatividad” de lxs elegidxs en elecciones sindicales fue realmente vergonzoso, muy lejos de estar a la altura de lo que se necesitó.

Una heroica lucha, llena de enseñanzas

Al cierre de este periódico, lxs autoconvocadxs realizan la interhospitalaria para resolver qué hacer. Al margen de lo que allí resuelvan, esta manada de elefantes encontró al pueblo de Neuquén tendiéndoles todas las muestras de respeto y solidaridad de las que fueron capaces, aportando incluso de sus bolsillos para los fondos de huelga, como lo hicieron las y los vecinos de la Toma Casimiro Gómez, entre otros.

Con su determinación de ir hasta el final, con la convicción de quienes ya no tienen nada que perder porque lo han dado todo, estrecharon lazos con las organizaciones sociales y la izquierda a través de la Multisectorial. Si algo saben quienes salen a pelear en Neuquén es que para lograr el triunfo de las luchas hay que convocar a la más amplia unidad.

Esta manada de elefantes puso en pie una organización de autoconvocadxs que desbordó a la burocracia podrida y traidora como nunca sucedió en nuestra provincia, respetando la más disciplinada democracia sindical y obligando a ATE y al gobierno a tomar sus demandas y otorgar un aumento al básico. Compañeras y compañeros de la primera línea: el logro es inmenso y ya nada será como antes después de esta tremenda pulseada, en la que les torcieron el brazo al gobierno y a la burocracia sindical.

 


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