El país ingresará a mayo en el peor momento de la pandemia, y con índices graves de inflación y pobreza. En medio de esto la lucha política y electoral se da ya en todos los planos. Lejos del cinismo e hipocresía de los partidos del sistema, desde la izquierda impulsamos cada lucha obrera popular y de la juventud, y preparamos las herramientas para disputar en el plano político.
Escribe: Sergio García
Las familias trabajadoras y la juventud vivimos momentos de incertidumbre sobre el presente y futuro de una pandemia y un ajuste que nos afecta a diario. Vivimos momentos donde las muertes por covid se cuentan por cientos cada día, los contagios rondan los 30.000 diarios y la plata de nuestros salarios no alcanza.
La inflación sigue subiendo y este martes la burocracia sindical, con el gobierno y las patronales, selló una miseria de aumento de salario mínimo en siete cuotas. Evidenciando que entre las necesidades populares y ajustar para que cierren las cuentas pactadas con el FMI, eligen a sus socios internacionales en la perspectiva de un nuevo acuerdo, contra quienes no llegamos a fin de mes.
No fue casual tampoco que el mismo día miles de trabajadoras y trabajadores nos movilizáramos primero al Obelisco visibilizando el reclamo de diversos sectores en conflicto y luego al Ministerio de Trabajo confluyendo a un importante acto del Plenario del Sindicalismo Combativo, el movimiento piquetero independiente y sectores en lucha. La jornada volvió a demostrar que cuando se tiene iniciativa, audacia para coordinar lo más posible desde abajo y fuerte disposición a la lucha y a postular otra salida por izquierda, se logra poner en la agenda nacional un fuerte reclamo a la vista de millones.
Dentro de la grieta no hay solución
Se acercan los meses de elecciones y aún en medio del agravamiento general de la situación, tanto el gobierno del Frente de Todos como la derecha de Juntos por el Cambio, se encierran en disputas sin ofrecer ninguno soluciones reales a los problemas de millones.
Desde ya que escuchar a derechistas retrógrados que quieren enviar a millones al contagio abriendo la economía sencillamente genera indignación. Representan los intereses de clases capitalistas y sectores acomodados, ajenos a las mayorías. Su modelo de país es de entrega y destrucción.
Pero sucede que el gobierno de Fernández-Fernández, que supuestamente llegó para terminar con el modelo macrista, detrás de los discursos mantiene en esencia la estructura económica, financiera y productiva que en campaña electoral decía criticar.
Podes fijarte lo siguiente. Arregla los salarios a la baja con lo peor de la burocracia sindical. Acuerda negocios megamineros, sojeros y petroleros con las mismas corporaciones privadas que lo hacía el macrismo. En medio de una pandemia feroz, no se anima a tocar los negocios de clínicas privadas, ni menos aún declarar de utilidad pública laboratorios que pueden producir vacunas y envasarlas. Los precios siguen subiendo cada mes, pero los formadores de precios siguen haciendo lo que quieren, mientras los grandes productores del campo mantienen el control de la mayoría de las tierras y producen de acuerdo a sus intereses económicos, exactamente igual que sucedía cuando gobernaba el PRO. Quien en su gobierno nos trajo al país al FMI y el Frente de Todos se dispone a mantener durante años, consensuando con ellos políticas y pagando una deuda ilegal e ilegítima.
Porque no se anima a cambiar nada de todo esto, porque defiende la misma decadente estructura capitalista, es que las cosas siguen empeorando, o en el mejor de los casos todo sigue igual, igual de mal. Sin futuro digno a la vista para la juventud y las familias trabajadoras, que no llegan a fin de mes.
A la izquierda hay alternativa
La crisis capitalista genera reclamos, luchas sociales y una fuerte polarización. En esta situación, si algo aparece como imprescindible es que crezca, con mucha más fuerza y visibilidad, la voz y presencia de la izquierda anticapitalista y socialista.
El espacio político unitario y extendido nacionalmente que expresa este programa y proyecto, es el FIT Unidad. Con sus puntos fuertes, aciertos, y también con sus debilidades que deben superarse cuanto antes, esta unidad de la izquierda que hemos logrado tiene que jugarse con todas sus fuerzas, a postularse en cada hecho político y cada lucha. Como hemos dicho reiteradas veces desde el MST, nuestro frente no puede limitarse solo al plano electoral o a tener cada tanto algunas acciones comunes, políticas o en la lucha de clases.
El desafío, es superar estos límites y construir un gran frente o movimiento político común que actúe de conjunto, debatiendo y planificando todo en todos los terrenos de la lucha política y social.
Hacia ese objetivo, al que no renunciamos y por el cual seguiremos insistiendo, seguiremos dando desde el FIT Unidad todas las peleas que hagan falta. Y mientras actuamos en cada pelea obrera, popular y de la juventud, nos vamso preparando para las batallas electorales que también daremos a fondo, comenzando por las elecciones adelantadas de Jujuy y Salta.
Hacia las elecciones con toda nuestra fuerza
En pocos días tendremos un nuevo 1° de Mayo signado por el avance de la pandemia. Allí daremos nuestra visión del mundo y del país y una salida para dar vuelta todo. Y pronto se irán acelerando los tiempos políticos. Mientras por arriba los partidos del sistema cocinan una postergación acordada para las PASO (septiembre) y las generales (noviembre), por abajo tenemos que usar este tiempo para fortalecer la llegada de nuestras ideas y propuestas.
El FIT Unidad tiene que disponerse a la lucha política, convocar a fortalecer su proyecto, abrirse para escuchar e incorporar a referentes sociales, intelectuales, de DDHH, el feminismo y la lucha ambiental. Convocar a jóvenes y trabajadores desencantados con las variantes posibilistas. Y llamar a otros sectores de la izquierda a no dividir, a dejar de lados sus viejos sectarismos que solo favorecen a los partidos tradicionales. Y al interior del FIT-U, llegado el momento tendremos que discutir un acuerdo de candidaturas que refleje la realidad interna de nuestro frente y así lo fortalezca, o si no hay acuerdo utilizar mecanismos democráticos para resolver estas cuestiones, incluyendo si es necesario la utilización de las PASO.
Mientras tanto, y a la par de impulsar los procesos de lucha en cada sector, Jujuy y Salta se transformarán en las dos primeras luchas políticas-electorales de este 2021, de la cual el MST en el FIT Unidad será protagonista en ambas. Vamos a desplegar todas nuestras fuerzas e iniciativa para que la izquierda, la que se une y disputa, salga fortalecida de estas primeras batallas.