El terremoto político de las recientes elecciones cambió la situación política del país, los partidos de los 30 años, la derecha y la ex – Concertación marcan su declive, mientras se abre paso el “fenómeno independiente” y la izquierda anticapitalista a nivel electoral. La nueva etapa abierta tras la rebelión sigue su curso con más desafíos y oportunidades.
Escriben: Camilo Parada Ortiz y Maura Fajardo Gálvez, candidatos constituyentes
Ninguna encuesta ni “experto” de la burguesía pudo descifrar la hecatombe del régimen que desembocó en las elecciones y sus resultados. Al parecer la opinión de los representantes del orden aún esperaban el relato que acostumbran sobre el país, el mismo relato de exportación que hace dos años atrás Piñera se animaba a plantear a Chile como un “oasis” o bien, en los 90’, la Concertación agitaba con el “jaguares de Latinoamérica”. Slogans que ejemplificaban la estabilidad capitalista tras la derrota histórica que significó la dictadura y la transición pactada a la democracia.
Entonces, si de ideologías hablamos, las falsas ideas suelen desvanecerse cuando la lucha de clases se profundiza. La irrupción del movimiento de masas el 18-O de 2019 en primer lugar hizo caer aquellos relatos, mientras que los límites de lo posible fueron dinamitados, un cambio de magnitud que abrió una nueva etapa en la historia reciente, sintonizando así a Chile en la “normalidad” continental, de crisis y rebeliones.
Bajo aquel marco las elecciones del 15 y 16 de mayo muestran que el curso de la rebelión sigue en marcha, aunque con sus desigualdades evidentes, se expresó el giro a izquierda del país. Se caracterizó por la desaprobación de los partidos de los “30 años” y en segundo lugar, como contraparte, la entrada de los independientes quienes fueron la “sorpresa” por ocupar espacios decisivos en la Convención ¿Quiénes son? Todas y todos los que no están al alero de los partidos tradicionales del régimen y debieron reunir patrocinios previamente para poder presentarse a las elecciones. En dicho fenómeno se destaca la Lista del Pueblo que con un programa difuso y figuras del estallido canalizó gran parte de la votación, también se destacan las listas de movimientos sociales que de igual forma asumieron convencionales. A su vez, la izquierda anticapitalista fue parte de este espacio en dónde se destacó la participación de nuestra organización, el Movimiento Anticapitalista y nuestras candidaturas.
Las elecciones modificaron el mapa político del país y si bien aún estamos en medio de los acontecimientos, la dinámica indica el proceso que se encamina, ya que: a) la votación tiene un componente programático en dónde la impugnación al modelo capitalista-neoliberal es la tónica; b) la derecha no logró ocupar el quórum de 1/3 para frenar las iniciativas en la Convención Constitucional; c) la crisis económica y sanitaria aceleró aún más la ruptura con el modelo y el nuevo Chile suma la característica de la presión social ante ofensivas impopulares.
Es por eso que el panorama cambió y en sintonía con Latinoamérica y el mundo, se expresa la etapa pre-revolucionaria. Se abren posibilidades de avanzar en robustecer alternativas anticapitalistas, las cuales sólo será posible desarrollar si somos capaces de intervenir en procesos reales sin sectarismos, identificando sus límites, pero también sin aislarnos políticamente. A las características expuestas, además se suma que hoy el movimiento de masas hace una nueva experiencia con el “fenómeno independiente” y a su vez, las reservas de lucha siguen presentes para avanzar en transformaciones radicales como se demostró en las elecciones. Perspectiva que comienzan con la exigencia de la libertad a lxs presxs políticxs de la rebelión y declarar la CC en una Asamblea Constituyente libre y soberana para discutir absolutamente todo.
Los desafíos son evitar que las expectativas de cambio se diluyan y por lo tanto, acumular fuerzas organizadas con estrategia transformadora, es por eso que para cerrar dejamos un extracto de la carta abierta a las y los convencionales electos independientes, a la Lista del Pueblo, de los movimientos sociales y de la izquierda anticapitalista que impulsamos desde el M.A:
“Les saludamos y miramos con optimismo los desafíos que se presentan y desde ya, el Movimiento Anticapitalista y el espacio social que logramos impulsar se ponen a disposición para trabajar codo a codo para robustecer las ideas de cambio en la constituyente, mientras forjamos espacios para que la voluntad popular tenga un canal democrático y las y los convencionales electos sean una gran vocería de las voces de los pueblos. Sostener el camino emprendido, confluir unitariamente y forjar la activación política será central para los desafíos del presente. Creemos que es posible y necesario impulsar con premura asambleas, foros y todo tipo de espacios de autoorganización popular para sostener y tonificar la acción constituyente de los próximos meses, con un método democrático y respetuoso podemos darle a la fuerza electoral un contenido superior de organización y programa.”