Sobrerepresentados en los medios masivos de comunicación. Mucho de teatralidad y cáscara. Detrás del griterío coucheado, la inconsistencia. Envase (bizarro) nuevo, para ideas decrépitas. Vamos a presentar nuestra visión sobre este proyecto reaccionario.
Escribe: Cele Fierro, pre-candidata a 1ª diputada nacional (CABA)
Los períodos de crisis capitalista, las coyunturas de alta polarización intermedias, son recurrentes en esta última etapa histórica. Y a la vez, aunque nada se repite mecánica e idénticamente, hay “tips” de las leyes históricas que gravitan una y otra vez. Por ejemplo, cuando se hay tendencias a la desmoralización con proyectos capitalistas principales, a izquierda y derecha, la propia clase dominante deja correr colectoras políticas destinadas a contener en la órbita del sistema esa desmoralización con los partidos o coaliciones predominantes. El “malmenorismo” es una, como forma de bloquear por izquierda el corrimiento hacia posiciones socialistas de franjas sociales. Pero cuando las contradicciones incluso son más agudas, el propio sistema alienta fuerzas reaccionarias o directamente de ultraderecha. Normalmente también simplifican respuestas políticas, amalgaman identidades y definiciones, para gestionar su propósito confusionista. Así en su momento, salvando distancias históricas, recordemos que Hitler llamó “nacional-socialismo” a su movimiento fascista traficando la idea de “socialismo”, tan presente en la clase obrera alemana. Nuestros confusionistas criollos Milei-Espert, apelan a desopilantes noviazgos conceptuales: “libertarios –capitalistas”, “anarcocapitalismo”. En fin: para presumir irreverencia antisistema, apelan a ensaladas ideológicas que los medios masivos propagan de forma generosa.
Los bufones del capital y sus referencias coyunturales
Para definir un proyecto político, los intereses sociales que expresa y defiende, metodológicamente corresponde analizar:
a) Su programa a partir de las referencias que reconoce.
b) La composición de su colectivo.
Pero empecemos por los componentes más destacados del elenco libertario. Arranquemos por la lista de candidatos que postulan para las PASO del mes de setiembre.
Victoria Villarruel: abogada y presidenta del Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas, el CELTyV. Esta organización patrocina militares genocidas que actuaron durante la última dictadura. La candidata de Milei plantea que entre 1976 y 1983 no hubo terrorismo de Estado. Los represores que torturaron y asesinaron son “víctimas”. Es candidata a diputada nacional, en segundo lugar, en CABA.
María Fernanda Araujo: preside la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas. Cuadro político del partido NOS, cuyo referente es el carapintada Juan José Gómez Centurión. Este partido propone dictar “una Ley de Pacificación, que permita revisar todos los juicios de DDHH”. Otra vez los genocidas son presentados como víctimas. También candidata de Milei.
Luis Green: fue funcionario del Ministerio de Seguridad con Patricia Bullrich. En 2019 promovía que la policía llevara armas de fuego porque llevar una taser era “mano blanda”. Este esperpento, candidato de Espert, libertario bonaerense.
Carolina Píparo: es la mujer que -a partir de un hecho desgraciado en su vida- se convirtió una activa militante de la mano dura y la represión a la protesta social.
Si seguimos escaneando las listas en el AMBA, seguiríamos descubriendo especímenes de parecido calibre. En resumen: fachos, progenocidas, militantes de la mano dura.
¿Libertarios de qué entonces?
Bufones 2: referencias históricas e internacionales
El movimiento libertario presume de alta consistencia teórica y avanzado fundamento científico de sus planteos. Normalmente, Milei y Espert explican que después de años de batalla cultural se decidieron ahora a dar la batalla política contra el “sistema”. A la vez, junto a referencias más o menos próximas a Menem o Cavallo, con elogios repetidos, alardean nombres de varios autores como fuente ideológica de su proyecto. Nos tomamos el trabajo de investigar y estudiar los 4 o 5 que recurrentemente aparecen nombrados por estos personajes.
Ludwig von Mises: antimarxista militante, referente de la llamada Escuela Austríaca de economía, fue un adherente crítico del fascismo al que le achacaba demasiado “estatismo”, es decir: lo corría por derecha. Esta luminaria teórica de la dupla Milei-Espert escribía cosas como estas: “No se puede negar que el fascismo y movimientos similares destinados al establecimiento de dictaduras están llenos de las mejores intenciones y que su intervención ha, por el momento, salvado la civilización europea. El mérito que el fascismo ha de ese modo ganado por sí mismo vivirá eternamente en la historia” (Liberalismo, 1927).
Murray Rothbard: fundador del Instituto Mises, negacionista del Holocausto y militante de la extrema derecha del Partido Republicano yanqui. Defensor de la tortura y la venta de niños, ya que decía que “son propiedad de sus padres”. Apologista del Ku Klux Klan. Otro inspirador de la gesta “libertaria”.
Ayn Rand: esta filósofa “objetivista” fue defensora del genocidio originario en EEUU y supremacista blanca. Obviamente, justificadora del genocidio contra el pueblo palestino. Otra fuente de inspiración de los antisistema libertarios nacionales.
Friedrich von Hayek: filósofo y economista. Asesor de genocidas: de Pinochet en Chile y Salazar en Portugal. Su libro “La Constitución de la Libertad”, obra de cabecera del despeinado candidato porteño.
A esto sumemos Trump, Vox y Bolsonaro, y el combo de referencias se completa. Tenemos así el cuadro completo del fundamento ideológico y perspectivas de este proyecto ultraderechista que cobró notoriedad en nuestro país.
Izquierda en revolución, mata libertario
Estos fenómenos “colectora” de las crisis sistémicas no tienen vuelo si los bloquea una izquierda potente. Porque el capital, como régimen social, no tiene ninguna perspectiva para la juventud en términos concretos a la que especialmente apuntan los “libertarios”. Un mano a mano con cualquiera de los más presuntamente serios exponentes de este cambalache proselitista, no resiste la pregunta sobre cómo resolver los problemas acuciantes de nuestra generación: trabajo, vivienda, democracia real o depredación socioambiental. Por eso la tarea política de la izquierda anticapitalista y socialista, consiste en superar todas las taras que impiden su salto como alternativa amplia, fuerte y con capacidad de movilizar e influenciar sectores estratégicos de la clase obrera y la juventud. Nuestro planteo como lista independiente en las PASO del FIT-Unidad, apunta en dirección a ese debate de orientación, en que la izquierda y nuestra generación se juega todo.