Las PASO del domingo dejaron muchas conclusiones políticas. Más allá de que el oficialismo de Cambia Mendoza se consolidó como la primera fuerza, el dato relevante es la debacle del peronismo local, donde la lista de Sagasti-Bermejo apenas llegó al 25%, mientras el voto en blanco se ubicó casi en el 10%. La izquierda por su parte hizo una buena elección, repuntando por sobre las elecciones de 2019 y quedando muy cerca del tercer puesto provincial.

La estrepitosa derrota del Frente de Todos a nivel nacional tuvo en Mendoza su refracción particular debido a que aquí gobierna desde hace más de 5 años la coalición Cambia Mendoza, parte del armado de Juntos por el Cambio nacional. Es un hecho que en la provincia el peronismo en sus diversas variantes y con distintas cabezas viene perdiendo desde hace años todas las contiendas electorales, secuela principalmente de las desastrosas últimas gobernaciones que tuvo con Celso Jaque y Paco Pérez. Desde entonces el PJ no pudo reponerse a pesar de rotar las cabezas desde el peronismo tradicional al kirchnerismo, o como en esta última elección con la unificación de ambas fracciones bajo la batuta de la senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti. Nada pudo impedir que la bronca y el hartazgo de la gente hacia el gobierno nacional de Alberto Fernández se expresara localmente. Este derrumbe del Frente de Todos, que perdió casi 100.000 votos con respecto a las elecciones del 2019, tampoco es capitalizado por el gobierno de Suárez aunque se presente como una opción más prolija, ya que ellos también perdieron la misma cantidad de votos que el PJ si lo comparamos con la elección pasada.

El otro hecho relevante fue la alta votación en blanco, lo que refleja que un 10%  de los votos -casi 100 mil- ya no cree en ninguna de las variantes tradicionales que se presentaron. Lo mismo podría inferirse del crecimiento de la abstención que hubo a nivel nacional y provincial. Es claro que un objetivo de la izquierda tendrá que ser entonces ir a buscar a ambos sectores para llevarles nuestra propuesta de un cambio de fondo, para que vean en el FITU una opción válida que los represente para salir de esta crisis a la que nos llevaron precisamente los partidos que se repartieron el poder todos estos años.

Un párrafo especial merece la votación del Partido Verde, que se presentó con candidatos  que dejaron su anterior partido (Protectora) después de la “traición” de su máximo dirigente, José Luis Ramón, que se pasó con frazada y todo a las huestes del peronismo local. Así, Vadillo y Romano pasaron de protestar por las tarifas de gas y luz a vestirse de verde ambientalista, y los recién devenidos ecologistas lograron con una campaña muy mediática y costosa ubicarse en el tercer lugar en estas PASO con el 5,70% de los votos. Y son usados como un muro de contención para evitar que los votos vayan a izquierda, más allá que en lo económico y social no propongan nada que los diferencie del oficialismo provincial.

El Frente de Izquierda y de Trabajadores- Unidad por su parte hizo una buena elección en la provincia ubicándose en cuartos lugar con el 4,97% de los votos y con muchas posibilidades de crecer y transformarse en la tercera fuerza provincial. Y dentro del mismo la lista (R)evolucionemos la izquierda que integramos desde el MST tuvo una muy buena ubicación, triplicando los votos obtenidos en 2019 como partido y sacando el 30% de los votos totales del frente, enfrentando a los dos partidos tradicionales del mismo. Esto hace que a pesar del equivocado reglamento que impone en la provincia un piso del 30% para participar de la rotación de los cargos, y con el que obviamente no acordamos, al superarlo en varias secciones y departamentos nuestros candidatos serán parte de la rotación de cargo en caso de acceder a ellos, mínimamente en las categorías de diputados provinciales de la Primera Sección y concejales de Las Heras, Guaymallén y Luján de Cuyo. Esto constituye un éxito de nuestra política de ir a internas y haber podido expresar nuestro proyecto de transformar la izquierda en una alternativa amplia y unitaria de poder para todos los trabajadores y sectores postergados de la provincia.