El Hospital Garrahan es un emblema de institución pediátrica, pública y especializada a escala latinoamericana. La capacidad y prestigio de su personal es indiscutible. Con miles de trabajadores es un verdadero gigante de la salud pública nacional, y en CABA. Su equipo de salud tiene una rica historia de luchas laborales. En los últimos años, la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) con más de 1000 afiliados fue ganando protagonismo con una nueva conducción y una perspectiva combativa, democrática y plural. Hablamos con su secretaria general, la Lic. Norma Lezana.
Entrevistó: MR
A.S: Norma, contanos cuál es la situación del hospital después de las protestas de este año.
Nosotros reivindicamos la lucha que dimos con la que se logró romper el techo del 35% en cuotas pautado en la paritaria nacional, logrando un 45% para este año y el adelanto de las cuotas de febrero a octubre. Este aumento resulta insuficiente ya que no alcanza a recomponer la pérdida sufrida durante el año 2020, en plena pandemia, ni resuelve los reclamos sobre nuestras condiciones de trabajo. Como única respuesta a los innumerables reclamos los directivos decidieron aplicar descuentos de entre 5000 y 20000 pesos en los sueldos de julio y agosto a la primera línea, por los días de paro.
A.S: ¿Cuál es tu valoración del ataque con los descuentos sufridos?
Los descuentos constituyen una medida que nos afecta económicamente, pero tiene un objetivo claro que es quebrar la motivación, el compromiso, la conciencia, la participación de toda una camada nueva de trabajadoras y trabajadores con los que hace tiempo venimos confluyendo, peleando contra todas las injusticias de este hospital. Estos descuentos tienen el sentido de quebrar la voluntad de lucha, de desmoralizar, separar a organizaciones como la nuestra del activismo que se moviliza. Los descuentos en la práctica cercenan el derecho a huelga y constituyen una medida antisindical además que afecta la seguridad de familias que no tienen garantizado el acceso a alimentación y vivienda ya que no alcanzan el costo de la canasta familiar, el salario es de carácter alimentario y la medida tomada en pandemia y en medio de una profunda crisis económica constituye un hecho muy grave, por eso hemos presentado un recurso de amparo en la justicia laboral por ser el derecho a huelga un derecho constitucional.
A.S: Desde la APyT hablan del “pacto entre el Consejo y UPCN”, ¿podrías desarrollarlo?
Existe una hegemonía de poder entre la conducción de UPCN y el Consejo de Administración (los funcionarios puestos a “dedo” por el Ministerio de Salud de Nación, mayoritariamente) contra las y los trabajadores del equipo de salud, preparan las condiciones para poder cerrar lo que quieran para el año que viene, que es un año en que pasadas las elecciones todos los partidos tradicionales están pactando sobre un eje que es pagarle la deuda al FMI y sobre esa base no hay ninguna chance que no sea ajustando los presupuestos de salud y el salario de les trabajadores. Nos pegan ahora para desmoralizar y quebrar la posibilidad de que resistamos lo que van a hacer el año que viene.
A.S: Hay una nueva etapa en la APyT desde hace algunos años y, sobre todo, la prueba de la pandemia. ¿Qué reflexión hacés sobre eso?
La APyT es un sindicato de lucha, democrático, plural y autónomo que en los últimos años empalmó con sectores muy postergados del equipo de salud: imágenes o instrumentación quirúrgica entre otros. En 2020 durante la pandemia enfermería toma la palabra, formamos la “Comisión de Enfermería” e iniciamos una lucha por los EPP y protocolos de trabajo seguro que fue el puntapié inicial para romper el silencio y salir a reclamar por el salario, condiciones de trabajo y contra todo tipo de violencia y acoso, convergiendo con la Comisión de Género de la Asociación. Luego fueron confluyendo sectores autoconvocades de profesionales jóvenes que se suman a estos reclamos formando un amplio frente de lucha. No me quiero olvidar de una pelea, todavía en curso: el pase a planta de las hemoterapistas del Equipo de Colecta de Sangre del hospital, que se han cargado un modelo de recolección de sangre único en el país, y que están en situación de total indefensión. También ahí, nuestra APyT intervino y somos optimistas en que vamos a ganar esa pelea. Es decir: se ha ido consolidando un verdadero movimiento que activa sistemáticamente, con lógicos flujos y reflujos, este gigante que es el Garrahan.
A.S: ¿Notan descontento en delegados de base y afiliados de UPCN?
El descontento es general y sobre todo de base, el piso salarial no alcanza, esto obliga al pluriempleo, hay agotamiento y esto incluye a compañeres que no están afiliados a ningún sindicato y los propios afiliados de UPCN que se sumaron a las medidas y los reclamos y también sufrieron los descuentos. Hay desencanto con la actual gestión del hospital que se comprometió en 2020 a restaurar los vínculos en la “Familia Garrahan” dicho en estos términos por el presidente del Consejo de Administración, Dr. Guillermo González Prieto en el acto de asunción. Muchos trabajadores confiaron en esta gestión que hoy se cierra al diálogo, desconoce a les trabajadores y pone en riesgo a las familias con descuentos por luchar por lo más elemental, salario digno y que se reconozcan las condiciones de trabajo insalubre.
A.S: Contanos cómo sigue la pelea concreta en el Garrahan y también el trabajo de coordinación con CICOP, ALE, AGHIM y otros sectores combativos.
En primer lugar, el compromiso de nuestra asociación es bancar hasta el final, socorrer de manera solidaria y de lucha a todas las compañeras y compañeros que han tenido descuentos, exigir la restitución de los descuentos ilegales sancionatorios persecutorios. Presentamos una medida cautelar en la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo que está a despacho y seguir visibilizando los reclamos con acciones conjuntas, apelando a CICOP, ALE, la Comisión Interna del Hospital Italiano, AGHIM y la comunidad, claro. No nos vamos a quedar cruzados de brazos. Luego de la “Marcha de la Bronca” del 21 de septiembre resolveremos en asamblea la siguiente acción sumando al pliego de reclamos el derecho a huelga, libertad y contra todo tipo de persecución política e ideológica. En otro plano, vamos a seguir desarrollando un sindicalismo de nuevo tipo, de lucha, democrático, independiente de todos los gobiernos y gestiones, y a la vez, bien unitario y capaz de ser vertebrador de todas las causas justas de las y los trabajadores del hospital, sin ningún sectarismo. Esa es nuestra impronta y obviamente, mi agrupación Alternativa Salud – MST, significa un respaldo clave en todo el trabajo que me toca a mí y a varios de los mejores activistas de la APyT. Muy orgullosa de eso también. Contra todo macartismo: mujer, trabajadora, luchadora sindical antiburocrática y socialista. Así, todo eso.