La situación política, económica y social tiene como telón de fondo la crisis de un modelo, el del FMI, el capitalista donde no hay grieta ni con Juntos ni entre Alberto y Cristina. Hay un aumento del descontento por la inflación, la miseria y las expectativas no cumplidas. Mientras el gobierno se desgasta, Milei se postula pidiendo más ajuste y más capitalismo. La única salida a la crisis es por izquierda. Por eso convocamos a un gran acto del FIT Unidad en Plaza de Mayo y todas las plazas en el país.
Escribe: César Latorre
La crisis económico social se profundiza y no ofrece una salida para las y los trabajadores. Ni bajo la dirección del PJ ni la del cristinismo que no pasa del doble discurso y colabora para que se acreciente la polarización política y el crecimiento de la derecha liberal. En este panorama, más que nunca se impone la necesidad de levantar y fortalecer al FIT Unidad, que tiene el programa para que la crisis la paguen los ricos y no el pueblo trabajador.
La crisis nos muestra para quiénes se gobierna
Que Alberto Fernández haya llegado a la presidencia de la mano de Cristina Kirchner, bajo el argumento de ganarle a Macri, es parte del giro a derecha que se dio con todos los proyectos políticos conocidos en esta última etapa como «populismos» o progresismos.
Alberto de esta manera había llegado al poder generando expectativas de que «se vuelva a llenar la heladera de los argentinos» y denunciando la estafa de la deuda que Macri contrajo para que «se la fugaran sus amigos».
Sin embargo, desde los primeros movimientos en el poder ajustó las jubilaciones y lejos de llenarle la heladera a los argentinos con una inflación galopante han devaluado superlativamente el nivel de vida de las mayorías populares.
Esta contradicción del proyecto político en el poder y sus consecuencias directas es la base que motoriza la ruptura interna del Frente de Todos.
La decepción de franjas importantes de votantes del gobierno llevó a que el cristinismo se empiece a desmarcar políticamente para no hundirse completamente, pero quedándose adentro del proyecto y no obstaculizando lo esencial de la política económica: reconocer la deuda y pagarle al Fondo, rechazando la única forma de poder trazar otro plan económico para salir del circuito de empobrecimiento masivo. La crisis del Frente de Todos refleja la impotencia de un proyecto político que dice combatir la desigualdad cuando en realidad fomenta el desarrollo de las causas de la misma.
Ajuste de la mano del PJ
Estamos ante un hecho de calidad en la Argentina y es que la exigencia de un ajuste profundo lo encuentra al PJ en el poder que acaba de firmar un pacto leonino con el FMI. Por distintas circunstancias históricas y de coyunturas internacionales el PJ venía zafando de tamaña exposición. Esta experiencia que está en curso tiene consecuencias de magnitud las cuales hoy se visualizan solo en parte.
La burocracia se resquebraja
No cabe duda de que la crisis en el PJ tiene su refracción en la crisis de las cúpulas del viejo sindicalismo. Todas las alas de la burocracia sindical se sumaron al frente gobernante y acompañaron todas las iniciativas ajustadoras que de a poco y aprovechando también la pandemia, fueron aplicando en todos los gremios. Frente a esta nueva entrega, crecieron la bronca por abajo y las divisiones por arriba. Casi como castillo de naipes, empiezan a caer o a tambalear viejos popes del sindicalismo traidor como sucede en la UOM y otros gremios donde el «efecto Caló» ha metido la cola. Si bien la burocracia de las centrales y los grandes sindicatos han impedido un paro nacional y la unificación de las luchas, la conflictividad que seguramente va a ir en aumento va a horadar a esta dirigencia que todavía controla los aparatos pero no logra detener esta renovación por abajo. El Plenario del sindicalismo combativo está llamado a jugar un papel para ayudar a aglutinar y desarrollar estos procesos que crecen desde la base.
La salida es por izquierda
Frente a tamaña situación es necesario que levantemos con todo el proyecto político que representa el FITU. La crisis exige que levantemos fuerte la voz de la izquierda. Salir con fuerza y personalidad cuando lo que se está cuestionando es el proyecto de país. Hay que salir a combatir los cantos de sirena de un neoliberalismo despeinado que propone recetas que ya fracasaron. Es un deber ineludible de los revolucionarios levantar las propuestas que realmente le pueden dar una salida a la crisis a favor de las necesidades de la clase obrera y el pueblo. Ni Milei ni el cristinismo tienen salidas concretas frente a la inflación, la desocupación y la miseria creciente. Solo el FIT Unidad tiene propuestas para cambiar en serio y responder a las necesidades de salario, trabajo, salud y educación.
El problema es el capitalismo, y como decía Einstein «Los problemas significativos que enfrentamos no pueden ser solucionados dentro del paradigma en el que fueron creados».
Necesitamos una izquierda potente que dispute como opción de poder real. Por eso venimos proponiendo que el FIT Unidad despliegue todo su potencial con iniciativa política permanente. El acto del 1° en Plaza de Mayo y todo el país será una tribuna para levantar un programa alternativo, para plantear la solidaridad con la clase obrera y el pueblo de Ucrania rechazando la invasión rusa y la influencia de la OTAN. Vamos a levantar una tribuna desde donde diremos que única salida es el gobierno de los trabajadores y el socialismo.
Hay fuerza social para romper con el FMI, hay conciencia de las consecuencias que trae y es el primer imprescindible para poder volver a tener autonomía y definir cómo resolver nuestros propios problemas.
Se sabe que todos los poderosos fugan capital, por eso no tiene nada de utópico nacionalizar la banca y el comercio exterior. Es una necesidad básica.
Es escandalosa la matriz impositiva de la argentina, está en debate, todo el mundo lo sabe por lo cual habría fuerza para poder imponer un cambio radical en donde paguen los que se siguen enriqueciendo incluso en las mayores crisis.
Se sabe que cada día que pasa los ricos son más ricos y los pobres son más pobres. Que mientras millones no tienen donde vivir y es cada día más difícil alquilar hay gente que tiene viviendas ociosas para no perder capital.
Los mártires de Chicago dieron la vida por las 8 horas de descanso, las 8 de ocio y las 8 de trabajo. Y ahora la realidad es que se tienen que trabajar más horas para sobrevivir.
No va a haber trabajo genuino si no hay un desarrollo industrial, que no vengan con el verso de que no se quiere laburar. Pero para hacerlo hace falta otro proyecto de país que partiendo de las riquezas naturales las ponga al servicio de atender las necesidades de la gran mayoría. Es posible lo necesario. Hace falta la determinación política de llevarlo adelante, desde el MST en el FITU y desde nuestra organización internacional la LIS la tenemos. En este día internacional de la clase trabajadora vamos a tener el honor de rendirle homenaje en la postulación de un proyecto político que es de y para la clase trabajadora y el pueblo. Sumate y sumá a otras y otros a los actos en las principales plazas del país y en la histórica Plaza de Mayo este domingo a las 15hs.
¿Por qué el 1°de Mayo es el día de la clase trabajadora?
Es probable que se conozca el hecho que dio origen a este día, y eso es importante, pero es necesario saber que existe una lucha abierta que sigue. Una suerte de continuidad ininterrumpida que hace que el Primero de Mayo sea mucho más que una anécdota. Mucho más incluso que su reivindicación de las 8 horas. El Primero de Mayo condensa una significación política inmensa: la clase obrera como sujeto histórico-político como clase internacional.
Se sabe que el primero de mayo de 1886 se celebraron importantes huelgas con el reclamo de las jornadas de 8 hs y que en Chicago las protestas siguieron unos días más con importantes incidentes y feroz represión policial. El día 4 al ser reprimida una nueva protesta muere un policía producto de la resistencia obrera. Frente al hecho se descargó todo el odio de clase condenando en un juicio escandaloso sin prueba alguna a 8 trabajadores condenándolos a muerte o perpetua.
Los mártires de Chicago es como fueron inmortalizados por el movimiento obrero internacional estos obreros. También impulsaron una lucha en todo el mundo por la jornada de 8 hs y porque ese día no se vaya a trabajar. Es decir, fue un feriado impuesto a la sociedad burguesa por la vía de los hechos, y es por esto, y no por otra razón que en la mayor parte del planeta es feriado este día, con la significativa excepción, entre otros pocos, de EEUU. País en donde sucedieron los hechos.
Y eso no es todo, incluso en el lugar donde se produjeron los hechos se intentó poner un monumento en conmemoración al policía muerto durante la resistencia a la represión. El monumento era repudiado y sufría distintos «ataques» por lo cual llegaron a dejarle un guardia permanente para cuidarlo. No obstante, la iniciativa popular logró que tengan que retirar el monumento y poner una placa conmemorativa de la lucha obrera más adelante.
La historia como proceso vivo
«Hasta que los leones no tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador».
Justamente tomando parte de estos hechos Eduardo Galeano en un cuento llamado desmemoria sintetiza con este proverbio Africano este importante concepto de la historia que en rigor le pertenece a Benjamín Walter.
Generalmente nos enseñan que la historia es lo que ya pasó. Se presenta la historia cómo un hecho consumado sobre el cual solo nos quedaría repetir. Por supuesto que esto habilita a quienes se encargan de oficializar alguna historia en particular. Es la clase dominante a través del Estado y sus múltiples instituciones que también se encarga de hacernos llegar alguna historia a través de monumentos, planes de estudio, nombres de calle, feriados y un largo etcétera.
El 1° de Mayo en la Argentina
Como no podía ser de otro modo, en la argentina existió y existe una disputa por el 1° de mayo en el sentido de su significación histórica y sus consecuencias actuales.
El primer acto en la Argentina fue celebrado en 1890 y lo organizaron socialistas y anarquistas que se sumaron a la ola mundial de no ir a trabajar y realizar actos por la jornada de 8 hs. Las patronales castigaron la iniciativa con descuentos en los salarios de los manifestantes.
Tan grande era el peso de los trabajadores socialistas y anarquistas en la Argentina que el actual Argentino Juniors en sus orígenes utilizaba el nombre de los Mártires de Chicago.
En 1909 al celebrarse nuevamente el 1° de Mayo en la plaza Lorea la policía reprime salvajemente la manifestación provocando 14 muertos. Es decir, Argentina fue parte de los primeros de mayo de lucha, independientes del Estado y con planteos reivindicativos para la clase trabajadora.
Perón lucha cambiarle el significado
Desde la secretaría de Trabajo que manifestaba ya su intención de manera explícita. En el festejo del Primero de Mayo de 1944 en su discurso dijo «… Las nuevas conquistas darán a esta conmemoración un sentido más patriótico y más argentino»
En el afiche de convocatoria al acto se leía «Obrero ayer oprimido. Hoy dignificado»
Ya en el poder el primero de mayo se empezará a «festejar». Se hacían discursos oficialistas y se elegía a la reina del trabajo, con previos números musicales. De Día Internacional de los Trabajadores pasó a ser la «fiesta de los trabajadores»
El sindicalismo peronista
Con Perón en el poder eran parte de los actos de festejo y tenían un orador en la primera presidencia. Luego las cosas fueron variando pero sí desde el sindicalismo peronista también se borraba huella histórica del 1° de Mayo y se lo festeja con un asado en algún predio del sindicato quitándole todo carácter de lucha a este histórico día.
Recuperar su significado
En esta pelea por la historia nos toca volver a darle el sentido que siempre ha tenido. Es por eso que más que nunca es necesario reivindicar este día no solo rescatando su origen histórico, sino sobre todo, dándole continuidad a esos rasgos tan importantes que en el mundo y en nuestro país ha tenido esta fecha. Por un Primero de Mayo internacionalista, de lucha y de independencia. política.