En el país ya están circulando por las redes sociales y de boca en boca dos convocatorias al 35º Encuentro, ambas en la capital de San Luis pero en distinta fecha y con comisiones organizadoras separadas. Esta división es obviamente una crisis, pero no nos sorprende y tiene responsables políticas. Nosotres hemos definido ir al único Encuentro genuino: al plurinacional y con las disidencias, en octubre.
En realidad, ya desde los años 2020 y 2021 siguieron funcionando dos comisiones organizadoras por separado. Aunque lógicamente por la pandemia y las restricciones no hubo condiciones para convocar a un Encuentro nacional, en estos dos años el sector más oficialista no hizo nada y, en cambio, el sector plurinacional y con las disidencias impulsó pre-encuentros regionales en varias ciudades del país, en los que nuestra agrupación ha participado.
Los dos encuentros actualmente en disputa son:
1. El 35º Encuentro nacional de mujeres, del 19 al 21 de noviembre. Lo organizan los espacios políticos más afines o integrantes del gobierno nacional: el PCR-CCC, sectores del PJ, de la burocracia sindical y otras agrupaciones amigas. Pero se niegan a aceptar todo cambio, tanto político como metodológico. Es decir, atrasan.
2. El 35º Encuentro de mujeres plurinacional y con las disidencias, del 8 al 10 de octubre. Lo organizan numerosas agrupaciones de género y políticas, algunas de las cuales también se referencian en el Frente de Todos1. Pero vamos a participar en este, ya que recoge los avances planteados mayoritariamente en los Encuentros previos.
Negacionismo versus apertura
Desde ya, la no realización de un solo Encuentro genera preocupación en el activismo porque debilita una herramienta unitaria y masiva que durante décadas jugó un rol progresivo en el desarrollo del feminismo en la Argentina e incluso trascendió las fronteras. Pero para posicionarse correctamente frente a este dilema, es indispensable recordar los debates que tuvieron lugar en los últimos Encuentros.
Ya desde el Encuentro de Chaco en 2017, luego en el de Trelew en 2018 y sobre todo en el último de La Plata en 2019, un doble reclamo político se vino haciendo sentir cada vez con más fuerza: cambiar el nombre de nacional y de mujeres, por el de plurinacional y con las disidencias. No para negar nada de lo anterior, sino como una superación a fin de expresar los cambios ocurridos en la realidad social y política.
Por un lado, porque a los Encuentros no sólo asistimos cada año miles y miles de mujeres argentinas, sino también inmigrantes que habitan acá, de pueblos originarios que se reivindican como naciones y otras compañeras que vienen a participar desde varios países hermanos. Y por otro lado, porque hace rato que los Encuentros no son únicamente de mujeres cis y hetero-sexuales, sino además de miles de lesbianas, bisexuales, travestis, trans, no binaries e inter-sexuales. Y hace rato que todes sabemos que aquello que no se nombra no existe. Rechazar la inclusión es de hecho negacionismo, típico de la derecha.
Pues bien; con un método burocrático muy consolidado que incluye «aclamación» en vez de voto, maniobras, aparateos y hasta insultos y golpes, la comisión organizadora oficialista -hegemonizada por el PCR- se negó una y otra vez a aceptar estos reclamos democráticos de la mayoría de las participantes. Si ya antes costó varios años que aceptaran la participación de mujeres trans en el Encuentro y que hicieran sus propios talleres, ahora directamente se cierran a todo cambio de forma y/o de contenido en un anacronismo absurdo.
«Unidad»: no dejarse confundir
El sector oficialista argumenta que cambió la fecha histórica del Encuentro a pedido de la Confederación Mapuche de Neuquén, que el 12 de octubre hará un evento en esa ciudad ante un nuevo aniversario de la colonización. Pero es falso que el Encuentro plurinacional desoye a las mapuches. Primero, porque éste se realizará en el fin de semana de siempre y segundo porque termina el 10, antes del evento mapuche.
A su vez, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto está difundiendo un petitorio dirigido a ambas comisiones planteando un único Encuentro «recogiendo los debates dados en el último Encuentro que realizamos en la ciudad de La Plata». Y en Neuquén impulsan otro petitorio, que también pide un único Encuentro «donde podamos participar la mayor cantidad de mujeres, lesbianas, travestis, trans, Intersexuales, bisexuales y no binaries».
Pero si bien ambos petitorios citan anhelos legítimos de unidad, al no plantear ninguna crítica a la comisión organizadora oficialista terminan siendo funcionales a la misma. Y fue precisamente ese sector el que divide el Encuentro al invisibilizar lo plurinacional y a todas las disidencias sexo-genéricas hasta en el nombre. Por lo tanto, no vemos útil firmar tales petitorios.
Si realmente se quiere «recoger los debates dados en La Plata» y que «podamos participar la mayor cantidad de mujeres, lesbianas, travestis, etc.» deberían instar al sector oficialista a levantar su burocrático y cerrado evento de noviembre y de esa manera converger todas y todes en octubre, en el 35º Encuentro plurinacional y con las disidencias, que es al mismo tiempo continuidad y cambio positivo.
Una masiva delegación a San Luis
Estando claro, entonces, por qué iremos al Encuentro plurinacional y con las disidencias del 8 al 10 de octubre en la capital puntana, queremos dedicar algunos párrafos a un primer encuadre político para nuestras delegaciones.
Entre las cuestiones de género, seguramente tendrán relevancia la denuncia al Ministerio de Mujeres, esa creación inoperante, y las exigencias al gobierno de que destine presupuesto suficiente para combatir la violencia de género y asistir a sus víctimas, también para aplicar en forma efectiva las leyes de Educación Sexual Integral e Interrupción Voluntaria del Embarazo, así como por la separación de la Iglesia Católica del Estado y el fin de los subsidios públicos a los colegios religiosos. A su vez, desde las disidencias llevaremos los reclamos por Tehuel, por la implementación real de las leyes de Identidad de Género y Cupo Laboral Trans, por la Ley Integral Trans y contra los travesticidios y demás crímenes de odio anti-LGBTI+, entre otros puntos.
Sin embargo, hay más. Las mujeres y disidencias no vivimos en un táper, sino que somos parte de la sociedad y los sectores más afectados por la crisis y el ajuste del FMI, la inflación, el hambre y la desocupación. Los debates sobre la coyuntura política y social, el rol de los movimientos piqueteros, el sindicalismo clasista, la ofensiva represiva de los gobiernos y las propuestas alternativas de la izquierda son temas que también van a merecer atención.
Desde Juntas y a la Izquierda y Libre Diversidad -nuestras agrupaciones feminista y disidente respectivamente-, así como desde todo el Movimiento Sin Trabajo «Teresa Vive» y el MST en el Frente de Izquierda Unidad, entonces, vamos participar con toda la fuerza y la convicción que nos caracteriza. En estos meses que restan vamos a convocar a charlas, cine-debate, iniciativas para bancar los micros y demás actividades preparatorias. ¡Sumate a participar para viajar con nosotras y nosotres!
1 «la Campaña Somos Plurinacional, Feministas de Abya Yala, Pañuelos en Rebeldía, Campaña Nacional contra las Violencias hacia las Mujeres, Campaña Federal por la Separación Iglesia/Estado, FOL, Marabunta, Frente Popular Darío Santillán (Corriente Plurinacional), MTL San Luis, La Casa Violeta San Luis, Socorro Rosa San Luis, Red de Profesionales por el Derecho a Decidir (San Luis), Red contra la Violencia Valle del Conlara (San Luis), Mujeres del Evita (San Luis), Frente Igualdad del Movimiento Evita, Federación Juvenil Comunista San Luis y otras agrupaciones puntanas y del país» (Alternativa Socialista Nº 769, 30/9/20).