Escribe: Sergio García
El desarrollo de la crisis política y social en el país sigue su curso. Mientras todas las fuerzas burguesas debaten cómo posicionarse hacia las elecciones 2023, también en la izquierda anticapitalista y socialista hay debates en curso. Se acaban de realizar los Congresos del PTS y de PO y esas dos fuerzas del FITU siguen sin plantearse tareas claves para un salto del peso de la izquierda y nuestro frente. Evitan dar un debate crucial sobre el carácter del FIT-U y así van de posiciones electoralistas a una visión unilateral sobre el trabajo popular y piquetero. Dejamos opiniones y propuestas.
A esta altura del mandato del gobierno del Frente de Todos, no cabe duda que navega entre el fracaso y la decepción. El entusiasmo inicial de trabajadoras y trabajadores que quisieron con su voto sacarse de encima a Macri, se fue diluyendo al compás del ajuste y el acuerdo con el Fondo que privilegió el gobierno peronista, al mejor estilo macrista.
Tan evidente es el descreimiento, que la vicepresidenta, para no salpicarse con el costo del ajuste de su gobierno, hace las veces de principal opositora al presidente que designó. Aunque no impide que el albertismo siga avanzando en la ruta fijada con el Fondo, y ahora CFK busca recostarse sobre gobernadores e intendentes para recuperar peso político en su interna. Al final del camino, el aparato tradicional ordena.
Es en este contexto de crisis por arriba y descontento por abajo con el peronismo, con la posibilidad cierta de que ese proceso que ya se inició en las grandes barriadas del Gran Buenos Aires se intensifique, que en la izquierda revolucionaria tenemos el desafío de acertar en las tareas y propuestas a llevar adelante. Sin embargo, los Congresos de PTS y PO no estuvieron a la altura de esta necesidad. Navegaron sobre la base de las mismas recetas que limitan al FIT-U, ahondadas con nuevos elementos de electoralismo y autoproclamación.
Congreso del PTS
En el caso de las y los compañeros del PTS, es donde más con claridad se nota un sesgado curso de presión electoral, que lo lleva a publicitar desde hace días como centro y principal resolución adoptada, las precandidaturas presidenciales de Myriam Bregman y Alejandro Vilca y de Del Caño en Bs As, catorce meses antes de las PASO del año próximo.
Este lanzamiento, efectuado sin mediar ningún debate colectivo sobre el tema al interior del FIT-U, refleja tan solo las necesidades propias del PTS y sus urgencias de ingresar a destiempo al debate electoral, ante la notoria falta de protagonismo en los genuinos procesos de la lucha de clases como docentes de San Juan y La Rioja, salud en Río Negro, el plan de lucha del SUTNA y en las grandes movilizaciones de la lucha del movimiento de desocupados.
Los compañeros acompañan su apuro electoral con una alta dosis de autopro-clamación, al decir en una de sus notas en La Izquierda Diario; «Lo que ya es una conquista es el gran peso del PTS y del FITU en la escena política nacional, donde nuestro espacio es una voz ineludible ante cada debate». Pero sucede que hoy el FIT-U y menos el PTS, aparecen como voz ineludible. Somos un frente importante y positivo que valoramos y defendemos que tiene su espacio político conquistado, pero a la vez tiene déficits notorios que nos limitan. Mientras todo el aparato mediático del sistema despliega una campaña para que todo se cocine entre el Frente de Todos, Juntos por el Cambio y los libertarios. Así nuestro frente, que apareció como tercera fuerza nacional en las elecciones pasadas, hoy aparece rezagado en esa disputa política, mientras tampoco tiene estrategia común en la lucha de clases. En vez de tomar nota de todo esto y definir políticas y orientaciones para superar esa situación, el PTS se contenta con adelantar candidaturas y autoproclamarse, sin hacer ni una sola propuesta hacia el conjunto del FIT-U ni hacia los miles de simpatizantes de nuestro frente, ni hacia la base trabajadora y de la juventud que viene descontenta con el gobierno. Solo de manera propagandística convoca a construir «un gran partido revolucionario» que sería el propio. Su realidad actual, de poca inserción obrera y popular y notoria baja en sus niveles de movilización, son consecuencia de este curso donde lo electoral prima y ordena.
Congreso de PO
Por su parte los compañeros del Partido Obrero han sacado un artículo criticando duramente al PTS por haberse lanzado con candidaturas presidenciales. Y más allá de varias consideraciones correctas sobre el tema, como su crítica a la mala ubicación política del PTS ante el debate boleta única, en los hechos en su Congreso PO votó dos vocerías nacionales, Romina del Pla y Gabriel Solano y la de Pitrola en Bs As, lo cual es otro lanzamiento electoral, adornado bajo una campaña nacional con el eje político por un «Movimiento popular bajo banderas socialistas».
El contenido político de la campaña es a la vez equivocado, centrando el eje político de lo resuelto en profundizar una desviación política que parte de sobredimensionar el peso del movimiento piquetero y pretender transformarlo en el eje estratégico del proceso de revolución. Como siempre decimos, la lucha del movimiento de desocupados de la cual somos protagonistas es muy importante y juega un rol muy positivo. Pero no hace falta perder la brújula pretendiendo que ese proceso ocupe un lugar que solo la clase obrera ocupada tiene, en unidad con el movimiento de desocupados y la juventud. La misma brújula pierde PO en el plano internacional a falta de un internacionalismo consciente y militante, que no le permite ni comprender que pasa en Ucrania ni plantearse ser parte activa de la brigada que viaje en pocos días a Nicaragua.
Volviendo sobre la lucha piquetera, nos encontramos en medio de un debate con dos políticas incorrectas; la de PO que ubica equivocadamente al movimiento piquetero por encima del rol estratégico de la clase obrera ocupada; y la del PTS que ignora al movimiento piquetero real y no tiene idea de cómo construirse en las barriadas populares, al tener una política abstencionista y propagandista de una lucha nacida en los grandes bastiones populares.
De eso no se habla
Lo que sí tuvieron de común los dos Congresos, es que en ninguno se debatieron ni resolvieron medidas para fortalecer al FIT-U, ni propuestas para que de conjunto nuestro frente mejore y avance. Orientados por sus propias urgencias y visiones parciales, no salieron de esos eventos propuestas positivas a considerar, ni se debatió sobre varios temas claves para el futuro.
Recordemos que desde el MST en el FIT Unidad propusimos y proponemos que el FIT-U se transforme en algo mucho más profundo que un frente electoral. Que para eso conformemos un gran movimiento político, un partido común de corrientes organizadas que se reúna semanalmente, que debata todos los hechos políticos para buscar darle respuestas comunes. Que debata la intervención en la lucha de clases y en la pelea por la dirección en la clase obrera, los sectores populares y en la juventud.
Además, propusimos y proponemos lanzar una campaña nacional común, con todas y todos los principales referentes, la organización de actos y eventos en todo el país para difundir el programa y el proyecto del FIT-U. Y seguimos proponiendo una campaña común contra Milei y los liberfachos, para demostrar que solo la izquierda anticapitalista y socialista es alternativa al desastre a donde nos llevaron primero el macrismo y ahora el Frente de Todos.
Para fortalecer al FIT-U también proponemos que todo el frente unido, con eje en nuestro programa de fondo, convoque a referentes de la izquierda social, ambiental y de DDHH, a intelectuales y otros sectores que simpatizando con nuestras posiciones bien podrían aportar mucho más, si les abriéramos canales de participación. Todo lo cual sería a favor de agrandar y enriquecer nuestro frente y nuestras posibilidades de llegar con más fuerza sobre millones de trabajadores y la juventud.
Como se ve en las publicaciones posteriores a los dos Congresos, ninguna de estas cosas que son decisivas para un avance del FIT-U las quieren hacer, ni PTS ni PO. Así las cosas, desde ambos eventos se propuso más de lo mismo, en una versión acelerada de prematuro lanzamiento electoral.
Insistimos una vez más en superar esta realidad con un profundo y fraternal debate al interior de nuestro frente. E invitamos a las y los simpatizantes, amigos y votantes del Frente de Izquierda a ser parte del mismo. Seguiremos insistiendo en un camino revolucionario y superador del limitado formato actual del FIT-U. Mientras tanto, en el plano electoral y en el momento que corresponda, tendremos que abordar de conjunto cuales son las mejores candidaturas y los equilibrios y relaciones de fuerza para la integración de las listas. En ese momento pondremos a disposición del FIT-U las candidaturas de Cele Fierro, Alejandro Bodart y de una gran cantidad de compañeras y compañeros a lo largo de todo el país. Y propondremos realizar un debate democrático y la convocatoria a instancias de la militancia para debatir y resolver listas comunes. Y si no se logra un acuerdo, que vayamos a las PASO donde cada quien exponga sus ideas y candidatos, y luego todos juntos demos pelea contra los partidos del sistema en las elecciones generales.