Así no va más

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Escribe: Cele Fierro

En tan solo una semana el dólar aumentó $100. En un día subió un 40% el transporte público en el área metropolitana. Con un formulario te diste cuenta que si ganas 100 mil pesos, lo que equivale la canasta básica, sos segmentando como ‘medio’ y te comés el tarifazo. Si sos estatal y estabas por pasar a planta permanente, no vas a poder. Todos los meses la inflación suma entre 4 y 5 puntos mensuales, sin descartar que llegue a 100 % anual. Los mercados abren todos los días y sube el dólar, el blue, el contado con liqui, el turista, etc. En los medios de comunicación explican el por qué de todo esto de la forma más difícil para que no la entendamos, pero no hay nada más simple de saber: en economía no es nada más ni nada menos que decisiones políticas.

Y la decisión de este gobierno fue ratificar el ajuste del FMI. Guzmán salió disparado y desde ahí, todo se volvió un descontrol. Batakis, quien asumió avalada por Alberto, Cristina y Massa, está siendo la mejor alumna de Georgieva. La jefa del Fondo remarcó sus «esfuerzos iniciales», esfuerzo que no es más que acelerar las medidas de ajuste hacia las y los trabajadores que Guzmán pactó con el FMI. Tratando así, de tranquilizar a los mercados, que desconfían totalmente de este gobierno. Para mayor tranquilidad, como así también mayor endeudamiento y sometimiento, en su gira por EE.UU. la ministra acordó un nuevo financiamiento con el Banco Mundial por USD 200 millones.

Mientras esto ocurre, la bronca de amplios sectores de trabajadores, ocupados y desocupados, sigue en aumento ante un gobierno que no da respuestas a sus reclamos.
No solo es este gobierno, está todo el arco político patronal en la misma línea. Luego del ataque de la vicepresidenta a los movimientos sociales, Juntos-UCR y Morales allanaron y persiguen a referentes sociales en Jujuy. Luego del tarifazo a los colectivos en el AMBA, Larreta aumentó el subte. No es algo implícito, la misma CFK llamó al diálogo y el consenso a las patronales y a la oposición con el gobierno para lograr la «paz social», mientras lo único que están haciendo es profundizar la gestión del ajuste y así hacer crecer el descontento social y las posibles condiciones para un estallido.

Todas decisiones políticas son en pos de profundizar este sistema de miseria y explotación, para agrandar los bolsillos de los que se la fugan, de los buitres y los que remarcan precios. Entre sus decisiones no está mejorar hospitales y escuelas públicas, crear trabajo genuino y un plan de obras públicas para terminar con la crisis habitacional, aumentar los salarios y jubilaciones ¿o escuchaste decir a Batakis algo de eso? Porque entre sus decisiones, no estamos. Entonces, si ellos no toman esas decisiones es momento de que las tomemos nosotres.

Porque este régimen antidemocrático no va más, entre cuatro paredes digitan todo, y siempre a favor de los mismos. Lo decimos sin pelos en la lengua: que se vayan todos, hace falta una gran movilización como el Argentinazo de 2001, y así ponerle fin al plan de ajuste. Además, se habla de adelantar elecciones, pero si hay elecciones tienen que ser a una Asamblea Constituyente libre y soberana para que el pueblo decida todo. Allí desde la izquierda propondríamos romper con el FMI, fuertes impuestos a las grandes fortunas y que todos esos recursos vayan a generar empleo, aumento de salarios y programas sociales. También nacionalizar la banca y el comercio exterior para frenar la especulación. Que se discuta la propiedad de la tierra: hay que terminar con que un 1 % tenga el 34 % de la posesión de la tierras rurales, que están puestas al servicio del extractivismo. Así, llevan a la mayoría a ese modelo productivo al servicio del capital, mientras destruye los territorios, el agua y nuestra vida.

Pero para este Argentinazo, necesitamos con el Frente de Izquierda Unidad, avanzar en construir una izquierda muy sólida en su programa de fondo, abierta para convocar y más fuerte en su intervención cotidiana. Donde los acuerdos sean prioridad frente a las diferencias lógicas que existen. Tenemos que fortalecer una herramienta política, anticapitalista, socialista e internacionalista, que se plante en cada lucha obrera y popular, en contra de este sistema decadente. Que lo destruya y que sobre sus cenizas, construya uno nuevo, uno donde valga la pena vivir.

 


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