Escribe: Sergio García
Entre tantas cosas que pasaron y siguen pasando en este 2022, hay un aniversario que nos involucra por completo y es que nuestro partido, el MST, cumple 30 años de existencia como herramienta política de las y los trabajadores y la juventud. Arranco por compartir e informar de este aniversario, porque me es imposible hablar en esta nota de la estrategia que tiene que tener la izquierda sin relacionarla directamente con la estrategia que tenemos en nuestro partido. Estrategia por la cual nos movemos, activamos y difundimos ideas a diario, en función de profundos objetivos políticos, económicos y sociales.
Queremos y creemos en la revolución socialista, somos conscientes anticapitalistas e internacionalistas. Luchamos por un gobierno de las y los trabajadores que de vuelta todo este sistema decadente y desigual y abra paso a un camino socialista donde quienes hacemos mover el mundo decidamos sobre todo, derrumbando no solo el poder capitalista sino también las falsas ideologías posibilistas. Superando y derrotando esos obstáculos vamos a construir otro modelo de sociedad, con la clase obrera como eje junto a los demás sectores hoy oprimidos, y lo haremos colectivamente, democráticamente y sin patrones, burócratas ni privilegiados, sin dañar la vida ni el futuro de nuestro planeta y con plena igualdad de género y oportunidades de trabajo, estudio, culturales y acceso a una vida plena y feliz. Por todo eso luchamos, tal como lo merecemos. Y como puede verse, el capitalismo irracional y dominante no nos puede garantizar nada de esto. Por el contrario, este sistema mundial y su variante argentina nos alumbra un futuro de guerras, ajustes, desastres ambientales y mayor desigualdad social y de clase.
Aunque si algo nos alienta cada día, es ver a lo largo del mundo como nuevas generaciones se continúan levantando contra tanta injusticia y por todos sus derechos. Apoyamos con toda nuestra fuerza a esa enorme fuerza social, obrera, popular y de la juventud, de cuyo seno saldrán también nuevas camadas que den el paso a transformarse en militancia y organización política consciente y consecuente. Porque precisamente, por nuestra estrategia, sabemos que sin un enorme partido revolucionario que tenga la fuerza para confrontar a todos los partidos del sistema, sus instituciones reaccionarias y sus agentes mediáticos, no habrá cambio positivo posible.
A quienes enfrentamos
Ahora bien, en el camino hacia esa estrategia y ese objetivo final socialista, hay muchas disputas a dar, tanto en las luchas sociales como políticas. Y las damos a todas y en todos los lugares posibles. Y, a grandes rasgos, podríamos decir que batallamos en la calle y en la lucha de ideas contra los dueños del sistema que se aferran a sus riquezas y privilegios de clase. Y contra los reformistas y posibilistas que, para mantener su cuota de poder o comodidad burocrática, quieren adormecer la fuerza de las masas bajo el falaz argumento de que no se puede cambiar todo, que aceptemos algunas medidas sociales cada vez más mínimas, porque si no “viene la derecha” que es peor. Es ese mismo progresismo que en la realidad negocia con las derechas y, como en nuestro país con Massa y los Fernández, toma toda su agenda y la aplica desde el gobierno.
Estos dos sectores políticos y sociales, diferentes y a la vez unidos por su defensa del sistema imperante, tienen sus aparatos militantes, mediáticos y de transmisión de ideologías. Los enfrentamos a todos, sin vacilar, y construyendo como tarea prioritaria una organización política, con sus fuerzas humanas y sus herramientas comunicacionales, para dar una batalla estratégica en las mejores condiciones posibles hacia el objetivo socialista que queremos.
Hoy, cuando vamos a entrar al último año de un gobierno peronista que se suponía venía a terminar con todos los males del macrismo, pero nos trajo el mismo FMI que su antecesor, la misma dependencia e igual ajuste, se hace necesario que reflexionemos sobre lo que ya no va más y lo que sí haría falta. Mientras la oposición burguesa de variantes derechistas como Juntos por el Cambio o Milei, ensayan hacia un posible gobierno de sus espacios, nuestra tarea es fortalecer a la izquierda como única garantía de enfrentar realmente todo lo que viene, como paso indispensable y a la vez enmarcado en ir ganando más espacio político, más fuerza social y más militancia hacia el objetivo de transformarnos, lo antes que se pueda, en alternativa de poder.
A quienes convocamos
Estamos hablando, a riesgo de cansar con la palabra “estrategia”, de un debate de fondo, de un objetivo máximo. Hablamos de pensar si en la izquierda seremos capaces o no de dar un salto cualitativo y cuantitativo en nuestra organización militante e influencia política y social, en el medio de fuertes luchas sociales y de un mundo polarizado.
Es precisamente en este contexto complejo y a la vez de nuevas oportunidades políticas para la izquierda, que convocamos a miles de trabajadoras y trabajadores decepcionados con este presente y a la juventud que no ve un futuro a que den el paso de acompañarnos en estos desafíos. Miles y miles de ustedes, odiando con justa razón a Macri y los discursos de odio de variantes derechistas, esperaban cambios que no se dan y ahora tendrán que escuchar -de nuevo- que hay que seguir con el Frente de Todos para que no venga la derecha.
Esa invitación desde el poder oficialista, convertida en nueva versión de fraude político, es en realidad la mayor inutilidad política para frenar a una derecha que, si crece, es por responsabilidad de quienes hoy ajustan asociados a un Fondo a quien le rinden cuentas con tanta amistosidad, que son la envidia de las mismas derechas que dicen querer frenar.
En primera y última instancia, nuestra invitación es a que rompas con ese círculo vicioso en el cual al final siempre queda aplicándose el plan de la derecha. Y que sepas que, en la izquierda, por la estrategia que tenemos y que te contamos, tenes un lugar para activar, proponer y decidir colectivamente. Sumando así tus ideas a un proyecto revolucionario y socialista que repudia el “no se puede” y el “no hay relaciones de fuerza”. Un proyecto que te recuerda, como enseña la historia de la humanidad, que cuando millones se movilizan y se organizan, se puede cambiar todo y derrotar a los poderes de turno. Solo corrientes falsificadoras de la historia pueden decirte, por conveniencia propia, que hay que aceptar esta realidad porque no queda otra alternativa. Te aseguramos que hay otro camino. Y que nada indica de antemano que no podamos ganar y cambiar todo. En todo caso es una lucha y las luchas se dan. Y a eso te invitamos.
Las tareas del FIT-U y el porvenir
El Frente de Izquierda Unidad que integramos tiene un valor de importancia, tanto programático, como político y en su carácter frentista de unidad de la izquierda anticapitalista y socialista. Resaltar esas virtudes no es en función de idealizarlo sino de saber de dónde partimos para que mejore mucho como herramienta política. Como todo frente, con muchos puntos de acuerdo y otros de matices y diferencias, es una táctica política que puede jugar un rol muy positivo, en función de la estrategia por la cual luchamos.
Bajo esa premisa desde el MST insistimos, y lo seguiremos haciendo, en que el FIT-U tiene que dirigirse activamente a esos miles y miles de decepcionados, a esas grandes franjas de trabajadores y jóvenes, y convocarlos a pelear en común contra todo el plan de ajuste y el FMI. Y a la vez dotar a nuestro frente de un formato que rompa los límites del electoralismo, de los acuerdos parciales, y demos el paso a construir una herramienta política muy superior y para la intervención común en todos los ámbitos de la lucha política y social.
Decía al inicio de esta nota que estamos en el año donde nuestro MST cumple 30 años. Y llegamos a esta fecha aportando también a la construcción de la LIS, con ese internacionalismo que recorre toda nuestra historia y es puntal de nuestra formación y estrategia. Con esa convicción hacemos nuestras las palabras de León Trotsky cuando decía: “quien se arrodilla ante el hecho consumado es incapaz de enfrentar el porvenir”. Y para ese porvenir sin capitalismo ni desigualdad de clases por el cual luchamos, hace falta más que nunca fortalecer a la izquierda. Y que así la estrategia de la que hablamos se acerque un poco más el tiempo que viene.