Somos uno de los sectores más numerosos del equipo de salud. Sin dudas, el más postergado históricamente. La concepción que nos ubica como «auxiliares» del jefe médico se traduce en salarios de miseria y condiciones laborales devaluadas. La pandemia colocó en otro lugar social nuestro rol. Primera Línea en el peor momento de la humanidad en mucho tiempo. Ganamos conciencia y empoderamiento sindical. Ahora, vamos por un piso de derechos básicos: salario de bolsillo inicial de $ 200 mil pesos y reconocimiento definitivo.
Escribe: Alternativa Salud
Después de que, en 2018, el gobierno de Larreta en CABA aprobara una Ley de Carrera Profesional (6035) y dejaran afuera expresamente a la Enfermería, no paramos de luchar por nuestro Reconocimiento salarial, laboral y profesional. Obviamente, la lucha de nuestro colectivo contra la discriminación histórica que sufrimos viene de antes. Pero en los últimos años, crecimos, nos empoderamos y logramos hacer socialmente visible esa injusticia histórica. Ante una Pandemia que puso de cabeza al mundo, estuvimos en primera línea de lucha defendiendo la salud de la población, sosteniendo el sistema de salud y también en primera línea en las calles defendiendo nuestros derechos: paros, marchas, acampes, festivales, ruidazos a funcionarios, caravanas y la recolección de 50.000 firmas para que la Legislatura trate nuestro proyecto de Inclusión en la Ley 6035. De todo eso, nuestra Asociación de Licenciadas/os en Enfermería, fue protagonista y se fortaleció. Ahora, en el contexto de una oleada nacional de movilización de distintos sectores de la salud pública, la enfermería reclama su lugar y reivindicaciones. Por eso, votamos en asamblea parar los días 14 y 15 de diciembre de forma activa. Le sobra espalda a la ciudad más rica de la Argentina para respondernos.
Construir el paro general de toda la enfermería
Los enemigos que se oponen a nuestro reclamo, no pasan su mejor momento. La conducción burocrática de SUTECBA (municipales de CABA) está cuestionada y atravesada por un escándalo de desmanejo y corrupción en la Obra Social de miles de trabajadores en la Ciudad. Por otro lado, la corporación médica fue desbordada por residentes y concurrentes que la forzaron a tener que parar y movilizarse para evitar que sus propias bases les pasaran por encima. Esa corporación, institucionalizada en la Asociación de Médicos Municipales, también bloquea el avance en derechos de la enfermería: le da pánico pensar en un escenario en que, en igualdad de condiciones, concursemos cargos de gestión para dirigir hospitales. Y el gobierno de Larreta-Quirós, frente al asedio de la movilización de distintos sectores de salud, tuvo que ceder aumentos salariales muy importantes que fijaron un nuevo piso de hecho: $ 200 mil pesos de bolsillo para casi todo el equipo hospitalario… menos para enfermería. Por eso, como quedó claro que plata hay y que la forma de hacerla aparecer es acorralando al poder político, la ALE, junto a otros sectores de la enfermería definimos convocar una medida de fuerza más contundente: paro general de 48 hs los días 14 y 15 de diciembre. ¡Y ya que nos tratan como descartables, que los hospitales y CESAC funcionen sin nosotras/os!
Recorrer cada servicio, despejar toda duda, motivar y sumar
Por supuesto, que ni bien anunciamos que vamos a parar, todos los mecanismos de la burocracia, corporaciones y el poder político se empiezan a activar para ponernos palos en la rueda. El miedo, la desconfianza, la violencia laboral, el clientelismo y las amenazas: todo vale contra la enfermería. Sin embargo, somos muchas/os con determinación para quebrar esa dinámica y poner de pie al gigante dormido:
Tenemos que construir comisiones de la ALE, activismo independiente y todos los sectores de acuerdo con el paro, para recorrer y recorrer, turnos, servicios y cada rincón de hospitales y CESAC. Se tiene que hacer sentir la presencia de la enfermería empoderada.
Tenemos que combatir todas las confusiones y mentiras que difunden jefes y burócratas para meternos miedo: tenemos derecho a parar, nadie nos puede acusar de abandono de persona ni nada, y como clase trabajadora, salimos a reclamar por lo nuestro. No aceptemos ninguna presión.
Tenemos que motivar, incentivar y empujar a las y los compañeros de cada hospital de CABA: ¡a la huelga enfermería!
Un punto de inflexión para nuestro colectivo
Garantizar una huelga exitosa, desde abajo, impulsada por un sindicato independiente como la ALE (en unidad con otros sectores también), no es una tarea sencilla. Somos conscientes y no vamos a caer en ningún facilismo. Pero, estamos convencidos que tenemos que jugarnos todo para llegar lo más lejos posible. Detrás de cada enfermera y enfermero, hay una historia de sacrificio, de lucha contra la adversidad, de autosuperación. Todo nuestro recorrido profesional es una guerra con el escepticismo, contra el «no se puede». Por eso, junto con instalar el paro, motivar, sacar los miedos, y lograr una medida contundente, también creemos que es crucial que la militancia del paro del 14 y 15 nos deje también un fuerte saldo organizativo:
Impulsar asambleas, reuniones y juntadas en hospitales y Centros de Salud. Tiene que ser una práctica regular, que la enfermería delibere en asambleas en los lugares de trabajo.
De las recorridas e impulso en cada lugar, tiene que quedar una comisión del paro, que embrionaria-mente sea el punto de referencia para organizar todo el lugar.
Tenemos que sumar más y más activismo a la ALE salir robustecidos del impulso del paro general para las batallas que se vienen.
Toda una nueva camada de luchadoras/es estamos recogiendo el guante del desafío histórico: que en lo salarial, lo laboral y lo profesional, nuestro colectivo tenga el reconocimiento que ya se ganó en la gente.
Larreta-Quirós tienen que saber que se están metiendo con la generación equivocada.
Vamos por el triunfo de la huelga general de enfermería en CABA.