Ingresamos ya al mes de febrero y en medio de la crisis económica y social, se desarrollan procesos de luchas y reclamos populares, a la par que se van acelerando debates y disputas electorales. El FIT-U tiene una gran oportunidad y también atraviesa debates, matices y diferencias sobre cómo encarar los acuerdos electorales y la intervención común. Sobre todas estas cuestiones, opinamos en este artículo.
Escribe: Sergio García
A esta altura, si algo queda claro, es que la combinación de fuerte crisis económica y social, con la crisis política del frente de gobierno y con las peleas en la oposición de derecha, no se terminan. Más bien esa crisis y enfrentamientos tienden a recalentarse frente al avance del calendario electoral.
Para la izquierda socialista y anticapitalista, el arranque de un año electoral presenta, lógicamente, la necesidad de asumir un desafío y una lucha política importante más. Pero a su vez no debe conllevar ese hecho a abandonar los reclamos en la calle y el proceso de lucha obrero, popular y de la juventud. Por el contrario, es un desafío que nos obliga a redoblar nuestra presencia en las luchas y dar a la vez la disputa política y electoral. No son tareas contrapuestas sino combinadas. Y cómo estratégicamente las luchas y la movilización son lo más importante, partimos de la intervención allí para explicar en cada elección las propuestas de fondo que tenemos, para darle una respuesta positiva a los reclamos obreros y populares que impulsamos y apoyamos.
Aquí radica una de las primeras limitaciones que todavía tiene nuestro frente, al no haber superado el ser un frente electoral, aún no tiene una estrategia común para intervenir en cada lucha. Por lo cual, si queremos que el FIT-U de un salto cualitativo hacia adelante, tiene que superar ese déficit. Abrirse de una vez por todas, a otra forma organizativa y otro tipo de frente que contenga al debate político permanente y a la intervención en las luchas, como uno de sus ejes. Desde el MST hemos insistido permanentemente en esta cuestión, y no recibimos nunca respuesta positiva del resto de los partidos.
Esta cuestión, en medio de tan fuerte crisis en el país, va de la mano de otra necesidad. Así como nuestro frente tiene un claro y correcto programa de fondo, no tiene mecanismos para saber abrirse e incorporar a sectores que harían más fuerte al FIT-U. Nos referimos a luchadores sociales de izquierda, a trabajadores y jóvenes independientes, a parte de la intelectualidad que apoya a la izquierda. La decepción enorme que hay tanto en el gobierno como en todos los viejos partidos, y el hecho de vivir una etapa en el país y en el mundo de luchas y fuerte polarización social y política, genera que franjas de trabajadores y jóvenes miren hacia la izquierda. Pero no miran solo para votarnos una vez cada dos años, quieren protagonismo y un lugar dónde aportar activamente, y tenemos que saber canalizar esa demanda, no obstaculizarla con argumentos sectarios. A ese fenómeno tenemos que responder con audacia, con iniciativas, con propuestas. Hasta ahora eso no existe, y al igual con lo dicho anteriormente, repetidamente lo hemos propuesto. Seguiremos insistiendo, porque es indispensable, si queremos avanzar.
Los debates electorales en el FIT-U
En este contexto comenzaron los debates electorales en el FIT-U. Y aquí también se desarrollan debates sobre como conformar las listas y en base a que parámetros hacerlo. Ya hubo una presentación común en La Pampa a fines de diciembre, dónde nuestro partido encabeza la lista de diputados provinciales, y en caso de salir electo, están acordadas las rotaciones en base a los resultados de las PASO del FIT-U del 2021.
Sin embargo, en el comienzo de los debates de conformación de listas en Neuquén y Río Negro no se tuvo el mismo criterio y se cruzaron interpretaciones un tanto fuera de lugar, pretendiendo no aceptar los resultados de las PASO justo en provincias dónde no hay posibilidad de ir a las PASO, es decir una especie de imposición. En ambas provincias, el FIT-U ya presentó su alianza, pero sigue por estos días debatiendo el armado final de candidaturas y tiempos de rotación. Y partimos de elecciones dónde el MST sacó un importante porcentaje en la interna de Neuquén, mejor aún en la interna en Río Negro, y además de ganar la ciudad de Bariloche. Y en todos los debates, no se nos reconoce integralmente ese hecho para acordar las rotaciones. Se invocan otros parámetros como desarrollo militante, pero sucede que en ambas provincias el MST tiene un buen desarrollo militante, y en Neuquén en particular venimos teniendo un avance en el último período, mientras otras fuerzas han retrocedido. Es decir que la combinación entre el último resultado electoral y nuestro crecimiento en la realidad política en la región, implica respetar lo que sacamos y no pretender ignorarlo.
Cuando escribimos este artículo, las negociaciones de Neuquén y Río Negro aún no están cerradas, aunque hay un avance parcial de reconocer lo que decimos, algo que esperamos no se frustre al final con alguna decisión equivocada de último momento, dada la negativa de IS a reconocer su retroceso y nuestro avance. Hasta ahora, en Neuquén vamos a encabezar la lista de concejales con un porcentaje más cercano al resultado de las PASO, pero lamentablemente en legisladores se nos pide aceptar un porcentaje menor. A su vez en Río Negro, encabezamos las categorías de legisladores provinciales y concejal por Bariloche, que pudieran llegar a ser expectables, con un porcentaje por debajo de lo que sacamos en las PASO anteriores, aunque a la vez siendo el partido claramente con más tiempo en las rotaciones, algo finalmente aceptado por todos.
Es decir, que de confirmarse este cierre estamos ante una combinación de hechos; por un lado, se acepta una ubicación del MST en ambas provincias que es un avance innegable, pero a su vez se retacea eso, sobre todo en legisladores de Neuquén dónde quedamos por debajo de la ubicación que nos corresponde. Por eso hablamos de un acuerdo global que muestra avances claros y también contradicciones, que deben corregirse de cara a los debates en otras provincias.
Con avances y contradicciones, nuestro partido está aceptando el armado general de ambas provincias por diferentes motivos. El primero, para garantizar la presentación del FIT-U, algo muy importante para enfrentar más fuerte a los partidos capitalistas. En segundo lugar, porque actuamos políticamente y debatimos hasta el final por la ubicación que nos corresponde, pero a la vez, al ser las primeras elecciones provinciales, damos muestra de apertura para buscar acuerdos, haciendo incluso concesiones importantes. En La Pampa encabezamos a diputado provincial y aceptamos que en La Capital encabecen otras fuerzas, aunque nos hubiera correspondido una cabeza de lista, facilitando incluso que el PTS, que no tenía legalidad allí, tenga la candidata a intendente. En Neuquén, sin estar de acuerdo, aceptamos menos porcentaje de rotación en legisladores, cuando debimos estar ubicados como tercera fuerza en la lista y no como cuarta. Y cómo decíamos, en Río Negro vamos a encabezar los cargos expectables que nos corresponde, pero accedimos a una propuesta de rotación dónde somos primera fuerza pero abriéndole más espacio a los demás.
Lo que viene
Sobre esta base comienzan ahora debates en otras importantes provincias, en varias de las cuales hemos ganado las PASO en 2021. Son los casos de Salta y San Juan, dónde en ambos casos, obviamente, nos corresponde elegir en primer lugar y partir de los resultados logrados, para, desde esa ubicación ganada, ir debatiendo con el resto de los partidos posibles acuerdos para inscribir al FIT-U en esas provincias. También arrancan los debates en Tucumán, en Jujuy y Mendoza, siendo esta última la única en dónde si no hay acuerdo, puede haber PASO, en todas las otras provincias hay directamente elecciones generales.
En las diferentes provincias dónde el MST obtuvo importantes votaciones, insistimos a los demás partidos que se tiene que reconocer la realidad de los resultados previos. Lógicamente, se pueden incorporar otros parámetros de fuerza militante y extensión, y aceptar cambios parciales en función de un acuerdo, sin cruzar el límite de desconocer la realidad. Porque en realidad, o se hacen en todo el país acuerdos paritarios con lo cual estaríamos de acuerdo, o se reconoce la realidad. Ahora bien; así como al MST se le pide comprensión y que resigne parte de sus derechos en las provincias dónde mejores votaciones obtuvimos, esperamos que, en las demás provincias, sean en particular PTS y PO, los que nos hagan propuestas para mejorar la ubicación del MST, así como en las provincias antes mencionados se nos pide a nosotros, que facilitemos la mejor ubicación de ellos. Es decir, no puede haber doble vara, tiene que existir un criterio claro para todos los lugares, dónde el resto también haga concesiones allí dónde le corresponde hacerlo.
Las presidenciales
A la vez se va acelerando el tiempo de los debates hacia las elecciones nacionales y en el FIT Unidad no hay acuerdo sobre esto, ni todavía hay un debate real al respecto. Cómo ya hemos planteado estamos a favor de iniciar rápido este debate. Lo que sí hay, son varias precandidaturas en danza; el PTS con Bregman y Vilca anunciados muchos meses atrás, estos días PO lanza a Solano con Del Pla, y nuestro partido también tiene las precandidaturas de Cele Fierro y Alejandro Bodart. No es nada extraño, más bien es algo lógico que los tres principales partidos del FIT-U lancemos precandidaturas y propuestas y las pongamos a debate. No solo porque todavía no hay ningún acuerdo, sino porque las diferentes precandidaturas reflejan diferentes miradas y perfiles, dentro de un frente dónde hay importantes acuerdos y también diferencias que no se pueden esconder si no debatir de cara hacia las y los trabajadores y la juventud.
Cómo ya hemos dicho, desde el MST tenemos precandidaturas lanzadas y a la vez estamos abiertos a buscar un acuerdo para una lista común para las PASO nacionales que se debaten junto a las elecciones de Provincia de Buenos Aires y CABA, es decir, que precisa un acuerdo integral sobre todo esto. Acuerdo que en última instancia solo puede lograrse si se garantiza la visibilidad de todos los principales referentes y partidos del frente. Ingresaremos a ese debate con propuestas. Y sabiendo a la vez que, de no mediar acuerdos, existen las PASO para que cada quien se exprese, y luego vayamos juntos a las elecciones generales. Los meses que viene dirán como termina este debate y desafío político. Para que el FIT-U salga fortalecido de este año electoral, hacia lo que viene después.
Cele Fierro y Alejandro Bodart ante el lanzamiento de diferentes candidaturas presidenciales en el FIT-U
Desde el MST en el FIT Unidad, expresaron su opinión ante la existencia de diferentes precandidaturas presidenciales en el FIT-U y ratificaron la precandidatura presidencial de Cele Fierro y de Alejandro Bodart a vice.
Cele Fierro expresó: «Fortalecer a la izquierda es muy necesario frente al ajuste y la entrega al FMI que aplica el Frente de Todos en medio de su interna. Mientras la derecha de Juntos también acrecienta sus peleas y los libertarios sólo ofrecen más ajuste potenciado. Es en este marco que el FITU tiene desafíos y grandes oportunidades por delante. Tenemos conocimiento del lanzamiento de fórmulas presidenciales de otras y otros compañeros, tanto del PTS como ahora de PO. Y a la vez en el MST, mis compañeros me han elegido como candidata a la presidencia junto a Alejandro Bodart, referente de la provincia de Buenos Aires. Es un gran orgullo poder representar las banderas de las luchas socioambientales, de la juventud y de las y los trabajadores. Que haya distintos precandidatos lanzados es lógico, ya que, si bien compartimos un mismo programa, al mismo tiempo existen matices y diferentes perfiles, por ejemplo, nosotros queremos que haya mayor apertura a independientes y referentes sociales de izquierda, que se deje de lado ese sectarismo que impide incorporar luchadores y hacer más fuerte al frente. Y también queremos que haya mayor acción común en las luchas. Por lo tanto, aunque no descartamos que pueda existir un acuerdo para una fórmula común del Frente de Izquierda Unidad, de no ser así, las PASO son una herramienta válida para dirimir las candidaturas, como fue en 2021».
Alejandro Bodart señaló: «En las últimas elecciones se vio cómo se empieza a resquebrajar el dique de contención que representa el peronismo en las barriadas obreras, y cómo nos abre un espacio para la izquierda. El peronismo actual no tiene nada que ver con las banderas de justicia social, independencia y soberanía que alguna vez le dieron origen. Los únicos que hoy defendemos esas banderas, somos la izquierda, porque la derecha ya gobierna de la mano del PJ. Por eso al servicio de fortalecer a la izquierda, los acuerdos que se logren en el FITU tienen que garantizar visibilidad de los diferentes perfiles e ideas y reconocer el peso real de cada organización. Nosotros por ejemplo ya fuimos a las PASO en el 2021 y sacamos el 30% de los votos del frente e incluso ganamos varias provincias o estuvimos cerca en otras con importantes votaciones, compitiendo contra una lista dónde estaban los otros tres partidos juntos. Es importante que se tome en cuenta esa realidad para buscar acuerdos. Ahora los estamos intentando lograr en las primeras elecciones provinciales, y si bien hay algunos avances, no siempre se parte de reconocerlos. Por eso en las elecciones nacionales intentaremos lograr acuerdos para una lista de unidad, pero si no surgen propuestas sensatas y justas, habrá PASO».