Desde el 10 de febrero, con un paro a partir del 1° de marzo, los docentes persistimos con firmeza y decisión democrática en nuestra lucha. El gobierno fue cediendo y ya acumulamos varios logros. Pero, ¿por qué este año se extiende más el conflicto? ¿Cómo podemos ganar esta pulseada?
Escribe: Cristian Jurado
Como en la proyección irracional del presupuesto nacional, el de San Juan también plantea un 60% de inflación anual. Solo que acá, latía con fuerza el profundo proceso de lucha docente del 2022. Ante el fantasma de Autoconvo-cados, de no hacer anuncios en la primera paritaria, terminan ofreciendo algo que sonaba atractivo: 41.1% en marzo y 70% anual.
Los intentos del gobierno por mostrarse duro
En las dos primeras semanas de paro, el gobierno intentó mostrarse reticente a toda lectura de la realidad, minimizando esta lucha que, desde el primer día, convoca a paros con 90% de adhesión en todos los niveles; con masivas movilizaciones a Casa de Gobierno, abrazos al Centro Cívico y cortes de rutas y calles.
En un desliz de «sinceridad», Uñac expresó su arrepentimiento al decir que «se equivocó el año pasado al no descontar los paros, porque ahora se piensan que pueden hacer lo que quieran, sin consecuencias». Revela, sin tapujos, que los descuentos son su arma favorita para expandir temor en la docencia. Por eso volvimos a escuchar: «día trabajado, día pagado». Pero, lejos de intimidarnos, seguimos con firmeza.
A medida que el paro y la masividad se mantenían, al gobierno de Uñac y el PJ le pasaba lo contrario. Se quedaba solo, ya que la oposición más a la derecha con Juntos por el Cambio y Milei, o el exgobernador Gioja, actuaban para erosionarlo electoralmente y hacerle pagar el costo político. Acorralado y sin lograr que volvamos a las aulas, Uñac tuvo que convocarnos, sin los gremios.
Nuestra lucha ya suma varios logros
Un aspecto sin dudas fundamental es la fuerza, determinación y masividad de nuestras acciones. Con ellas logramos que nos reciban, en San Juan, un hecho inédito que hace décadas no ocurría en el país. La ministra de Educación y funcionarios de primer nivel tuvieron que recibirnos como Autoconvocados, un primer gran éxito de nuestra lucha.
Y no les quedó otra que recular con el verso de que no hay plata al hacernos una nueva oferta en esa «paritaria» propia, siendo sin dudas un nuevo triunfo. Los gremios patalearon, aunque sin revertir ese gran logro de docentes que es pasarle por encima por segundo año. Y ahora, con nuestra negociación.
Se trató de la mayor derrota del gobierno hasta hoy. Ante el pedido como Autoconvocados para que ese 71,1% anual lo pagaran antes de junio, al gobierno no le quedó otra que proponer adelantar el tramo del 20% de fin de año, para dar 10% en abril y 10% en julio. Con ello sumaríamos 41.1% en los 3 primeros meses (con subas ya cobradas en enero y febrero), se llegaría a 51.1% en 4 meses y a 61% en 7 meses, el mayor incremento arrancado hasta hoy en el país.
Para comparar este logro, podemos tomar a Baradel de SUTEBA, quien se ufana de «lograr» apenas 43% en 7 meses, o la Celeste de UTE que firmó sin luchar un 30% por 6 meses con Larreta. Por eso esos gremios y la CTERA, que hacen campaña por el Frente de Todos, se niegan a llamar a paro en apoyo a San Juan y a La Rioja, Santa Cruz, Chaco, Misiones, Chubut, Córdoba, Corrientes, Neuquén o CABA, con luchas también.
En esa negativa a apoyarnos se asienta el gobierno para «tomar aire» e intentar condicionar todo, ilusionado en que volviéramos a las escuelas el miércoles 15. Los docentes aceptamos el 41% a marzo, pero insistimos en que el 30% restante lo paguen antes de junio para recomponer algo de la pérdida salarial de estos años, más un inicial de $170 mil y mayor presupuesto. Pero el gobierno no aceptó y solo nos quedaba continuar o volver a las escuelas.
El paro y la lucha siguen, pese a ciertos referentes y sectores
Nuestra propuesta fue no aceptar y continuar con las medidas, decidiendo democráticamente y organizando acciones masivas ya que podíamos ir por más. Ese fue el pedido de la mayoría docente, en la noche del martes 14. Lamentablemente, desde el micrófono y luego con audios en los grupos, los docentes que entraron a hablar con el gobierno, salieron diciendo que «la postura del gobierno es inamovible» y que si no volvíamos, nos descontarían los paros y si levantábamos al otro día, no habría descuentos. Un claro mensaje intimidatorio.
Al día siguiente y mientras la docencia sostenía varios cortes alrededor del Centro Cívico, esos mismos docentes decían por la prensa que los policías «de civil» nos cuidaban y que había «infiltrados políticos» en nuestras marchas. Para después agregar que no les gustan los cortes de calles… Todas declaraciones favorables al gobierno.
Lamentablemente también, agrupaciones como Encuentro Docente (La Mella), Causa Docente (PCR-CCC) y Docentes en Marcha (IS) plantearon volver a las aulas. Hicieron lo mismo en 2022, pero se lo volvió a rechazar en asambleas. Las dos primeras agrupaciones, que integran el Frente de Todos, volvieron a trabajar.
Por su parte Docentes en Marcha no solo lo mocionó, sino que lo puso por escrito, explicando que, por las amenazas de descuentos y una supuesta «confusión» existente, se tenía que volver a las aulas para «mantener la unidad de autoconvocados» (El Socialista Nº 556, 15/3). Además, en una pésima concepción de «aparato» e invocando al sindicato Ademys, sus decisiones políticas, finanzas y recursos, intentaron un viaje a Buenos Aires que no fue consultado. Era algo solo de su agrupación, la que pretendía ir a hablar de nuestra lucha, siendo la misma corriente que proponía levantarla.
Esa fue la prueba de dos políticas, ante esta lucha ejemplar. Ya que la unidad de Autoconvocados la sostuvimos con votaciones masivas en Capital, Rawson y demás departamentos, manteniendo las medidas. Una vez más y sin tener en cuenta la correlación de fuerzas ganada por la docencia y la debilidad del gobierno, quiénes se dicen luchadores, dejan al colectivo docente a mitad de camino.
Solidaridad y acciones masivas para ganar
Desde el lunes 20 comenzamos la cuarta semana de paro, con nuevas demostraciones de fuerza y de vitalidad para ganar esta pulseada a fondo. Entre los logros, pudimos concretar que se vote todo a mano alzada, en asambleas de miles en la calle, que se voten todas las mociones y se elijan representantes por escuelas y departamentos. Superamos así las posturas de sectores más a derecha, que decían que «cada uno se representa a sí mismo», contrarios a avanzar colectivamente.
Tal organización es la que debemos fortalecer para que al gobierno no le quede otra que sentarse a discutir cómo se compone nuestra escala salarial, los básicos, jubilaciones, condiciones de trabajo, titularización, la creación de cargos, con Autoconvocados como sector representativo. Así como mayor presupuesto para una educación de calidad, destinada a estudiantes y familias.
En ese sentido, el viernes 17 avanzamos en el recambio de representantes departamentales que abandonan o tiran para atrás, siendo reemplazados por quienes queremos seguir la pelea. En mi caso, con el orgullo de ser vocero del departamento Rawson, el más grande junto a Capital.
En definitiva, es importante valorar que quebramos el acuerdo gobierno-gremios y Uñac viene golpeado. Sin dudas, el contexto político lo deja aislado, lo que conlleva que podamos avanzar a la totalidad de nuestros objetivos. A diferencia de lo que dicen, los cortes de calles no nos hacen perder apoyo. Las familias y trabajadores estatales se van acercando más. Esta semana es clave, ya que para el gobierno se acortan los tiempos electorales y tiene más presiones internas para dar fin al conflicto. Pierde aliados y nosotros seguimos fuertes.
El camino es sumar más solidaridad, con los estatales que deben estar en la casa de gobierno, así como otros trabajadores y las familias. Formar comités de lucha para hacer asambleas en las escuelas con docentes que hayan vuelto, para que retomen este parazo histórico. Y tener como centro las acciones masivas porque muestran fuerza.
El gobierno miente con «el mayor esfuerzo». Insistimos: que el gobernador, sus ministros, legisladores e intendentes se bajen sus sueldazos. Que ganen como una docente y utilicen la escuela y el hospital público como proponemos. Que se apliquen impuestos a los ricos: las mineras, corporaciones, cadenas formadoras de precios, droguerías, bodegueras, etc. Además, de eliminar los subsidios a los colegios privados y dejar de pagar la deuda externa. Ahí tendremos fondos para la docencia, la escuela pública y demás sectores.