Con el índice de pobreza publicado por el Indec, quedó al descubierto la crítica situación social del país. Casi el 40% hundido en la pobreza. Viajes a Estados Unidos mediante, el gobierno del Frente de Todos, en situación crítica por su interna, se prepara para una receta de ajuste aún más dura exigida por el FMI. Síntomas de bronca social se expresan de diversas formas. La bronca y el hartazgo, expresados en las trompadas a Berni, es un ejemplo. Mientras, las diferentes oposiciones de derecha, desde Juntos por el Cambio a los liberfachos, reclaman un mazazo más rápido a los trabajadores. Hay salida, es por izquierda con el FIT-Unidad.
Escribe: Nicolás Zuttión
La crisis política y económica domina la escena nacional. El hartazgo se ha agigantado y también van en aumento las expresiones de lucha. Por diferentes motivos la calle figura como un escenario que va a cruzar todo el año político electoral. Pasando por los piquetes ante los cortes de luz, las acciones de la Unidad Piquetera por el ajuste en Desarrollo Social, las luchas docentes y de la salud y ahora el caso del asesinato de un chofer que hizo estallar la bronca de los trabajadores. Todos estos hechos ilustran el paisaje de un país aturdido por la crisis social y económica.
En medio de esto sigue la entrega al Fondo y los salarios perdiendo. Sólo para anotar un dato, en enero tanto los sueldos del sector privado (4,6%) como los del sector público (3,9%), crecieron por debajo de la inflación del 6%. La pérdida real de los salarios, como del conjunto de los ingresos populares, es lo que explica que en Argentina haya más de 18 millones de pobres cuando la economía marca que hay un 6,8% de desempleo.
Con este combo económico y social, se conjuga el debate político electoral que está en ciernes, pero bastante avanzado para las crisis de las coaliciones patronales del Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Los más de tres años de gobierno del frente que se apoyó en el triángulo de los Fernández y Massa, por las estadísticas mencionadas y su apego al Fondo, no encuentra norte para terminar de definir la o las candidaturas que personifiquen la frustración que significó esta etapa para sus votantes. Del otro lado, la renuncia de Mauricio Macri acomodó bastante (aunque no del todo) su congregación. Por fuera, los liberfachos parecen crecer en las encuestas, apalancados en la derechización conjunta de las coaliciones tradicionales y una bronca que brota por todos lados.
Partiendo de esta introducción, intentaremos hacer un breve mapeo de la situación político electoral.
De la opción Massa al “tapado” de CFK
Mientras Alberto Fernández se apoya en su propio fracaso para seguir insistiendo al interior de su frente en ir a las PASO, el resto de la estrategia electoral peronista parece sufrir grandes desgastes. El presidente, apoyado en la renuncia de CFK a postularse por la “proscripción” que se autoadjudica y lo limada que aparece la figura de Massa con los resultados de la inflación -que se presume alcancen más de un 7% para marzo-, juega a ir por una reelección o, en su defecto, sumar la candidatura de Daniel Scioli -quien se jacta de que a su derecha no hay nadie- con su padrinazgo.
La trinchera de Cristina Fernández de Kirchner, con un “operativo clamor” que parece no arrancar, insiste en que Alberto se baje del juego electoral. La negativa de la vice a cualquier postulación, meses atrás, tenía en paralelo la aceptación por parte de La Cámpora para sumar al ministro de Economía como quien encabece la fórmula, secundado por el alfil “Wado” de Pedro. Sin embargo, los resultados económicos están derritiendo esa opción en tiempo récord.
Sin la fuerza de otros tiempos, CFK, importante pilar político del ajuste en curso, empieza a barajar otras posibilidades para ver si logra retener algo: desde el movimiento de Kicillof de Provincia de BsAs a candidato presidencial, hasta ubicar en ese lugar a un tapado como Pablo Gerardo González, Presidente de YPF SA.
Más allá de los nombres, el único rumbo que parece respetar el Frente de Todos, con los nombres mencionados, es el del cumplimiento de la entrega de todo lo que solicite el FMI. Un viraje a la derecha de cara a la campaña como acción que espera el visto bueno del círculo rojo y así acaparar apoyo empresarial a una propuesta a las antípodas de lo que necesitan las mayorías sociales.
Un nuevo orden tras la renuncia
Desde Juntos por el Cambio tras la renuncia de Mauricio Macri a la presidencia, todo parece haber recobrado un nuevo orden. Sin embargo, las disputas persisten. Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, no sólo luchan por encabezar la boleta, sino también por las alianzas con la UCR. En ese camino, los chispazos siguen apareciendo y, en mayor medida, se dan en Provincia de Buenos Aires. Allí el liberfacho Espert se está sumando a Juntos por el Cambio. Otras provincias también reflejan el mismo fenómeno, Mendoza es un caso. Allí se tensan las relaciones entre el partido que preside Bullrich con Alfredo Cornejo, debido a que Omar De Marchi, presunto aliado de Larreta, quiere competir ya sea en una interna o por fuera como gobernador.
En la localidad de origen del PRO, todo parece haberse resuelto con la decisión del presidente. Los candidatos del actual Jefe de Gobierno (Fernán Quiros y Soledad Acuña) han dejado de postularse tras el acuerdo que aproxima para que el apellido Macri vuelva a ser el candidato capitalino. Jorge Macri, entre otros, parece representar uno de los tantos acuerdos que Larreta tendría con Mauricio.
Pero, al igual que el Frente de Todos, la memoria incomoda las posibilidades y un futuro gobierno de este espacio que reclama un ajuste recargado. Macri, como lo indicó un peronista del PRO, dijo: “(…) tengo 30 días para hacer todo lo que hay que hacer. Horacio tiene seis meses y Patricia tiene un año”. Sin contar el tiempo hipotético, es un reflejo del expresidente que también percibe el hartazgo con su espacio y su imagen, pioneros de imponer las recetas del Fondo este último período en el país.
El crecimiento de los liberfachos
La lealtad al FMI no la negocia ningún espacio de los antecedidos, política que es la que ha funcionado como caldo de cultivo para que emerjan los monstruos que hoy se pasean 24hs por la tele. Es el comportamiento del gobierno, girando cada vez más a la derecha para competir con Juntos, y ajustando sin pausa, con represión mediante si es necesario, lo que provoca la bronca social. Y, en última instancia, la promoción de Milei y compañía.
Todos los componentes indicados al principio de la nota: los cortes de luz, la inseguridad, el crecimiento del narco con connivencia política, judicial y de las fuerzas represivas, más el 39,2% de pobreza que indicó el Indec la semana pasada, funcionan como la condición de posibilidad para hacer florecer a estos personajes derechistas, que nada más que ajuste tienen para promover con distintas formas de expresarlo, como la propuesta de dolarización, que significaría un mazazo extraordinario de salarios y jubilaciones.
Su crecimiento, en parte también inflado de forma artificial, también responde a una operación para derechizar todo debate. Situación que el gobierno aprovecha y estimula para sacar beneficio y, como lo hace desde 2019, mostrarse como la alternativa “menos mala”.
La criminalización de la protesta abona también al discurso antiderechos de los liberfachos. Vuelven sus propuestas noventistas y reaccionarias que hay que combatir. Milei se pesenta como algo nuevo pero su receta es vieja: ya se aplicó en la dictadura con Menem y Macri.
La alternativa para salir del Fondo
Terminar con el ajuste, la entrega de todo lo nuestro y los programas ya fracasados de la derecha en todas sus versiones es una tarea de primer orden que tenemos desde la izquierda. Por un lado impulsando la movilización, uniendo y apoyando las luchas y disputando a la burocracia sindical, al tiempo que damos la pelea política. Como venimos sosteniendo desde el MST en el FIT-Unidad, somos los únicos que tenemos una verdadera solución a los grandes problemas de la clase trabajadora y sectores populares. Un programa alternativo obrero y popular y de ruptura con el sistema, un modelo socialista para salir de la crisis.
Nuestro programa tiene solución para la inflación. Se puede terminar con la suba de precios apuntando contra los grandes monopolios y formadores de precios, multando a quienes estafen con las remarcaciones y expropiando a quien incumpla. También tenemos una posición clara contra el drama mayor de nuestro país: la deuda externa. Somos claros y tajantes, las estafas no hay que pagarlas más, como así también hay que nacionalizar el sistema bancario con control de usuarios y trabajadores para terminar con las especulaciones devaluatorias y la fuga de capitales. Es imperioso terminar con el saqueo para ponerle un freno a la política de sumisión imperialista a la que nos someten el FdT y JxC, como también lo harían los liberfachos.
Éstas, entre otras, son algunas de las propuestas programáticas que tenemos desde el MST en el FIT-Unidad para disputar en la calle y electoralmente contra todas las variantes capitalistas, responsables de la crisis aguda en la que nos encontramos sumergidos. Invitamos a fortalecer este espacio para dar la pelea que ponga fin a la descarga de la crisis sobre la espalda de las mayorías trabajadoras.
1. Sin tiempo a nada. LaPolíticaOnline (01-04-2023)