La provincia norteña sigue con su duro enfrentamiento a la reaccionaria y entreguista reforma constitucional aprobada por el gobernador Morales, la UCR y el PJ. A continuación, reproducimos la entrevista que AS le hizo a la compañera Betina Rivero, docente, concejala en Palpalá por el MST en el Frente de Izquierda y precandidata a diputada nacional por la lista Unidad de Luchadores y la Izquierda (MST y PO) en estas PASO.
¿Cómo evolucionó la situación luego de la brutal represión del 20 de junio?
Posterior a la represión y al paro realizado en Jujuy y a nivel nacional de CTERA y ATE del jueves 22 de junio, los gremios docentes estaban preocupados por si los recibirían o no en paritarias. Morales había dicho que se plantaba y que no iba a ceder más, por lo que ofertó pasar el básico, de míseros $35 mil a $50 mil y aumentar el salario inicial de una maestra de grado, de $130 mil a $175 mil.
Pero después de esas fuertes medidas de lucha que se plantan contra la represión, el viernes 23 el gobierno tuvo que llamar a una nueva paritaria y aumentar el básico a $63 mil, un 80% más. Mientras que el básico de la hora cátedra lo pasan a $4.000, junto al compromiso de llevar el básico a $72 mil en la paritaria del 13 de julio. Además de aumentar el inicial a $200 mil (un 54% más a junio), con una suba similar en toda la escala y no descontar los paros, si se presentaban a trabajar.
Esto mostraba que luchar rinde y se podía ir por más. Pero el CEDEMS, que agrupa a la docencia de media y superior, aceptó. Se hizo la asamblea el sábado 24 de junio donde, por apenas 240 contra 214 votos, se definió levantar el paro. No entraron docentes no afiliados, aunque son mayoría en la lucha. Y después, muchos cuestionaron la votación al no poder llegar desde el interior por los cortes de ruta o la falta de recursos. Por lo que corrió una planilla de docentes que solicitaban una nueva asamblea.
Ese mismo día, la docencia de primaria e inicial organizada en ADEP, realizó las asambleas zonales para luego juntar sus resultados en un congreso el domingo 25. La rebelión de las bases que atraviesa al sector docente obligó una vez más a la conducción Celeste de ADEP a tener que asumir el rechazo y seguir el paro por tiempo indeterminado, con las movilizaciones y participación en los cortes.
¿Cómo se organizaron los sindicatos en esta protesta?
La semana del 12 de junio se formó una Intersindical. Los primeros en agruparse son los docentes, un sector de ATE y los judiciales que peleaban contra la liquidación del Tribunal de Cuentas que el gobierno proponía con la reforma constitucional. Luego ingresa el SEOM. Producto de la lucha, ese jueves 29, tanto el SEOM como ATE, consiguen $144 mil en mano para la categoría inicial de los municipales.
Antes, en la madrugada del miércoles 28, una docente de teatro y afiliada al CEDEMS sufrió una golpiza y aprietes de la policía que irrumpió en su casa, encapuchados. Eso determinó que el viernes 30 se decrete un paro de 24 hs desde el CEDEMS, ADEP y la Intergremial. Hubo una marcha grande en la que confluyeron las columnas docentes y todos los que concurrimos a expresar nuestro repudio a ese ataque y toda la represión. Ese jueves 29 había llegado caminando a San Salvador la docencia primaria del interior y terminan acampando con ADEP frente al ministerio de Educación.
Para intentar contraponer a esa rebelión popular en curso, Morales había llamado a dos Marchas por la Paz, apoyándose en los empresarios, en sectores más acomodados de la sociedad y obligando a trabajadores municipales a concurrir. Pero fueron nuevos fracasos de un gobierno que no asume que Jujuy cambió y que el pueblo se rebeló, retomando la experiencia que acumulamos de grandes jujeñazos.
¿Cómo continúa la lucha en el interior?
Los cortes de ruta son numerosos en el norte, donde están las comunidades que han bajado y reciben la solidaridad de la gente: Abra Pampa, La Quiaca, Pumarmarca, Tilcara, Uquía, Paraje San Roque y Horna-ditas. Hay cortes también en la Ruta 52, en Susques y Acceso Cauchari; en la Ruta 40, Coranzulí y en la provincial 11, en Tusaquillas o en la 67, altura de Cangrejillos. En Perico hubo conatos de represión y después se levantó. Ahí intervenían contra las expropiaciones de tierras para el negocio montado por Morales con el cannabis.
Respecto a la propiedad de la tierra, Morales había retrocedido con dos artículos, el 50° y el 35°. Pero continúan los art. 94° que definen el destino de las tierras fiscales y el 95° sobre el régimen de las aguas, todo en manos del gobierno. O el Art. 68° que fija «la titularidad exclusiva de la Provincia sobre los recursos naturales, biodiversidad, recursos genéticos y demás bienes ambientales comunes», con el que establece la exclusividad de su gobierno para avanzar. Por eso los cortes de las comunidades son fuertes.
Hay comunidades reconocidas con personería jurídica, otras en proceso y muchas a las que el gobierno se la niega. La pelea es por la posesión de la tierra, ya que el gobierno nunca les quiso dar títulos de propiedad. Son las «tierras fiscales» y la reforma dice que el gobierno decide, y puede hacerlo en beneficio de las corporaciones. Las comunidades no lo aceptan, ya que las leyes nacionales e internacionales las protegen.
Ahora Morales montó un show con «comunidades reales» como dijo -apenas el 17% del total-, para plantearles una nueva ley que proteja sus derechos, diciendo que los «violentos» y «foráneos» las engañan. Pero esta puesta en escena solo desnuda toda la mentira, ya que si su reforma fuera tan buena y diera «más derechos», no necesitaría de ninguna otra ley que los garantice…
¿Qué conclusiones se podrían sacar de esta lucha en curso?
El proceso sigue. Morales está en campaña y oculta lo que pasa en Jujuy, aunque recibe el repudio en San Luis y otras ciudades. Después de ocho años de silencio, la gente le pierde el miedo y sale a las calles de nuevo. Durante años este caudillo radical criminalizó la protesta social y ahora subió la apuesta, al incorporar a la reforma constitucional artículos como el 67° que establece «la prohibición de cortes de calles y cortes de rutas, así como toda otra perturbación al derecho a la libre circulación de las personas y la ocupación indebida de edificios públicos». En nombre de una supuesta «paz», iguala la protesta a la «violencia» que «impide u obstaculiza» derechos de otros, violando así elementales garantías democráticas. Pero el levantamiento popular cuestiona todo este andamiaje represivo y antidemocrático.
A partir de las movilizaciones y paros, la sociedad silenciada empieza a hablar y salen todos los temas. Cómo maneja Morales el cannabis, el litio y la contaminación o el uso del agua, el fraude con la energía solar en Cauchari, el querer quitarle las tierras a los originarios para instalar cadenas hoteleras o para la explotación de las mineras. Además de saltar la corrupción en beneficio de su familia, silenciada por años.
Surge una vanguardia docente y nuevos luchadores de base en ADEP y también en CEDEMS, donde se recuperó el gremio de manos de una burocracia adicta al gobernador. El proceso es muy dinámico. Morales recibió una embestida política y todos empezaron a mirar hacia Jujuy. Por eso desde fuera lo tuvieron que sostener, demostrando que Larreta, Bullrich y todos esos quieren gobernar con represión.
La otra cosa que salta es que con Massa y el FMI, se ajusta igual en el país. Massa fue socio de Morales, hizo campaña y le puso al vicego-bernador. Además, el PJ apoyó ahora su reforma nefasta porque se preparan para un ajuste que no pasa sin represión, sin aplicar la misma metodología.
Todos debemos estar alerta porque Jujuy va a terminar marcando el curso de la pulseada política y social. Los trabajadores se deben preparar para dar un combate parecido o igual al que se da en Jujuy. La docencia no se da por vencida, sigue y arranca cosas. Se salió a la calle y la gente abrió los ojos. A pesar de que Morales ganara las elecciones poco antes de empezar todo este proceso, mostró su verdadera cara. Y como muchos dicen, la política del silencio se acabó, no nos callamos más.
Entrevistó Gustavo Giménez