Escribe: Gerardo Uceda
Lejos de ser algo nuevo o distinto, como querían hacer creer, los anuncios son un refrito de la vieja ortodoxia neoliberal de los 90, potenciadas por la tremenda crisis y que piensan descargar sin piedad sobre millones de trabajadores y pueblo en general. Las promesas de solución eliminando a la “casta” se hicieron humo. Hoy la casta volvió con Macri, Caputo, Bullrich, Scioli y Lavagna -entre otros- para ajustarnos a nosotros. Estas son las principales medidas que lanzó Caputo. Atacan a la gran mayoría, pero benefician a los mismos ricos de siempre.
1. Dólar oficial a $ 800 y suben el impuesto PAIS a las importaciones. Con esta devaluación del peso superior al 125%, la inflación subirá de modo brutal. Si antes los precios ya se habían disparado de un 50 a un 100%, será peor aún. Los salarios, jubilaciones e ingresos de la mayoría caerán a menos de la mitad. Pero no todos salimos perjudicados: los grandes exportadores de soja, maíz, carne, etc. se habrán enriquecido el doble, ya que cobrarán a un dólar duplicado y acá pagarán los salarios e insumos a un peso devaluado.
2. No renuevan los contratos en el Estado con menos de un año de vigencia. Con el verso de limpiar de ñoquis K el Estado, pretenden no renovar los contratos de unos 300.000 trabajadores. Hay miles y miles de laburantes con contratos basura desde hace años, como los hasta hace poco llamados imprescindibles, que quedarán en la calle si pasas este ajuste.
3. Suspenden la pauta oficial por un año. Si bien es un ahorro del que pueden prescindir, los $ 40 mil millones de menos en pauta publicitaria del gobierno que anunció Adorni provocarán una reducción de las tareas en medios públicos y privados, con el consiguiente recorte de personal y de salarios.
4. Reducen ministerios y secretarias. Según el ministro, equivaldría a reducir un 50% del gasto de la función pública. Si bien esta medida busca más rédito político que ahorro económico, ya que los 9 ministerios deberían cumplir las funciones de los anteriores 18, gastarán más presupuesto en áreas como Seguridad, o sea represión, y recortarán en Educación, Cultura, Ciencia y Técnica y otros sectores necesarios.
5. Reducen las transferencias a las provincias. No sólo afecta los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y los giros extra con los que el kirchnerismo condicionaba a los opositores, sino también la coparticipación federal, o sea el reparto de impuestos. Así, a buena parte de las provincias les faltarán recursos para pagar sueldos y aguinaldos.
6. Eliminan licitaciones de obra pública y suspenden las licitadas: Esto significa un parate enorme, que ya provoca despidos y suspensiones como en Vaca Muerta. Se multiplicará en cientos de empresas constructoras privadas. Se van a parar todas las obras de infraestructura, lo que causará miles de trabajadores despedidos y un atraso para el país muy difícil de revertir.
7. Reducen subsidios a la energía y el transporte. Esto provocará un tarifazo inmediato en la luz, gas, transporte, combustibles y otros servicios públicos. Según el avance de la inflación, es difícil saber en qué puede terminar. Si durante el último año de Alberto el agua aumentó el 1.000% en algunas provincias, sin subsidios las subas podrían no tener techo.
8. Congelan los planes Potenciar Trabajo al valor de 2023. Justo cuando prevén una inflación del 20 o 30% mensual y un parate de la economía (la estanflación que anunció Milei), a los sectores más pobres les congelan sus ingresos. Y tratarán de aplicarlo a los estatales, ya que se van a manejar con el Presupuesto 2023 para todo tipo de gastos. Con esto, por ejemplo, las Universidades públicas ya anunciaron que no llegarían a abril.
9. Reemplazan el sistema de importaciones por otro sin autorización previa. Al dejar de lado el actual sistema SIRA, les empiezan a allanar el camino a las grandes empresas para importar lo que quieran sin restricciones. En medio de una gran carencia de dólares, puede ser muy peligroso.
10.Duplican la AUH y suben 50% la Tarjeta Alimentar. Parece un gesto social, pero la inflación se va a comer muy pronto este aumento insuficiente. Además, como ambos programas los maneja directamente el gobierno, congelan los demás subsidios y planes que gestionan los movimientos sociales para debilitarlos.
Como vemos, es un ajustazo tremendo. A esto hay que agregar las privatizaciones de YPF, la TV pública, educación y salud ya anticipadas. Y si le sumamos la apertura total de la economía, que da paso a importar del resto del mundo con bajo o nulo arancel, más que un estancamiento de la economía se viene un derrumbe: cierres de empresas y comercios, y despidos y suspensiones en todo el sector privado dedicado al mercado interno.