Ganamos un round, sigue la pelea

El pasado miércoles 18 de junio una numerosa columna integrada por nuestro Teresa Vive, junto a los compañeros de Barrios de Pie y el Polo Obrero concentró en la estación Constitución, marchó y cortó largas horas la Avenida 9 de Julio. Hacía pocos días que la presidenta y Aníbal Fernández habían ninguneado la pobreza en la Argentina. Es posible que la visión se les haya nublado un tanto de contar tantos billetes que juntaron durante su paso por la función pública. La presidenta días después al anunciar un aumento de la Asignación por hijo reconoció que ésta constituye hasta un cuarto de los ingresos de los hogares pobres.
Si hacemos cuentas rápidas: la Asignación estaba en $ 600 por hijo, la familia tipo tiene (según la estadística oficial) un promedio de 2 hijos, son $ 1.200 por familia. Multiplicamos por cuatro, y da que el ingreso familiar total ronda los $ 4.800 ¿y de eso se enorgullece Cristina? Cómo se ve que la presidenta ni don Aníbal tienen la más remota idea de cuánto cuesta alimentar, vestir, curar, enviar al colegio a dos hijos y mantener un hogar. Si la canasta de la pobreza, que cubre sólo los alimentos y servicios esenciales para una familia tipo, sin contar alquiler, está hoy en $ 8.500. Por lo que en un país donde el promedio de los salarios es de $ 5.500, hay ya más de un 30% de pobres, 12 millones de personas.
Y de la mano de la recesión y la pérdida de fuentes de trabajo la situación empeora. Porque si algo profundiza la pobreza, y aumenta la marginalidad es la falta de trabajo y la precarización del empleo. Por eso salimos a la calle, reclamando trabajo y capacitación, en particular para la franja de compañeros más jóvenes que son los más castigados por la desocupación y la flexibilidad laboral. Para exigir también que se termine con el trabajo en negro, en muchos casos sostenido por el propio Estado, se aumente el sueldo de los cooperativistas del Argentina Trabaja y se actualice el monto de los programas sociales y de capacitación laboral.

Nos recibieron en el Ministerio de Trabajo

La contundencia de la movilización les impidió ignorarnos y nos recibió el Secretario de Empleo del Ministerio de Trabajo, Matías Barroetaveña. Logramos un plan para que ingresen más compañeros a los programas de capacitación laboral, que se mejoren los ingresos de los inscriptos en el Programa de Trabajo Autogestionado (PTA) y la apertura de una negociación para que se incluyan a más jóvenes en programas de capacitación.
El aumento para los cooperativistas del Argentina Trabaja que tiene un año congelado depende de una decisión de Cristina, dijo el funcionario, por lo que la vamos a seguir exigiendo y peleando. Sobre los puestos de trabajo y terminar con la precarización, la respuesta fue un largo discursos de las bondades de este gobierno que “incluye” en el mercado laboral a compañeros en cooperativas de miseria y completa con planes sociales de bajo monto los ingresos de los pobres.
Y es por eso que nuestros compañeros van a seguir luchando. Porque no quieren un país con 8 millones de argentinos que necesitan planes sociales, porque no tienen trabajo estable. Donde un millón y medio de pibes no trabajan ni estudian y no tienen salida. Donde a falta de trabajo se utiliza la asistencia social, no para ayudar a ingresar a las familias en el circuito de trabajo formal, sino como herramienta clientelar al servicio del gobernante de turno.
No hay trabajo porque Cristina, Scioli, Macri, Massa o Stolbizer sostienen un modelo exportador de materias primas, al servicio de las ganancias de las multinacionales, que destina algo a la asistencia social para millones que no caben en ese modelo. Nosotros en cambio vamos a pelear por un país donde se deje de pagar la fraudulenta deuda externa y los recursos vayan destinados a fomentar la industria, la obra pública y de infraestructura, para generar millones de puestos de trabajo y una Argentina soberana.

Gustavo Giménez