La crisis educativa persiste. 2017 y 2018 fueron años de entrega de la lucha docente por la dirigencia Celeste. Este año no difiere. La docencia combativa y Multicolor puede postularse en unidad.
Ante el reclamo por más salario y educación, es lugar común de un interesado coro de «formadores de opinión» repetir que se perdieron 180 días de clases desde 2002 en provincias como Buenos Aires «por los paros docentes». El mensaje es claro y no distingue entre «texto y cotexto». La culpa de la crisis recae en uno de los términos de la ecuación educativa: la docencia.
Así se quita valor y oculta a otro de los términos de la ecuación: los gobiernos, organismos internacionales, iglesias y empresas que son quienes fijan la política educativa, presupuestos, mercantilización del conocimiento, retribución salarial y reconocimiento social de sus educadores.
Poco está llamada a hacer la docencia por este supra poder que determina y condiciona la enseñanza. Aunque sería la culpable de la pérdida de clases y, según gobernantes como Vidal, hasta de la privatización educativa que sus gobiernos y corporaciones fomentan. Diarios y canales machacan para instalar esa posverdad.
¿Qué podemos hacer para revertirlo? Según la Celeste, nada. A lo sumo esperar a octubre para «votar bien» a un frente antimacrista y que vuelvan los K y el PJ que nos tuvieron a mal traer toda la década «desaprovechada». Por eso entregaron las luchas de 2017 y 2018. Conflictos nacionales con incontables paros y marchas que terminan en derrota al entregar la exigencia de paritarias, el salario nacional y el aumento de los presupuestos.
Nada de eso logró la Celeste, pero igual levantaron. Ese saldo negativo golpea la conciencia de las bases antes de volver a salir. Como hicieron ahora, la Celeste que se barniza de antimacrista, pero vuelve a dar por concluido el conflicto nacional el día que inició: el 6 de marzo cuando CTERA ni se animó a ocupar Plaza de Mayo para no perturbar al poder macrista que dicen querer destronar. Ni decir cómo seguirla.
Hay espacio, vacío dirigencial y de lucha
La rebelión en Salta superó dirigencias y golpeó positivamente en la conciencia. Fuera de la Celeste y los gremios de la CGT, hay activismo y sectores dispuestos a pelear y ocupar el vacío dirigencial y de lucha que deja la burocracia. Gremios, seccionales, conducciones y agrupaciones que nos referenciamos en el sindicalismo combativo y en listas de tonalidad Multicolor. Aunque nacionalmente y en los distritos se hiciera «la plancha», al no postularse.
Con los reacomodos político electorales, hay quienes se pasan de bando al ir con la Celeste, el PJ y los K como la Azul y Blanca/PCR y CCC. Así jugaron con la burocracia de ATEN en Neuquén, en la departamental San Martín del SUTE de Mendoza, provincia en la que se suman al frente del PJ, lo mismo que en Entre Ríos.
Esto debe asumirse en la reconfigura-ción de la Multicolor para poder postularla en unidad. Como pasa en SUTEBA Multicolor, que el PCR ya no abona. Y también nacionalmente para responder de forma unitaria y coordinada a las luchas y elecciones sindicales.
La política ante el macrismo y su ajuste, aunque lo apliquen gobernadores del PJ, incluida Alicia Kirchner, lleva a realineamientos a saber para relanzar y reorientar la Multicolor sobre otras bases. Donde luchas y elecciones dan una oportunidad de disputar y avanzar en mayores espacios de representación.
Va a haber elecciones en AMSAFE (junio), UEPC de Córdoba (agosto), Ademys (noviembre) y UTE que podría demorarse por crisis intestinas. Se votarán Congresales en ADOSAC y la directiva en San Juan, donde la Celeste bajó a la oposición para correr sola. Por eso hacemos un planteo integral a responder con una política unificada a elecciones y conflictos. Como con las listas 6 Multicolor en ambas CTA. Con un programa de lucha y mecanismos de representación que integren a todes, en particular, a las principales corrientes nacionales que actuamos en gremios y Centrales.
Relanzar la oposición Multicolor
En ese replanteo hay sectores del centrismo sindical como la Enriqueta Lucero/Rompiendo Cadenas que, en Bahía Blanca, se cortan solos respecto a la Multicolor y tienden a priorizar una supuesta «unidad» con la Celeste para «luchar». Tienen puntos de contacto con otras conducciones centristas como la Marrón de Mendoza o la Verde de Tigre que tiende a ceder a esa «unidad» con la burocracia y a trabajar con la Verde de ATE en la CTA-A.
Están también la Lila de Santa Cruz o AMSAFE Rosario que tampoco juegan fuerte en la pelea por nacionalizar la lucha y coordinar a la oposición. Todos sectores con concepciones, tendencias y cierto burocratismo de izquierda, que prioriza cuidar lo conquistado y rutinarismo, conservadurismo en resguardar el aparato, antes que jugarlo en lanzar la oposición, cayendo en hacer la plancha, sin postulación ante la burocracia.
Además de negarse a reformar los Estatutos para democratizar a fondo la vida sindical. Así, quienes se dicen de izquierda, no llaman a cambiar estatutos para incorporar cosas que sí le exigimos a la Celeste. No pasó en Santa Cruz, no se hizo en Neuquén, en Mendoza ni Entre Ríos cuando dirigió la Rojo y Negro.
Al igual que la burocracia, rechazan la integración proporcional de todas las listas a la conducción, según los votos obtenidos, argumentando supuestas dificultades para «dirigir». Versión de izquierda del lema del PJ de «quien gana conduce, quien pierde acompaña». Tampoco incluyen el control profundo de las bases y una total transparencia de las finanzas, la revocatoria de cargos, la necesaria rotación con dos mandatos y vuelta a la escuela, ir por sindicatos feministas y disidentes con compañeras al frente y otras medidas que expresen el modelo sindical que necesitamos.
Unificar en luchas y elecciones gremiales
Esta política integral para actuar nacionalmente puede tomar como referencia los acuerdos y avances dados con el Plenario del Sindicalismo Combativo. Espacio que supera a la docencia, pero brinda un marco y base sólida, a partir de la unidad construida trabajosamente entre agrupamientos como Alternativa Docente/MST, Tribuna/PO y Docentes en Marcha/IS, junto a grupos distritales o Rompiendo Cadenas.
Marcos de acuerdos útiles para superar el accionar unilateral, las volteretas y oportunismo de la Marrón/PTS, cuyas tendencia electoralista los lleva a persistir en el seguidismo a la Celeste, bajo una «unidad» para luchar que no es tal. Los paros de SUTEBA Multicolor ordenaron esa deriva. Y permitieron superar la falta de iniciativa, mostrando un polo alternativo ante la burocracia y los gobiernos.
Se hace también imprescindible superar todo divisionismo trágico como el de la Marrón/PTS en Neuquén que llevó a perder Seccionales a manos de la burocracia. Por lo que este año no hubo lucha… O en la UEPC, ante la Pluricolor que reúne a la mayoría de la oposición y la Fucsia (PTS y PO) que persiste en dividir, cuando de ampliarse la unidad permitiría ir por más departamentales. Habrá que hacer también esfuerzos en Santa Cruz por unir a la Rosa-Bordó (PO y MST) y la Naranja (IS).
Además, unificar a toda la izquierda y clasismo en Ademys en una gran lista de unidad que exprese la lucha diaria, dada en común. Renovar y relanzar la Multicolor en AMSAFE, luego del traspié de perder la masiva asamblea que eligió la Junta Electoral.
Espacios que deben partir y estar al servicio de articular al servicio de cada lucha, buscar su coordinación y solidaridad. Hoy no se actúa así. Hacerlo potenciará el espacio Multicolor para superar a la burocracia y enfrentar a Macri, el FMI y los gobernadores.
Francisco Torres, Alternativa Docente