Entre crisis política, ajuste e inundación
La provincia atraviesa otra fase aguda de su crisis más estructural. Crisis recurrente y crónica. En la que un hecho habitual para un gobierno, como otorgar un aumento a docentes y estatales volvió a poner sobre el tapete. La viabilidad económica, financiera y social de la provincia más rica del país. La que concentra el 39% de los habitantes y el 48% de las empresas de Argentina. Un aumento de salarios; el pago del medio aguinaldo; la provisión de insumos a los hospitales o de alimentos a los comedores escolares puede hacer colapsar la administración bonaerense. Provocar una crisis política de magnitud y evidenciar, ante el desastre natural, un desastre de gestión superior que se cobra vidas, y también las pertenencias e historias de miles de bonaerenses.
La disputa entre Cristina y Scioli implica ajustes, recortes y también mata. Al cobrarse 51 vidas mientras los principales mandatarios se pasaban culpas, sin atinar a otra reacción mientras decantaba el agua, inundando paulatina y crecientemente de bronca a miles de vecinos.
Se pelean, sí, pero no por cómo resolver la crisis social, sanitaria, económica y política a la que llevan al principal distrito de la Argentina. En ningún momento plantearon declarar en emergencia sanitaria y social a la provincia porque ello implicaría poner fondos que están retaceando.
Disputan el reparto de un poder a futuro. Pero sobre todo, por retener el que se les está escurriendo entre los dedos al ampliarse la ruptura con Cristina y los K de sectores cada vez más amplios. Pero también con Scioli, al que perciben parte y responsable del ajuste en curso. La muestra palpable la dieron los platenses indignados que se le animaron. Increpando a la presidenta, al gobernador y a una ministra con nombre Kirchner que volvía de Francia y se topó con esta dura nueva realidad.
Venían de tirarse munición gruesa, al punto que Scioli debió aclarar que piensa gobernar hasta el 2015 entre versiones por sacárselo para poner un delfín K en el edificio de calle 6. Tensando el conflicto con señales claras de los K de que no piensan poner los fondos que la provincia precisa para dar el aumento reclamado por docentes y estatales. Pero la tormenta los obligó a verse en apuros.
No se hablaban en las 6 semanas de un conflicto que paraliza la educación, salud pública y demás sectores del Estado. Pero sí abrieron la gobernación para sacarse la foto que parecía imposible, en medio de una caldera social que iba tomando temperatura a medida que el agua bajaba y pasaba el shock de verse con todo destruido.
¿Soluciones? No se escuchó ninguna. ¿Fondos a los damnificados? No aparecieron. ¿Plata para el salario de docentes, trabajadores de la salud, estatales y judiciales? Tampoco asomó un peso… Cristina sólo habló de “mucha seguridad” e “identificar con pecheras” a los que irían a distribuir una ayuda que no llegaba.
Cristina y Scioli se pelean por las listas de diputados de este 2013 y por la presidencial del 2015, pero están unidos en descargar el ajuste sobre los trabajadores y el pueblo.
Por eso ambos ofrecien aumentos a la baja y en 3 cuotas que se completan en 2014. Ambos avalan los injustos descuentos por días de paro. Los dos sacan por decreto el aumento a los docentes, pretendiendo cerrar la paritaria en forma unilateral.
Ambos atacan el derecho de huelga al querer contraponerlo con el de los chicos a educarse. En definitiva, ambos coinciden en hacernos pagar una crisis internacional que no previeron y las carencias estructurales del “modelo” sobre los trabajadores y el pueblo.
¿La “oposición” legislativa provincial? Viene de votar el ajuste en el presupuesto 2013 junto al sciolismo y los K; con honrosas excepciones como la diputada de UP y la CTA. La crisis ante la tormenta puso en evidencia la gravedad de los recortes hechos por Scioli al bajar los presupuestos de Salud, Desarrollo Social e Infraestructura. Ya antes habían votado juntos las cuatro reformas impositivas del 2012, descargando ajustes sobre sectores medios y los bolsillos populares.
La última movilización del 26 de marzo y el paro de 48hs convocado desde ATE, CICOP, Judiciales y la CTA Bonaerense fueron una muestra de la decisión de continuar la lucha. La conducción Celeste de SUTEBA habló de no dar tregua mientras postergaba todo paro por 15 días. Convocando a paro por 72hs el 8, 9 y 10 de abril, movilización provincial y posible acampe el 11. Luego repitieron que podrían levantar esa acción si había alguna oferta. Finalmente y sin consultar, definieron al otro día de la tormenta, levantar ese paro que habían tenido que llamar.
Estos días estarán cruzados por la solidaridad, el apoyo a los que más lo necesitan y por eso la combativa CICOP decidió poner en suspenso uno de los días de paro esta semana y los previstos para la próxima. ATE no había resuelto medidas aún, pero acuerda con esta idea ante el desastre que miles y miles padecen. Luego de los momentos más críticos habrá que retomarse la convocatoria a asambleas y plenarios para resolver cómo encaminar esta dura lucha por el aumento salarial y presupuestario que no está cerrado en la provincia.
Francisco Torres, Mesa CTA – Pcia. de Bs. As.
