Por la autodeterminación del pueblo sirio e iraki

Con la excusa de realizar una intervención “humanitaria” y de hacer justicia por los periodistas decapitados por el ISIS (siglas en inglés de “Estado Islámico de Irak y Siria), desde hace semanas los yanquis están descargando un brutal bombardeo en Irak y en Siria contra las tropas yihadistas que amenazan los negocios de las multinacionales petroleras en la región.
Los bombardeos yanquis se realizan en coordinación con las tropas terrestres que responden al actual gobierno de Irak (surgido de un acuerdo de la burguesía chiita, con la burguesía kurda y con la bendición de EEUU y la teocracia iraní). Junto a estas tropas que combaten al ISIS, y juegan un rol muy importante los llamados pershmergas, que son las tropas kurdas, cuya burguesía ha logrado una relativa autonomía en el norte irakí, donde tiene importantes negocios con multinacionales petroleras. La alianza militar que combate a las fuerzas del ISIS las completan brigadas chiitas provenientes de Irán que trabajan en colaboración con los bombardeos yanquis, aunque estos últimos han negado todo contacto con ellas.
En Siria EEUU comparte información de inteligencia, con el gobierno de Al Assad, al que decía combatir anteriormente, entre otras cosas por su política genocida hacia la oposición siria, a la que ha llegado a bombardear con armas químicas, en una guerra civil que lleva ya más de 130.000 muertos y millones de desplazadosde sus hogares.
El ISIS es una fracción yihadista, que se ha extendido velozmente y ocupa un tercio del territorio sirio y ahora otro tanto del territorio Iraki. En el pasado fue armado y financiado por la burguesía saudita y turca para enfrentar a los gobiernos pro iraníes de la región como es el gobierno sirio de Al Assad o el gobierno actual de Irak. Actualmente tienen fuertes ingresos a partir de la explotación y comercialización de las riquezas petroleras de los territorios que ocupan. Han proclamado un califato que une Siria con Irak y tiene métodos sanguinarios y fundamentalistas contra las mínorias étnicas y religiosas que no aceptan plegarse al Islam, en la versión que ellos profesan. Utilizan la ley islámica (shaira) para controlar sus territorios.
Pese a que no compartimos los métodos del ISIS, que van en contra de los pueblos que dicen defender contra el avance imperialista y aíslan su pelea (en Siria jugaron un rol nefasto aplastando a los sectores republicanos que se oponían a Al Assad), es evidente que su avance preocupa a los yanquis, al imperio británico y europeo y a la mayor parte de la burguesías de la región, que han decidido dejar sus diferencias de lado para enfrentar y derrotar a una milicia que ya cuenta entre 50 y 80 mil combatientes y un apoyo importante en las poblaciones de los territorios que ocupa. Este apoyo encuentra su base en la población suni y los restos del partido Bath, que han sido brutalmente oprimidos por la ocupación yanqui en Irak, y sus complices de la burguesía chiita y kurda.
Nada bueno vendrá de los “humanitarios” bombardeos yanquis. Debemos exigir que se retiren de inmediato de Irak y Siria. Y en esa pelea alentar que surja una dirección democrática de los pueblos en lucha en medio oriente que una a las distintas etnias y religiones en una pelea común contra el imperialismo y sus socios capitalistas de la región, responsables de tanta miseria y opresión.

G.G.