El 26 de abril asumió el nuevo capellán, designado por el arzobispo de Buenos Aires, informó el hospital en su intranet, se trataba de Alberto Angel Zanchetta. Egresado del Seminario Metropolitano y de la Universidad Católica, se ordenó sacerdote en 1973. El sacerdote actuó como capellán de la ESMA entre 1975 y 1977, denunciado por el entonces capitán de la Armada Adolfo Scilingo como uno de los sacerdotes que estaba encargado de asistir espiritualmente a los oficiales integrantes de los grupos de tareas que secuestraban, torturaban y tiraban vivos al mar a los prisioneros de ese campo clandestino. Como los antecedentes podían jugarle una mala pasada, en 1981 sus superiores lo habían sacado de la órbita de la Armada y lo pasaron a Ejército. En 1984, en democracia, lo devolvieron a jurisdicción de la Marina. La Iglesia oculta esos pases y niega así la presencia de este ser nefasto en la ESMA.
En el hospital tenemos una historia de lucha en la cual han desaparecidos varios compañeros (médicos, enfermeros y administrativos) que año a año recordamos y estamos convencidos que en su lucha continúa la nuestra, por esta razón y muchas otras los trabajadores de este hospital no permitimos semejante atropello. Desde la Junta Interna y la agrupación Bordo se organizo junto a más trabajadores un escrache, pegatina y un volante que llevaba como título “FUERA ZANCHETTA DEL HI”, Tanta fue la presión y la fuerza del repudio que a la dirección del hospital no le quedó otra que sacarlo del lugar donde había sido asignado.
Así, las y los trabajadores reafirmamos que en este espacio no hay lugar para represores, colaboradores ni genocidas. Al día siguiente de este triunfo democrático, sacamos otro volante titulado: “SE FUE ZANCHETTA” ganó la condena social. Mientras canales de TV y diarios cubrían la noticia.
Seguiremos luchando por la memoria verdad y justicia.
Por los 30000 detenidos desaparecidos/as. Presentes, ahora y siempre.
Por todo esto es que decimos NUNCA MÁS.
Marcos Dugrós. Delegado del Hospital Italiano