Necesitamos seguirla y un nuevo modelo sindical
A pesar de la falta de discusión, el destiempo en el que fue convocado y la falta de continuidad para lograr triunfos, los trabajadores protagonizamos otro paro de alto acatamiento. Esta realidad no deja lugar a dudas: si las direcciones burocráticas hicieran un verdadero plan de lucha y escucharan realmente las demandas de los trabajadores le podríamos torcer el brazo a este gobierno y a las patronales. La necesidad de una nueva dirección sindical que desarrolle otro modelo sindical se pone cada día más a la orden del día.
La discusión democrática fortalece la lucha
En las asambleas sectoriales que realizamos se notaba como a partir de la discusión más compañeros coincidían en que el gremio de la Sanidad debería haberse adherido al paro, y cómo a partir del debate más compañeros consideraban la opción de parar más allá de las represalias económicas que esto conllevaba (pérdida del día y el premio). Incluso es muy elocuente la actitud de compañeros que ante la apretada que les largaron desde la jefatura con el tema de la pérdida del premio se plantaron contestando “parar o no, no es un tema de plata. Todo lo que pasa no es un problema de plata, hay cosas que no tienen precio” a lo que agregaron con la contundencia del ejemplo exagerado “Por más plata que nos den no vamos a matar a nuestra mamá” y sentenciaron “nosotros estamos convencidos de que hay que parar por el futuro de todos los trabajadores”.
Un paro a destiempo
Este paro General se realizó una vez cerradas más de 10 convenciones colectivas. Y peor aún, luego de las luchas de aceiteros y bancarios que levantaron el techo salarial que pretendían imponerles a los trabajadores en las paritarias. Esta decisión de hacer el paro despegado de las luchas que la clase obrera libra en distintas lugares o ramas solo favorece al gobierno ya que desperdiga las fuerzas y atomiza las luchas dándole más margen de maniobra a la burguesía.
La falta de continuidad le resta fuerza al reclamo
Entre el último paro y el primero de estos cinco la situación no mejoró para los trabajadores. La realidad es que el ajuste vía inflación y techo salarial derivan en una pérdida del poder adquisitivo y por ende del nivel de vida. Sin embargo, no surge un verdadero plan de lucha que deje patas para arriba a todos los que pretenden ajustar a los trabajadores como han demostrado que es posible los aceiteros.
Si hubiera un plan de medidas a seguir con profundización programada, el gobierno no se mandaría las bravuconadas de decir que “los sindicalistas decretaron la prisión domiciliaria a millones de trabajadores” y se vería obligado a dar respuesta a los laburantes.
Por un modelo sindical que vigorice la fuerza de los trabajadores
El actual modelo sindical defiende los paros convocados por teléfono o desde los medios masivos de comunicación en decisiones cerradas tomadas en despachos aislados de los lugares de trabajo. El actual modelo sindical defiende la dependencia de sus organizaciones al estado. El actual modelo sindical defiende el pensamiento único como supuesta garantía de unidad.
Desde la Corriente Sindical del MST estamos profundamente convencidos que para darle más fuerza a los paros y cualquier medida que tomen los trabajadores es necesario un modelo sindical con democracia obrera que genere convicción, independencia total del Estado que defiende intereses ajenos a los trabajadores y pluralidad integrada como única garantía de unidad, el pensamiento único solo es posible por imposición.
Cesar Latorre. Coordinador general de la Agrupación Bordo-Sanidad