El paro docente cobró alcance nacional y fue un parazo. En gremios de la Federación Docente, FND-CTA, las escuelas estuvieron cerradas prácticamente en Chaco. En Tierra del Fuego hubo una valiosa adhesión al paro de SUTEF, pese a venir de 9 días de retención y desobligación. En Misiones fue del 80%.
En Formosa hubo adhesión del 70% de Autoconvocados y Voz Docente. En Capital, el paro fue fuerte en primaria e inicial y masivo en media, contribuyendo la falta de transporte. En Catamarca el paro se sintió fuerte.
El paro bonaerense fue masivo, al llamar SUTEBA disidentes, pero también FEB y UDOCBA. La Celeste volvió a fracasar al intentar carnerear. No es menor ya que se trata de dirigir o no al 40% de la docencia del país. Fue total en Seccionales combativas como La Plata, Ensenada, Tigre, Escobar, Quilmes y Berazategui y también en Berisso, San Fernando, San Isidro, Malvinas, José C. Paz, San Miguel, Lanús, Brown o Lomas (de la Celeste). También fue masivo en Matanza o Mar del Plata y Bahía.
En Salta llegó al 70% y en Jujuy, al 80%, pese a no convocar los gremios. En Tucumán tampoco llamaron, pero no hubo clases al no haber alumnos ni docentes. En Santiago del Estero, el paro fue de alta adhesión por el transporte.
En Entre Ríos, AGMER no llamó, pero se sintió en Paraná con la oposición. En Mendoza hubo adhesión del 90%, por ausencia de alumnos y la excusa del transporte. En Santa Cruz, con ADOSAC fue muy fuerte. En Neuquén paró el 90%. En Chubut fue masivo en las regionales Sur y Suroeste. En Río Negro adhirieron las dos Seccionales más grandes de UNTer, Roca y Cipolletti.
Así se dio la espalda a Yasky que dijo que parar era “hacerle el juego a la derecha…”. Hubo desborde en varias provincias y en otras se apeló a lo que fuera. Esto coloca la necesidad de continuar la lucha por salario, presupuesto, las conquistas de los Estatutos Docentes y la escuela pública.
Francisco Torres