Inundaciones bonaerenses. Emergencia, obras y subsidios

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Otra vez 3 muertos, más de 20 mil afectados, en su mayoría autoevacuados en 39 municipios bonaerenses con buena parte bajo agua. El mayor drama se vive en Luján, San Antonio de Areco, Salto, Mercedes, Pilar y Arrecifes. Pero también afectó a zonas del GBA como Lomas de Zamora, Quilmes y parte de La Matanza. Además de Berisso o barrios platenses. ¿Se trata de un castigo natural como dicen los gobiernos o de un drama socio ambiental que se podría evitar?

Estas inundaciones no son primicia. Ya en diciembre de 2012 hubo una similar, también con 3 muertos y decenas de miles de afectados en estos mismos y en otros municipios. En abril de 2013 más de 100 murieron en La Plata y se inundaron Berisso, Ensenada, Matanza y municipios de la zona norte.
En octubre-noviembre de 2014 hubo otra inundación similar con un saldo también de 3 muertes y 23 de los mismos distritos afectados. Este año, las inundaciones también se cobraron 3 muertes: un niño de 11 años en Pilar, un hombre de 39 en Campana y otro de 65 en Quilmes. ¿Hasta cuándo tanta muerte y devastación?

Más de una década inundada

En Luján está vigente la Ley provincial 14.578 de emergencia hídrica para realizar obras sobre la cuenca del río desde noviembre de 2013. Pero las obras no se concretan. Luján tuvo inundaciones de gran magnitud en 2000, 2001, 2003, 2006, 2012, 2014 y ahora. Un decreto de emergencia rige también para La Plata -y otras zonas-, que sufrió inundaciones en 2002, 2005, 2008, 2010, la del 2013, en el 2014 y este año.
Es que, como señalamos en la Legislatura bonaerense junto a Vilma Ripoll al presentar la ley de subsidios y otras medidas para atender a los inundados y víctimas, más que ante una “década ganada”, estamos frente a una “década inundada”, a causa de la falta de obras y de reformas estructurales.

¿No queda más que esperar?

Esa falta de obras se hace notoria cuando la realidad emerge ante lluvias y sudestadas. Con trabajadores, vecinos y sectores humildes que sufren sus consecuencias. Como dice Gabriel Márquez en Areco (La Nación, foto): “El agua se mete en tu casa, lo invade todo. Invade tu intimidad, se mete con tus cosas y se queda el tiempo que quiere. Y uno no puede hacer nada más que esperar a que se vaya y te deje ahí, frente a tus ojos, el desastre en que se transformó tu vida”.
Pero las inundaciones en La Plata y otros distritos muestran que no queda sólo esperar. Sino que hay procesos de movilización y Asambleas Vecinales a promover y acompañar. Para exigir mayor asistencia con alimentos, agua, elementos de limpieza, medicamentos y abrigo para los inundados. Scioli, Cristina y los intendentes la entregan a cuenta gotas y no garantizan lo necesario, sino que la ayuda viene de la solidaridad popular.
Los recursos están, pero falta decisión política. Hay que arrancar al gobierno ese Plan y la Emergencia Hídrica que propone Alejandro Bodart. La Comisión Bicameral creada en la Legislatura, entre oficialismo y “oposición”, tampoco da respuestas. Es necesaria una “Comisión de Control y Seguimiento”, integrada por los inundados, asambleas vecinales y representantes de todas las fuerzas políticas y sociales comprometidas en esta causa.

El cinismo de Aníbal, Scioli y los K. Siembra directa, soja y más allá la inundación

Como diría el tango… Sin ponerse colorado, Aníbal Fernández, ministro y candidato a gobernador bonaerense, culpó a la lluvia por las inundaciones. Pero 39 distritos de la provincia están bajo el agua, no sólo por la abundante lluvia y la sudestada.
Quizás por eso Aníbal F. culpó también a la siembra directa por “hacer que las tierras no drenen, no absorban esta cantidad de agua y que vaya a los ríos en cantidades muy importantes de agua”. Cuando es su gobierno el que avaló su desarrollo y, sobre todo, el del monocultivo de soja.
Hoy, más más del 70% de la agricultura argentina se desarrolla con el sistema de siembra directa, 10 veces más que en el mundo. Mientras en la campaña 2014/15, el cultivo de soja alcanzó al récord de 20 millones de hectáreas, más del 60% de las tierras fértiles del país.

Avanza la desforestación y el monocultivo

La soja consume unos 600 milímetros de agua en todo su ciclo, mucho menos de lo que llueve en todo el año en los lugares donde se siembra. El modelo productivo actual, la política de retenciones y los límites para el trigo (que consume más agua) o el maíz, favorecen esa sojización.
Especialistas en medio ambiente señalan además que la combinación entre la desforestación de bosques nativos y el cultivo intensivo de soja transforma los suelos fértiles en rocosos y los hace menos permeable al agua. Así los desbordes de los ríos no logran ser absorbidos por el suelo y se producen inundaciones cada vez más frecuentes en las ciudades.
Es que donde no hay árboles y bosques, la tierra pierde absorción. Y se desforesta y desmonta para cultivar soja, que afecta la biodiversidad del suelo y termina alterando la porosidad de la tierra.
A su vez se alientan construcciones en las llanuras de inundación de los cursos de agua, así como se avalan los countries y barrios privados sobre los humedales de ríos y arroyos.
Lejos de atacar estos problemas, el gobierno K, Scioli y los intendentes como Massa en Tigre, comparten culpas y responsabilidad. No sólo por no concretar las obras necesarias, sino al favorecer el negocio de los pooles de siembra, el modelo de monocultivo de soja o hacer la vista gorda ante la desforestación.
A su vez Scioli lleva 8 años de avalar la construcción de los countries y barrios lujosos que el año pasado, irónicamente denunciara. Y los “verifica” junto a los intendentes ya que los municipios tienen la potestad de otorgar los permisos, pero la provincia está obligada a supervisar la aptitud hidráulica de esos countries privados.

Excusa climática, falta de obras y necesario control social

En este contexto, culpar al “cambio climático” como hace el gobierno o algunas entidades del campo sólo apunta a la idea falaz de estar ante una modificación natural del clima cuando lo que hay es una alteración de los mecanismos de autorregulación del clima debido al modo de producción capitalista.
Como denunciamos desde la Red Ecosocialista, no es “la actividad humana” en general la que lo provoca, sino que este mal llamado “cambio climático” es la expresión condensada de la incompatibilidad entre la lógica capitalista y el equilibrio ecológico.
En ese marco proliferan los canales ilegales en los campos sojeros; avanzan los desmontes, también ilegales; se incrementa además la impermeabilización del suelo por la mayor superficie de cemento por códigos de planeamiento urbano al servicio del negocio inmobiliario. Junto a la construcción de barrios privados en humedales ribereños o que elevan sus terrenos y afectan las zonas vecinas, así como los dormitorios náuticos para los yates de lujo.
Para atacar todo esto es necesario un plan provincial, pero bajo control social y con participación de los vecinos e inundados para actuar ante las alteraciones climáticas y de las cuencas naturales; controlar y verificar las obras y canales oficiales, además de los clandestinos; verificar que se realicen las obras de dragado adecuado de ríos y arroyos y, finalmente, que se garantice otro modelo de planificación urbana que ponga fin a la cementación y termine con el negociado inmobiliario. Para poner en pie una un nuevo modelo productivo y de desarrollo urbanístico sustentable, que preserve el medioambiente.

Francisco Torres MST La Plata

Bodart: “Scioli debe dictar la emergencia hídrica provincial”

Para dar un corte a esta secuela de graves inundaciones bonaerenses, el diputado y dirigente del (MST-Nueva Izquierda, Alejandro Bodart, señaló: “Obligado a regresar de su viaje a Italia, Daniel Scioli debería dictar la emergencia hídrica provincial. En vez de créditos a pagar por los afectados, se debe aprobar una ley de subsidios para resarcir a los inundados por lo perdido, eximirlos de impuestos y tasas municipales, como plantea el proyecto que presentamos con Vilma Ripoll (D-958 13/14). También hay que concretar las obras prometidas, revisar la construcción de countries y frenar la cementación con un planeamiento urbano bajo control vecinal”.
Bodart agregó: “Las inundaciones no son una calamidad climática, sino la expresión de un modelo agotado: Scioli prioriza el negocio inmobiliario y paga la ilegítima deuda provincial, mientras su presupuesto de obra pública es del 2%, el más bajo de la historia. Y Macri y Massa, en vez de declaraciones oportunistas, deberían aprobar estas medidas en la Legislatura bonaerense, en donde tienen los diputados suficientes”.

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