El 23 de septiembre logramos sentar a Lizarralde en el banquillo, acusado de femicidio.  Llegamos hasta aquí luchando y así esperamos la primera audiencia: compañeros y compañeras, junto a Maru, Luciana y Vilma estuvimos en vigilia frente Tribunales II recordándole a la Justicia que no vamos a descansar hasta que el femicida tenga la condena que se merece: perpetua.
La primera audiencia inició con el testimonio de nuestra compañera Maru, quien con la entereza y valentía que la caracterizan, logró emocionarnos a todos y brindar valiosos datos del calvario de las primeras horas de búsqueda y la ineptitud total del fiscal Oyhanarte y su ayudante Aliaga.
Luego se desarrollaron cuatro audiencias más y en cada una de ellas los testigos, incluso los de la defensa, no hicieron más que confirmar lo que ya todos sabemos: Lizarralde mató a Pao, hirió gravemente a Martina y las tiró a ambas en una alcantarilla.

El día que Lizarralde habló

Durante este año la estrategia de la defensa fue mantener al femicida callado. Sin embargo, y en un inútil manotazo de ahogado, en la cuarta audiencia decidieron que hable. El resultado fue el que todos sabíamos: Lizarralde, además de asesino es mentiroso y armó una fábula poco creíble para despegarse del hecho, aunque en ningún momento mencionó qué sucedió aquella noche y no se declaró ni culpable ni inocente.

Femicidio, el agravante que la Justicia se niega a utilizar

Fruto de nuestra pelea, logramos que la imputación a Lizarralde tenga el agravante de femicidio. Los testimonios dieron cuenta de la violencia a la que fue sometida Pao previo a sus asesinato: la negativa a reconocer a Martina, incluso cuando el ADN había confirmado su identidad, el ninguneo por parte de él y la familia, el peregrinar por los tribunales para que aporte la cuota alimentaria. Y si quedaba alguna duda, la forma en que Lizarralde se deshace de Pao y Martina es una expresión elocuente e irrefutable de violencia de género. El desprecio por ellas es el móvil de este crimen.
Sin embargo, el fiscal Albornoz puso en duda que se tratara de un femicidio utilizando argumentos machistas: decía que no encuadraba porque la relación entre Lizarralde  y Pao no había sido estable. Pero entre todas logramos que a esta Justicia machista, no le quedara otra que juzgar a Lizarralde por femicida. No tenemos dudas de que esto sentará un gran precedente que ayudará a visibilizar una problemática de la que los gobiernos, la Justicia y la policía, no quieren hablar: la violencia hacia la mujer.

El miércoles tod@s a Tribunales II

Así hemos llegado al final de este juicio. Cuando leas esta nota estaremos en las puertas de Tribunales II esperando el veredicto. Confiamos en que la movilización que nos condujo hasta aquí conquistará la perpetua a Lizarralde por femicida. Con ese impulso iremos al 30º Encuentro Nacional de Mujeres, a decir bien fuerte ¡Ni Una Menos! Porque Justicia Para Paola es que dejen de matarnos y para eso necesitamos la Ley de Emergencia
¡Paola Acosta presente!

Viky Caldera