Lyliam Moretti, delegada del Hospital por la Lista Bordó, nos comenta el logro de un adicional del 7% al básico:

¿Por qué la patronal se negaba tanto a este reconocimiento?
Porque era uno de los sectores que no se sentía con la fuerza suficiente para pelear. Y cuando nota eso, la patronal presiona y avasalla a quienes no se sienten seguros y no tienen voz. Si no les parás la mano, te pasan por arriba.

¿Cómo se revirtió?
Con mucho trabajo. Hubo que dialogar con las compañeras, lograr que participen y se involucren. Además, al considerarse la tarea de limpieza como el último eslabón, hubo que revertir esa concepción social ya que su trabajo es fundamental. Son parte del equipo de salud y su tarea no debe ser desmerecida. Se convencieron de su derecho a pelear, de la necesidad de hacerse escuchar, de poner el cuerpo para ser hacedoras del cambio.

Al inicio de esta pelea había casos de maltrato…
Eso cambió. A partir de ahora las compañeras ven que el límite a la jefatura se lo pueden poner ellas. Ven que pueden hacer oír esa voz que estaba callada. Se visualizaron como sector y por eso se sienten más fortalecidas para defender sus derechos.

¿Cómo se refleja la opresión de la mujer?
En el sector hay muchos problemas económicos: familias numerosas, mujeres que son sostén de hogar o están solas con hijos y familiares a cargo; también hay casos de violencia de género. Para mí se asocia claramente que hay explotación y opresión a la vez. Como que la pelea es doble.

¿Alguna reflexión más?
Sí. Cuando una tiene los principios firmes y pelea por lo que le corresponde, la perseverancia, la comunicación y la unión son fundamentales para lograr los objetivos.