La Coparticipación Federal es el sistema de distribución, entre la Nación y las provincias, de los impuestos directos o indirectos que fija el Congreso. Por decreto 194/2016 Macri aumentó un 168% la coparticipación a la Capital y reabrió el debate. El PRO debió juntarse con los gobernadores que fueron a la Rosada a pedir plata…
La reforma constitucional del ‘94 dio plazo hasta 1996 para que haya una nueva ley de coparticipación. Pero hace 20 años que incumplen ese “mandato”. Las disputas entre caudillos provinciales y una presidencia que concentra la riqueza para destinarla a una deuda externa fraudulenta, garantizar la salida de ganancias a las multinacionales o subsidios millonarios a las privatizadas, lo impiden.

Sólo 1 de cada 4 pesos va a las provincias

Desde 1988, por la Ley 23.548 de Coparticipación Federal, el 42,34% de lo recaudado debería ir al Tesoro Nacional (aunque después bajó al 40,24% al destinar el 0,7% a Tierra del Fuego y el 1,4% a CABA). Las provincias recibirían el 56,66% y un 1% para ATN, Aportes del Tesoro que se manejan a discreción.
Luego, por Pactos Fiscales y otras decisiones de Menem y Cavallo, la Nación se quedó con el 15% de la coparticipación al privatizar las cajas de jubilación, además de otras sumas. Así hoy, según el informe de CIPPEC (Coparticipación: el reino del revés, 3/8/15): “El Estado nacional concentra el 75% de los recursos totales y las provincias y municipios el 25% restante, aunque éstas deben lidiar con la ejecución del 46% del gasto público”.
Además de otros desequilibrios: “mientras Tierra del Fuego tiene una coparticipación per cápita de $ 31.100 (2014), en provincia de Buenos Aires llega a $ 3.900, una diferencia de 8 veces” (ver cartograma: mapas por población y distribución de coparticipación).

El sistema de coparticipación no va más

El sistema actual tiene escasa transparencia y muy difícil control. No va más, al haber provincias “quebradas”, pero que tienen a su cargo la salud, educación, viviendas o infraestructura, mientras el gobierno nacional concentra el 75% de los recursos.
Los gobernadores reclaman a Macri, pero son corresponsables de bancar con sus diputados los Presupuestos que avalaron el sistema de recaudación. No vendrá de ahí la solución. El pueblo trabajador debe reclamar otra salida:
1) Un nuevo sistema de recaudación y distribución de impuestos, con parámetros opuestos para que los recursos lleguen al pueblo. 2) Derogar los Pactos Fiscales y devolverle a las provincias el 15% de coparticipación. 3) Condonar o no pagar las deudas provinciales que fueron refinanciadas en el gobierno K, para compensar los años de desequilibrios. 4) Reforma impositiva progresiva donde paguen más los que más tienen. Control social de la evasión. 5) No a los subsidios a las privatizadas y reestatizar esas empresas como parte de un plan de emergencia que suspenda el pago de la deuda externa para garantizar empleo, salario, educación y salud al pueblo trabajador.

Francisco Torres, Sec. de Salud CTA Bonaerense