Vidal descargó una batería de leyes y decretos contra los estatales, docentes y el pueblo. El 12 de julio vamos a paro provincial por salario, empleo y presupuesto. El que debemos apoyar, impulsando otra salida al ajuste.

Pese a llevar medio año de gobierno, Vidal insiste con que la provincia está quebrada. Es el argumento para descargar un feroz ajuste en los salarios, presupuestos sociales y el empleo público. A su vez, impulsa el mayor endeudamiento de la historia y leyes de «emergencia» para eliminar los ya débiles controles sobre las licitaciones y poder contratar en forma directa a los empresarios amigos del PRO.

La deuda, un yugo que hunde al pueblo

Si con Scioli y el FPV la provincia estaba en crisis, con Vidal la ofertan en remate y cargan una elevadísima hipoteca a futuro. Desde el 2008 la deuda «pública» provincial se incrementó unos 10 mil millones por año, hasta llegar a $91.000 millones al 10 de diciembre de 2015. Pero sólo para este 2016 Vidal pidió endeudarnos por otros 60 mil millones, lo que la «oposición» (PJ, Frente Renovador, GEN) le votó de forma cómplice.
Al asumir Vidal se debían 91.000 millones, pero por la devaluación PRO, esa deuda creció 34% hasta 122 mil millones (con un dólar a $13 al 31 de diciembre, fuente: ministerio de Economía, Informe de Deuda Pública,
29/04/161). Hoy, con el dólar a $15, la deuda supera los 140 mil millones, suba exponencial que nos ata a los acreedores externos que concentran el 58,3%.
Sin contar la nueva deuda de Vidal, padecemos un pesado yugo: los pagos de esa mal llamada deuda «pública» superan este año los 24.700 millones; en 2017 hay que pagar 15 mil millones; en 2018, más de 20 mil millones y en 2019, otros 15 mil millones. Es decir, en 4 años del PRO, pagaremos más de $75 mil millones por una deuda fraudulenta y que ya pagamos con creces.

Con Vidal, ajustados, endeudados y de remate

La batería de leyes y decretos contra el pueblo tiene objetivos: recortar salarios y empleo público, eliminar conquistas, flexibilizar y transferir una gran masa de recursos a las corporaciones amigas para el desguace del Estado. Para eso Vidal sacó -con apoyo de esa «oposición»- dos leyes de «emergencia» que permiten hacer contratos con la obra pública y la compra de bienes, materiales e insumos eludiendo controles públicos. La Emergencia en Seguridad le permite oscuros negociados con la compra de patrulleros, chalecos, armas, balas…
Que el curro es el centro lo evidencia la falta de «seguridad» de un gobierno al que le pueden hurgar los cajones del despacho o dar vuelta una de las casas céntricas del Jefe de Gabinete. Si no puede «cuidar» a su gobierno, difícilmente brinde seguridad al pueblo. Y esto no ocurre por ninguna reforma democrática que ataque intereses de la «maldita bonaerense». Al contrario, huele a turbios negocios de una mafia policial, política y judicial que el PRO no piensa depurar.
La Emergencia Administrativa habilita a los grupos privados a hacer negocios sin control estatal. Y precariza al crear el «contrato autónomo» que avanza sobre los derechos laborales de la ley 10.430. A esto sumó el Decreto N° 618 que congela las vacantes y el pase a planta permanente de miles de trabajadores que venían tramitando. Mientras quiso jubilar «de oficio» a 1.500 docentes y 400 auxiliares con pérdida de derechos.

12 de julio: al paro docente y estatal

Ante la agenda de ajuste de Vidal, opongamos la de los trabajadores. Impulsemos que se vote el paro que convocamos desde ATE, SOEME, UDOCBA y la Federación Nacional Docente (FND-CTA), el 12 de julio, con un plan de lucha que incluya el «no inicio» de clases el 1º de agosto. Paro al que deben sumarse gremios como SUTEBA y se agregarán con modalidad a determinar otros que lucharon como CICOP y Judiciales.
El principal reclamo es la reapertura de la paritaria salarial, por un inicial no menor a $12.000 para todos, un aumento que supere la inflación del 42% que el ministro Prat Gay reconoce. En un solo tramo e indexado por la inflación real si se siguen disparando los precios y tarifas. Anular los tarifazos y las leyes de ajuste. Defender las condiciones de trabajo, pasar a planta a todos los contratados. Incrementar los presupuestos sociales y designar el personal necesario en educación, salud o la justicia. Plata hay, debe salir de ajustar a los ricos, eliminar los subsidios a sectores privados y suspender todo pago de la deuda fraudulenta.

Francisco Torres Sec. Gremial, Federación Docente