La noticia del “no inicio” de clases en 7 provincias corrió como reguero de pólvora en la prensa del país. Macri y Bullrich se reunieron ante los conflictos. Pero más que reuniones y ajuste, deben destinar fondos al salario y la escuela pública. Si no, el 11 vamos al paro nacional docente y estatal.
El anuncio de la Federación Nacional Docente de impulsar y apoyar el “no inicio” de las clases luego del receso invernal en Misiones, Entre Ríos, Catamarca y Chubut el lunes 25 y del Chaco, provincia de Buenos Aires y Tierra del Fuego el 1º de agosto, más la convocatoria a paro nacional docente junto a los estatales y CTA el 11 de agosto, se extendió como mancha de aceite en los diarios, radios y medios de prensa de una Argentina convulsionada por la inflación, los tarifazos y ajustes.
Se vino el segundo semestre. Y vino con lucha. Macri se reunió en la Rosada y analizó con Bullrich los conflictos. Pero como reconoció el aristocrático diario La Nación, sólo quisieron mostrar un “espaldarazo” de Mauricio a su ministro de Educación.
El anuncio de la FND se materializó en paros masivos en Misiones, Entre Ríos, Catamarca. También en Chubut. A los que se sumarán Chaco, provincia de Buenos Aires con la Federación Nacional Docente, los SUTEBA disidentes, ATE y la CTA Autónoma; además de Tierra del Fuego también por 48hs el 1 y 2 de agosto y Santa Cruz donde aún adeudan el aguinaldo. Además, ATEN va al paro el 9 en Neuquén.
Si el conflicto “llegó a la Rosada”, debería servir para que Macri destine más fondos a pagar los salarios adeudados y a reabrir las paritarias nacional y provinciales con un aumento que supere el 42% que Prat Gay reconoce de inflación. Además de aumentar los presupuestos educativos.
En ese marco, en el Consejo Ejecutivo de la Federación Docente analizamos la grave situación que viven los trabajadores y los docentes como consecuencia de la política de ajuste, tanto del gobierno nacional del PRO, como por los diferentes gobiernos provinciales.
Como marcamos en el comunicado que tuvo amplísima cobertura en los principales medios y las provincias, el conflicto se agudiza por la caída del poder adquisitivo del salario; la precarización de las condiciones laborales; las carencias edilicias, en los comedores, transporte, mobiliario o becas; la persecución y judicialización a los que luchan (Tierra del Fuego o Misiones); más los despidos de contratados y congelamiento de vacantes. Condiciones que dificultan la labor docente para enfrentar la crisis más general del sistema educativo atravesado, además, por una creciente deserción escolar.
Por eso exigimos la inmediata reapertura de las paritarias, tanto nacional como en las provincias y el aumento del presupuesto. Junto a esos paros ante el inicio de clases, resolvimos promover un paro nacional de docentes y estatales para el 11 de agosto con ATE y demás sectores, con movilización. Desarrollar instancias democráticas en cada entidad e impulsar la mayor unidad en la acción para buscar derrotar el ajuste de Macri y los gobernadores.
Evaluar las políticas educativas
En lo pedagógico/educativo, ante la política privatista de Cambiemos, la FND resolvió repudiar el anuncio de un Instituto de Evaluación a nivel nacional que, lejos de mejorar la educación, intenta constituirse como organismo disciplinador y flexibilizador de las condiciones laborales y profundizar la fragmentación del sistema entre escuelas para ricos y pobres.
Además, la FND promueve el Seminario sobre Evaluación Educativa para septiembre y propone un Instituto de Evaluación, pero que evalúe las políticas educativas y a los gobiernos responsables de la crisis educativa.
Francisco Torres, Sec. Gremial Federación Docente
