En consonancia con el Presupuesto 2017 presentado por Macri, la gobernadora Vidal propuso un proyecto que implica mayor ajuste, impuestazos y endeudamiento. Vamos por la mayor unidad en la acción para impedirlo.
En consonancia con el proyecto nacional, el Presupuesto 2017 presentado en la Legislatura bonaerense por el gobierno de Mariú Vidal el 13 de octubre se basa en cuatro pilares esenciales. Todos contrarios a los intereses y necesidades de los trabajadores y el pueblo de la provincia: recorte salarial, baja en los presupuestos de salud y educación, impuestazos y endeudamiento.
El proyecto contempla gastos totales por $ 522 mil millones lo que significa una suba del 47% en los gastos y erogaciones respecto del presupuesto actual de 354 mil millones; un endeudamiento de 60 mil millones y un aumento de impuestos que va del 38% hasta el 50%, lo que contrasta con el ajuste salarial del 17%. El gobierno habla de un 26,4% más en el gasto porque hasta diciembre se gastarían 59 mil millones más de lo previsto.
Las cuatro patas del ajuste 2017
Es alegremente optimista en la pauta de crecimiento del 3,5% del producto bruto, luego de una fuerte recesión de -1,5% estimada para este año por el mismo gobierno. Entre otras fantasías o estimaciones fantasmas, los cuatro puntos críticos del Presupuesto son los siguientes:
1) La consolidación de una línea de recorte salarial, al establecer una pauta de aumento para docentes, profesionales de la salud, judiciales, estatales y demás de sólo el 17%. Así no se llega ni a recuperar lo perdido este año sino que los salarios “crecerían” por debajo de los ingresos; ya que el proyecto prevé que la recaudación va a crecer más del 27%.
2) Recortes en los presupuestos sociales, de salud y educación. En salud el presupuesto pasa del 6,36% en 2016 a apenas el 5,62% en 2017 (con un total de $ 29.565 millones). El más bajo de toda la historia y cuando los profesionales de la salud y estatales piden un equivalente en salud al 10% del presupuesto. Además la CICOP viene denunciando una fuerte subejecución en áreas críticas como enfermedades de transmisión sexual, sida y hepatitis. En medicamentos y también en atención y prevención de la violencia de género y familiar, con un presupuesto anual de 2,4 millones y sólo se ejecutaron aún 49 mil pesos. Mientras el presupuesto de Educación y Cultura vuelve a tener una nueva baja con un 26% sobre el total, cuando en 2015 fue del 27% y hace cuatro años superaba el 30% (el monto total para la Dirección de Educación es de $ 127.480 millones).
3) Un nuevo impuestazo con aumentos del 50,9% en el impuesto a los sellos; del 48,3% sobre automotores; del 39,5% del impuesto inmobiliario rural y del 37,8% en el inmobiliario urbano, más un 27% en ingresos brutos.
4) Un creciente y abusivo endeudamiento que compromete a varias generaciones. Al proponer un endeudamiento de $ 63.000 millones, superior al que solicitaron este año y fue avalado por toda la “oposición”. Donde el 36% de esa nueva deuda se la piensa destinar a pagar la mal llamada “deuda pública”. Con una suba del 56,4% en los servicios de la deuda y un pago sólo de intereses que crece hasta alcanzar los 22.598 millones de pesos.
Toma de deuda, nuevamente monstruosa
Se reitera así y profundiza el proceso de monstruosa toma de deuda como fuente de financiamiento para intentar palear el déficit fiscal 2017, de alrededor de $ 35 mil millones. Esto implica cubrir con deuda una parte de los gastos que no se cubren con recursos propios.
Esa montaña de endeudamiento tiene además otro objetivo, el de pagar los intereses y amortización de la propia deuda
Además de endeudarnos para financiar las tan anunciadas obras públicas ya que no llegan las famosas “inversiones” privadas. Importa señalar también acá que los pomposos anuncios e “intenciones” de obras no se condicen en nada con lo que realmente ocurrió este año, donde se ejecutó muy poco de lo presupuestado.
Vale aclarar también que para poder endeudarse hacen falta los dos tercios en ambas cámaras, por lo que el PRO y Cambiemos necesitan del aval del PJ, el FPV, el Frente Renovador, GEN y PS. Son todos votos con los que ya contó este año, pese a cacarear contra la derecha y el ajuste. Aunque habrá que ver cómo incide el estar próximos a un año electoral, pero sin mayores expectativas. Tampoco cuenta Vidal con la mayoría simple para aprobar el resto del paquete presupuestario y los impuestazos. Es decir, también necesitará el aval del massismo y el PJ-FPV como pasó este año.
Que el ajuste recaiga en los “dueños” de la provincia
Hay que organizar la lucha de los estatales, docentes, organizaciones sociales, trabajadores privados y del interior para impedir la aprobación de este paquetazo. Y poner en marcha un plan económico con medidas de emergencia a favor del pueblo, donde el ajuste lo paguen los “dueños” de la provincia.
Es necesario terminar con el ciclo eterno de endeudamiento que el PRO llevó a niveles que triplican lo pedido por Scioli y los K. Dejar de pagar y auditar la llamada “deuda pública” para pagar solamente la parte que efectivamente corresponda y no se hubiera pagado ya con creces. Poner fuertes impuestos a los dueños de la provincia, los terratenientes, banqueros y grandes empresas en una reforma tributaria realmente progresiva. Junto con eliminar todos subsidios públicos para la educación privada, así como a las empresas privatizadas que deberían pasar nuevamente a manos del Estado, bajo control de trabajadores y el pueblo. Así tendremos posibilidad y recursos para incrementar salarios y partidas sociales como prioridad.
Francisco Torres
Aumento del transporte a $12. También prepara un nuevo tarifazo
Con la Resolución Nº 128 del ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia, Vidal habilitó un nuevo tarifazo y sacudón al bolsillo de los trabajadores y el pueblo al fijar un boleto mínimo de $ 12,20.
Esa resolución sigue lo dispuesto por el ministro macrista Dietrich, mediante la Resolución N° 39/2016 de Transporte de la Nación. Allí se procede a actualizar las bases tarifarias de los servicios interurbanos, “siguiendo el incremento de costos de explotación”.
La excusa son las necesidades de los “pobres” empresarios. Sin mostrar un solo dato, lo justifican diciendo que no aumentaron desde el año pasado y lo tienen que volver a hacer ahora. En principio afectaría a las líneas interurbanas y rurales, es decir, las que atraviesan por municipios próximos. Pero, como suele ocurrir, la suba se termina trasladando a las llamadas líneas municipales o urbanas. Otro golpe directo al bolsillo del pueblo trabajador.
Hay que enfrentar e impedir este nuevo tarifazo y dejar de llenar los bolsillos de los empresarios. No solo no invierten en mejorar la calidad del servicio, hacerlo más seguro, con más comodidades, frecuencias y recorridos acordes a la necesidad de los usuarios, sino que ajustan y despiden a sus empleados como ocurre en la línea Este de La Plata con 25 despidos y un fuerte paro de choferes. Debemos organizarnos y luchar también por un verdadero transporte público estatal, controlado por los usuarios.
Juan Bonatto