El 9 de marzo, el Tribunal Superior de Justicia provincial reconoció que el caso de Paola fue femicidio, dando lugar así a la apelación que presentamos hace poco más de un año. Arrancarle la aplicación de dicho agravante a la justicia cordobesa, siempre machista, sólo se explica por la enorme lucha que venimos dando todos estos años con gran apoyo popular.
La sentencia original implicaba un nuevo ejercicio de violencia machista sobre Pao y todas las mujeres. La justicia no reconocía el femicidio porque Pao no tenía una relación estable con su asesino y no era sumisa. Consideraba que no había una relación desigual, desconociendo la más mínima noción de perspectiva de género.
Apelamos de inmediato esa sentencia violenta y un año y medio después logramos derrotarla. La justicia tuvo que aceptar lo que toda la sociedad ya había reconocido: Lizarralde es femicida.
En tiempos de polarización y disputa de sentidos, vale recalcar que femicidio es el asesinato de una mujer por el solo hecho de serlo. Por ende, no hace falta que exista una relación de pareja entre la víctima y el asesino.
En esto ya había sentado jurisprudencia el caso de Ángeles Rawson y con este nuevo fallo queda más firme. En ambos casos, sin convivencia, lo que motivó a los asesinos a matarlas fue un profundo desprecio por su condición de mujeres, fundado en la desigualdad histórica.
A la vez, el hecho de que Paola no fuera sumisa y defendiera sus derechos y los de su hija no la hace menos víctima, como burdamente decía la sentencia original, sino al contrario: explica la brutalidad con la que Lizarralde la mata. Quiso sacarse de encima el estorbo que esta mujer valiente constituía para sus deseos, lo único importante desde su perspectiva machista.
Estamos orgullosxs y felices de haber conquistado este gran triunfo democrático y feminista. Lo permitió la lucha sin tregua de nuestra compañera Maru, hermana de Pao, y de toda la militancia de Juntas y a la Izquierda y el MST. Vamos a redoblar nuestros esfuerzos para seguirla por todos los derechos y libertades que nos faltan. Te invitamos a dar esta pelea juntas.