Tras un diciembre caliente, enero fue negro: hubo 6.639 despidos y suspensiones entre el sector público y privado1. Febrero llegó con más despidos y saqueo al bolsillo popular con tarifazos de 40% en la luz y el agua, 57% el gas, del 30% al 45% en el transporte, más subas en taxis, remises, peajes, telefonía celular y prepagas.
El Inmobiliario Urbano bonaerense aumentó del 56% al 75% y hay un revalúo de viviendas que obliga a muchos a pagar Bienes Personales. El ABL y las tasas municipales subieron del 30% al 60%. Por si fuera poco YPF subió dos veces la nafta: un 8,5% en 15 días.
Como lo constata un estudio2, la Argentina es el país de la región con mayor deterioro del poder adquisitivo del salario mínimo: cayó un 6,1% en los últimos dos años.
Todo sube, menos el salario
Macri y los gobernadores quieren imponer un tope salarial del 15% y en cuotas, que licua el aumento real. La escandalosa pretensión de eliminar la paritaria nacional docente pretende no dejar “testigos” para los demás trabajadores.
Primero hablaban de cerrar en diciembre las paritarias. Pero debieron recalcular la inflación prevista y pasarla del 10% al 15.7%. Por eso insisten con el 15% sin cláusula gatillo. ¡Y a los bancarios les ofrecen el 9%! Pero ya nadie cree que la inflación anual va a ser del 15% y hasta el Banco Central fija las “expectativas” en un 19,4%3.
En cuanto a los despidos, el 58% son en el Estado. De esos casi 3.200 despidos, 1.257 son en organismos descentralizados: Hospital Posadas, INTI, Senasa, Radio Nacional, TV Pública, Canal de la Ciudad, Coros y Orquestas, Ballet Nacional. Más 1.698 despidos municipales. También en la provincia de Buenos Aires como Fanazul y los 695 despidos en empresas como YCRT (Turbio), YPF o FAdeA (Fábrica de Aviones, Córdoba). En el sector privado, de los 2.761 despidos y suspensiones el 82% es en la industria. Y los que son por cierres suman 1.425 casos.
¿Qué hacer ante el tope salarial y los despidos?
Estos golpes del gobierno y las patronales son respondidos con fuerza por los trabajadores, en cada lucha. Pero en vez de unificar, los dirigentes dividen y aíslan. La conducción Verde de ATE se negó a llamar al paro provincial y marcha unificada de los conflictos bonaerenses. La Verde y Blanca juega un rol similar en Capital. Pasó enero y recién se llama a paro nacional el jueves 15.
Dos luchas con notoriedad como la del Posadas y el INTI venían peleando por separado. Lo mismo Fanazul donde se mantiene la pueblada. Hace falta un paro general y plan de lucha unificado por las centrales, que supere la división de las medidas llamadas para el 15 y el 21.
Lo mismo pasa en los privados. Con la CGT fracturada, Moyano y otros sectores apenas llaman a una marcha para el 21F. La CTA de Yasky se sumó sin críticas. Y la CTA Micheli plantea algunos puntos más de reclamo y la necesidad de paro nacional.
¿Qué hacer en este panorama? No confiar en los dirigentes, menos en Moyano y demás burócratas de la CGT como Schmid y Acuña que apoyaron la reforma laboral esclavista de Macri. No está claro por qué puntos convocan el 21, no hay paro y la medida no tiene ninguna continuidad.
Lo primero entonces es organizarse en cada lugar. Tomar la pelea en las propias manos y decidir todo en asambleas. Ganar la calle para visibilizar el reclamo. Organizar un fondo de huelga para los despedidos. Solidarizarse y buscar coordinar con otros sectores en lucha. Y además llamar a unir las luchas, como el plenario resuelto en asamblea del Posadas para el sábado 17. Nos tenemos que sumar allí, tal como lo propusimos en la reunión nacional docente de gremios, seccionales y agrupaciones de oposición.
En cada lucha estatal exigir el paro provincial y votar sumarse el 15 al paro nacional, con continuidad en un plan de lucha de ATE. En el sector privado, preparar el paro del gremio como se plantea ante la amenaza de despidos en conflictos como el diario Hoy.
Asimismo, exigir marchar el 21 con una columna independiente de la burocracia. Con un claro programa contra los despidos y el ajuste, el robo a los jubilados, los tarifazos, el tope salarial y los recortes a los planes sociales.
No van más las medidas aisladas que sólo buscan descomprimir para ir a pactar con el gobierno o la patronal. Hay que unir todas las luchas de empleados públicos y privados en un paro nacional y plan de lucha. En ese camino puede servir la acción del 15 y sobre todo la del 21.
Medidas para garantizar empleo y salario digno
Vamos por la recontratación de todos los despedidos y el pase a planta permanente en el Estado nacional, provincial o municipal. Prohibir por ley todo contrato precario o tercerización. Derogar el decretazo 27/18 de Macri, que permite embargar sueldos y premia a los empleadores negreros.
Rechazar el desguace o cierre de reparticiones con el verso de atacar la “burocratización”: sólo buscan reemplazar trabajadores y servicios públicos por el sector privado. Prohibir por ley los despidos y repartir las horas de trabajo entre todos los empleados. Ante el cierre de empresas o su amenaza, apertura de sus libros contables como dispone la Constitución.
Dicen no tener recursos para salarios, pero la recaudación bonaerense subió un 33% interanual y la recaudación nacional un 28,6%. Plata hay. Si no, que dejen de pagar la deuda externa y garanticen el trabajo de cada familia. Y en vez de impuesto al salario, poner un impuesto especial a las corporaciones, pooles sojeros y mineras. Con estas medidas todas y todos podemos tener empleo y salario digno.
Francisco Torres
1. Informe del CEPA: “Sin vacaciones para despedir”.
2. Universidad de Avellaneda (Ámbito, 5/2).
3. Relevamiento de Expectativas de Mercado, enero 2018 (web del BCRA).